Uña es una villa de la
serranía conquense ubicada a considerable altura.
Se encuentra entre la
laguna de Uña y el Júcar, que pasa entre las Majadas y la Sierra de
Valdecabras. Una carretera local con dirección al embalse de la Toba y Huélamo
comunica con la capital provincial y con la red de carreteras locales que
cruzan la Serranía.
El origen de la población se remonta a tiempos de celtas y de íberos que se habrían asentado en estas ricas tierras tanto en caza como en pesca, lo que les permitiría subsistir sin demasiado esfuerzo.
La dominación musulmana
imprimió su sello de la mano de los Musa Ben Zennum de Walmu en el siglo X.
Se ha explicado la
etimología del topónimo como procedente de hoz, ceja, iña, uña, en realidad el
uso de un diminutivo aplicado a su condición de hoz "pequeña y agreste.
Los habitantes
tradicionales de Castilla recuperan su dominio pleno sobre el siglo XIII, la
pequeña aldea se convierte, al hilo de la Repoblación, en un pueblo de mayor
importancia.
En Uña debes conocer la
bella hoz de "los Cortados" , que forma una cresta rocosa alargada
Está protegido el
sustento de agua por el embalse de la Toba y por la laguna, rico ecosistema de
flora y fauna.; y, próxima al pueblo existe una piscifactoría.
Destaca su parroquial
de San Miguel Arcángel, del siglo XIII,
restaurada y modificada hacia el XVI. Su fábrica es de mampostería con sillares
en esquinas y espadaña, siendo rematada en ladrillo, se entiende que en época
posterior. La iglesia es de una nave, arco triunfal adovelado que abre entrada
al presbiterio; su techo en madera es a dos aguas.
En Uña se practican
deportes náuticos, la laguna conserva incólume el carácter de territorio
virgen, salvaje, que posee a pesar de ser su origen artificial.