El Júcar nace en la
Serranía de Cuenca y es un río que a la vez es valenciano,
donde toma el nombre de Xúquer;
aragonés, nombrándose en Aragón Xúcar
y castellano, Júcar de toda la vida.
El río que vierte al
Mediterráneo tiene una longitud de 497,5 km., y atraviesa varias provincias
como Cuenca, Albacete y Valencia. El imperio romano lo conocía como Sucro y tiene su nacimiento a 1.700
metros en El Cerro de San Felipe, en su vertiente meridional y en los Montes
Universales, al sitio que llaman Los Ojos de Valdeminguete, cercano asimismo de
donde nacen los ríos Cuervo, que pertenece a la Cuenca del Tajo; el Guadalavir,
afluente del Turia; el Cabriel, que corresponde a la Cuenca del Júcar; y el mismo
Tajo, allá en la Cordillera Ibérica.
Establecer una ruta
turística por estos senderos no tiene precio, conocer la hidrología es conocer
un poco la vida, la vida nace en el agua y de ella obtenemos múltiples
beneficios.
Son los Montes
Universales el principal divortium
aquarum, divorcio de las aguas, es decir, la principal divisoria de las aguas que
confluyen por la vertiente atlántica y que vierten al Mar Mediterráneo.
El río Júcar, en su curso alto, recorre las montañas
de la Sierra de Cuenca en sentido norte-sur, alcanzando en este lugar un caudal absoluto de 11,25 m³/s y un caudal relativo
de 11,43 l/s/k², siendo esta una zona en la que las precipitaciones medias son superiores
a los 800 milímetros al año.
Cuando el Río
Júcar pasa por Cuenca lo hace por una geografía a la que no le falta detalle.
Podrás ver formas cársticas, cañones, gargantas, cuevas, torcas, dolinas y
lenares, además de otros fenómenos que resultan de la erosión fluvial que
incide sobre en rocas calizas.
Los ejemplos
más representativos de erosión fluvial y cárstica en tierras del Júcar serán
formaciones como la llamada Ciudad Encantada, Las Majadas, el propio cauce del
Júcar y sus afluentes, como lo es el Huécar en la mismísima Cuenca, formando la
Hoz del Huécar, domicilio de las Casas colgadas.
Otro
fenómeno que verás como característico de la acción del Júcar en su tramo
inicial es la acumulación de arcillas procedente de la descalcificación de
margas en las zonas más deprimidas, se forman allí arcillosas dolinas o
planicies.
Antes de que
el Júcar alcance el Ventano del Diablo, el río Uña, se incorpora como afluente
que es, por su margen derecha y en esta confluencia viene a formar, como podrás
observar, una laguna porque sus aguas represan por el dique de la ribera
derecha del Júcar.