Ya sabemos
que Cuenca es una ciudad encantada y con encanto, pero más allá de estos
tópicos basados en la sabiduría popular hay que hacer referencia al paisaje,
considerado dentro de la categoría de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza UICN III como Monumento natural, que es la denominación que
clasifica a las áreas que contienen “uno o más sitios específicos de valor e
importancia natural o cultural excepcional debido a su rareza, cualidades
estéticas inherentes o significado cultural”.
El Tormo
Alto, es el ejemplo de erosión diferencial dentro de la Ciudad Encantada de
Cuenca que se ha convertido en monumento natural representativo y representante
de Cuenca.
La Ciudad Encantada es un
sitio de 250
hectáreas que está a 40°12′29″N
2°0′35″O 40.20806, -2.00972.
Sitio ideal para escaparse y respirar aire puro que sustituya a preocupaciones
laborales y cualquier situación de estrés por la que estés pasando.
La zona fue declarada como sitio natural de interés
nacional en 1929, el 11 de Junio, pero el mérito fue de la acción de las aguas,
el viento, el hielo que modelaron la zona, dibujando, mediante este fenómeno
kárstico, las formas increíbles que podemos ver y disfrutar hoy.
No olvides la cámara si te acercas por aquí, pues una
vez en el sitio lamentarás haberla olvidado sin duda; si acaso decidiste
olvidarte del teléfono móvil para asegurarte tranquilidad y paz, recuerda que
silenciarlo es una buena opción, porque la cámara del teléfono también es muy
buena para captar momentos singulares.
Merece la pena contemplar toda la heterogeneidad de estas
rocas por su morfología, su composición química y también su grado de dureza,
estas variaciones son las que han permitido el desgaste desigual que vemos de
las mismas y las han convertido en verdaderas esculturas naturales.