Existen muchos métodos para eliminar las indeseables y antiestéticas manchas en la piel producto del paso del tiempo en nosotros y de las agresiones del viento, frío, etc. Entre los remedios que conocemos están las cremas y lociones, también los tratamientos con láser, aunque los resultados satisfactorios no siempre son seguros.
Por eso hay que contemplar alternativas para complementar o para reforzar los tratamientos o simplemente usarlas de forma natural rechanzando cualquier otra cosas que pueda resultarnos más agresiva.
Las manchas suelen localizarse en los codos, las axilas, las rodillas, la cara, etc. El limón es un remedio tradicionalmente eficaz que, además, supone un efectivo bactericida. También aclara y cura la piel, elimina puntos negros y espinillas; e incluso es capaz de terminar con erupciones producidas por la ingesta de algunas medicinas para las que el paciente presenta algún tipo de alergia o reacción.
El jabón de limón, que es una receta muy sencilla, podemos hacerlo nosotros mismos en un rato de ocio mezclando glicerina pura, con zumo de limón y también ralladura de limón.
La preparación del producto se hace derritiendo en primer lugar el jabón al baño María y agregando después el zumo de limón, por último sumaríamos la cáscara rallada, para terminar colocándolo en moldes y dejándolo que enfríe y endurezca el ya jabón. Utilizado por las mañanas y con constancia, veremos que consigue homogeneizar el tono de la piel dándole un aspecto más saludable.
Pero aún existe otra posibilidad, y esta es utilizar una mascarilla de limón. La mascarilla de limón se prepara con yogur natural, que mezclaremos con zumo de un limón y aplicaremos o bien con las manos, con los dedos o por medio de un pincel si esto facilita la tarea. Debemos dejar reposar y actuar durante unos treinta o cuarenta minutos. Y, sabremos, que esta tarea hemos de realizarla por la noche. Cuando retiremos la mascarilla, enjuagaremos con agua la cara y aplicaremos una crema hidratante masculina. La sensación de relax hará que conciliemos más fácilmente el sueño.
La zona de las axilas y de los muslos, por ejemplo, son zonas delicadas que suelen mancharse con el uso constante de desodorante, la primera y con el roce de las piernas con los tejidos del pantalón, en el segundo de los casos.
Si se usan productos como los desodorantes, su alto contenido en alcohol transmitirán sequedad a la piel. Para el blanqueamiento de la zona se hace preciso la mezcla de polvo decolorante con zumo de limón, que aplicaremos sobre la zona afectada y dejaremos que actúe durante unos quince minutos aproximadamente. Retiraremos después con agua y aplicaremos crema hidratante seguidamente, repitiendo la operación una vez en semana.
Es importante que evitemos el sol mientras se aplica este tratamiento.