La Iglesia de la Virgen
de la Luz es también llamada de San Antón. Es la sede de la patrona de Cuenca,
un bello edificio que es propiedad municipal. El conjunto está enmarcado en un
entorno de gran belleza en el que hace, lógicamente, sus aportaciones de gran
belleza arquitectónica.
Se construye entre el
siglo XVI y el XVIII y en su traza fue
fundamental la mano de Martín de la Aldehuela.
Como tendrás ocasión de
ver cuando te acerques a conocerla, tiene una estupenda decoración interior rococó. Cuenta con dos portadas, una de las
cuales es plateresca y se conserva del antiguo convento que se ubicó en el
lugar. El convento hospital se dedicaba a la sanación y remedio para enfermos
de fuego. Es copatrón San Antonio Abad, patrón de los animales. A la Imagen de
Ntra. Sra. De la Luz también se la llamó del Puente
y que también de la Ciudad en la antigüedad.
La imagen de la Virgen
de la Luz, patrona de la villa, es una talla de tez muy oscura sin que podamos
decir que sea negra, realmente Cuenca parece en todo su arte recibir influencia
francesa. Esta talla es la típica talla de corte francés, hierática,
mayestática, en la línea que la Virgen de Los Reyes, patrona de Sevilla y que
la Virgen del Rocío. Imagen gótica en la que a penas hay expresión o se esboza
una levísima sonrisa para transmitir bondad a la vez que magestad, no en vano
porta cetro, bola del mundo y candil, para regir e iluminar al mundo. Es una
madonna, no es una dolorosa y en su brazo izquierdo porta sedente al niño Jesús
en magestad, coronado, en actitud de bendecir al mundo que porta en su mano
coronado por una cruz.
A los pies una luna de
plata con un angelote, representa la pureza y la victoria frente al mal. Su
pose hierática nos habla de que la imagen está tallada en lo que vemos, cara,
manos y figura del Niño, generalmente este tipo de imágenes presentaban
mecanismo que hacía moverse el brazo derecho de forma que la imagen pareciera
bendecir a los devotos.