La Fundación Antonio
Saura recoge la obra completa de Antonio
Saura (1930-1998), sus escritos, su fondo documental y fotográfico, su
biblioteca. Todo ello está siendo custodiado por los herederos del artista, que
son Mercedes Beldarraín y Marina Saura; ellas, junto al albacea de Saura,
Olivier Weber-Caflisch, crearon en el año 2006 la fundación en Ginebra (Suiza)
con el nombre de “Fondation
Archives Antonio Saura”, y la entidad gestiona la divulgación del
legado artístico. La Fundación tiene declaración de interés público.
Al poco de fallecer Antonio
Saura y contando, al parecer, con la oposición de las disposiciones
testamentarias y de sus herederas y del albacea del artista, se inscribió una Fundación
Antonio Saura en Cuenca, y se mantiene en base a las instituciones municipales
y también autonómicas de Cuenca y de Castilla-La Mancha. Existe cierta polémica
en torno a la Fundación conquense pues desde los partidarios de la fundación
suiza se lanzan acusaciones de daño al nombre e imagen de Antonio Saura y
declaran que la fundación conquense no tiene derecho de propiedad intelectual ni
derechos derivados de la personalidad propia de Antonio Saura.
A ambas instituciones
las separan años de procesos judiciales estériles por el deseo de apropiación tanto
del nombre como de la obra de Saura.
Existe una web
vinculada a la fundación suiza en la que se puede ver información relacionada
con Antonio Saura y su obra, o con la misma Fondation Archives Antonio Saura, el
enlace es el que sigue: www.antoniosaura.org
También existe una lista de documentos en los que,
cronológicamente, se pueden seguir y estudiar los litigios entre la
fundación conquense y la suiza, así como con las autoridades de Castilla-La
Mancha.
En declaraciones a
Europa Press del director de la Fundación conquense, Miguel López, éste manifestó
la inquietud existentes sobre las aportaciones económicas a esta institución
española.