No, a los animales no les hace falta hablar, ni diccionario ni Real Academia, a nosotros, como somos "los perfectos", sí... Pero si os fijais bien los dos están en la misma postura, pero el pastor alemán está en eso, en su pastoreo, está cuidando de su ovejilla que le ha dado por mojarse las manitas en el agua de la mismísima piscina... Él ve peligros donde el niño no los ve. Pese a que los perros se mantienen psicológicamente siempre en lo que sería la infancia de una persona, según razás alcanzan más o menos años, en esa psicología perruna que a unos los estanca para siempre en los 5, en los 7 en los 14, sin embargo en esa "infancia eterna" desarrollan una trascendencia que ya quisiera el humano y desde su misma infancia dan lecciones de madurez y responsabilidad, de valor, de juicio, se hacen cargo de cosas y de problemas que a lo mejor un adulto humano, ni repara en ellas. Así es, quien convive con ellos lo sabe de sobra.