En un pueblo de la provincia de Cuenca, en uno de
los cerrados meandros del Júcar, en el que se erige un cerro. Su población data
de tiempos ancestrales cuando el terreno lo habitaban las tribus iberas,
romanizadas después. En tiempos de la invasión musulmana se configura como
fortaleza y precisamente este es el origen de su nombre, pues “Alarcón”
significa “la fortaleza”, que empiezan siendo solo un pequeño baluarte
defensivo, un pequeño castillo para defender el terreno, sobre el que se
edificaría el que aun hoy puedes contemplar.
Además del
castillo tiene otro patrimonio arquitectónico, tal como la Ermita de Santa
María de la Orden, en clara alusión a la Orden de Santiago; la Iglesias de
Santo Domingo de Silos, que data del siglo XIII, románico tardío. De su fábrica
original conserva ábside semicircular rematando su única nave y también la
portada abocinada con columnillas encapiteladas en cada una de las jambas con
arquivoltas que apuntan un protogótico. También en ella hay presencia del
Renacimiento y Barroco, siendo declarada el 19 de febrero de 1992, Monumento
Nacional.
Otro patrimonio arquitectónico son las iglesias
de Santa María del Campo, San Juan Bautista, hoy convertida en Centro de Arte
Pintura Mural de Jesús Mateo, que se empeñó en pintar el interior de la antigua
iglesia, pinturas que se realizan entre 1994 y 2002 y que han sido protegidas
por la UNESCO; y también destaca la Iglesia de la Santa Trinidad. Dentro de la
arquitectura civil hay que visitar el Palacio de los Castañeda, por supuesto el
Ayuntamiento y la Casa de Villena, que nos trae al recuerdo las luchas al trono
entre los Reyes Católicos y Juana, llamada La Beltranea, a quien tanto apoyo
prestó el Marqué de Villena.
Alarcón fue declarada Conjunto
Histórico-Artístico en el año de 1981.