Sabemos que los
productos de afeitar llevan incorporados principios que en sí ya significan un
cuidado para la piel, pero es muy aconsejable completarlos con una exfoliación con
periodicidad semanal. Para nuestra imagen será fundamental que sea, sobre todo, en la zona del rostro para eliminar
células muertas, así se revitaliza la piel a la vez que se limpia en
profundidad y que se mejora la circulación sanguínea.
Se aconseja efectuar la
exfoliación antes
del afeitado, pues con ello se abren los poros y permiten un
afeitado sumamente suave. No debe hacerse después porque la piel se encuentra
irritada y la exfoliación solo lograría inflamar la zona.
Aunque resulte extraño
ver que existen productos específicos para mujeres y para hombres, hay que
seguir las recomendaciones pues la cosmética es diferente en función de la piel
más sensible en la mujer y más firme en los hombres. Hay que saber que es
necesario un masaje suave durante unos minutos que hará que el exfoliante
penetre y produzca el efecto debido. El masaje se deberá centrar en lo que se
denomina zona
“T”, es decir, barbilla, nariz y frente. Una vez que se termine este masaje
previo se procederá al afeitado y tras el mismo a la aplicación de loción o
crema hidratante.
Es aconsejable que la loción o la crema que
nos apliquemos tras el afeitado tenga protector
solar, pues esto hará que la piel quede protegida de la acción de los rayos UV
debidamente, estos rayos producen envejecimiento en la piel, con lo cual, si
estamos debidamente protegidos, el envejecimiento se retrasará si actuamos con
disciplina y constancia. Como no sólo los rayos UV son los que tienen toda la
culpa del envejecimiento del rostro, evitaremos los gestos excesivos, las
muecas innecesarias, fruncir el ceño, etc. No quiere decir que la pose sea de
faraón egipcio, pero sí debe ser una pose de serenidad, si somos comedidos en
las acciones, el cuerpo lo agradecerá y la cara es el espejo del alma, como
diría tu abuela.