Por Ramón de la Campa Carmona Todos estamos muy confundidos con lo que está pasando, es una situación verdaderamente insólita: un virus ha hecho tambalear nuestros mundo y lo ha puesto patas arriba, y todos, lo queramos reconocer o no, sabemos que marcará ineluctablemente un antes y un después. Ante lo insólito del asunto, cabe preguntarnos si ha sido un fenómeno natural o intencionado. Ya los tiempos de guerra convencional han pasado. Ahora tenemos una permanente ciberguerra, que estalla a veces en una guerra líquida, en la que es atacada la población civil para provocar el pánico generalizado. Pero parece que se ha dado un paso más, parece que estamos siendo cobayas de un primer asalto de una guerra bacteriológica, potenciada y dirigida por los medios de comunicación, con unos objetivos de ingeniería social de primer orden. Es algo que, por lo perverso y desnaturalizados, cuesta trabajo creer. Es obvio que tras la caída del muro de Berlín en 1989, los únicos rivale