Estamos inmersos en el absurdo de planteamientos socialcomunistas desfasados de tiempo y época que quedaron allá en la revolución China cuando se despersonificaba a las personas convirtiéndolas en meras entidades que respondían solo a un número y cuyo emperador fu literalmente reseteado por aquel abominable sistema que aún persiste. Como vemos siguen bebiendo del sistema socialcomunista alienante de la condición humana y que corroe todo por principio. El principio básicamente es no tener principios, no tener ideas, que la gente no sean capaces de pensar por sí mismas, que se cuestionen todas las bases que nos han llecho ser lo que somos hoy y llegar a ser lo que hoy somos. De seguir por este camino nos va a doler mucho la cabeza. Qué tal si votamos correctamente la próxima vez y, una vez realizadas las elecciones le damos la confianda al partido que más votos obtenga porque esa es la expresión del pueblo siempre que se haya garantizado previamente la pureza del proceso electoral de