El tratamiento de la celulitis tiene un antes y también tiene un después porque existe un nuevo horizonte en la medicina y se llama carboxiterapia. Se trata de trabajar con anhídrido carbónico para optimizar los tejidos. Este tratamiento está basado en el empleo de dióxido de carbono como gas terapéutico y aplicado hipodérmicamente. Es uno de los mejores tratamientos contra la celulitis, aunque se aplica en varios tratamientos de medicina estética para combatir también la obesidad, se utiliza para lipoescultura, injertos de piel, medicina deportiva y úlceras. Su uso se ha extendido rápidamente ya que el dióxido de carbono carece de toxicidad, aunque se aplique en dosis elevadas; y no produce subidas en la presión arterial. El organismo en reposo produce unos 200 cc de CO2, esta cantidad puede aumentar unas 10 veces cuando se practica ejercicio, y es en ese rango en el que se encuentran las dosis utilizadas de forma terapéutica. Se utiliza incluso en técnicas de quirófanos, en