Huete tiene presencia
poblacional desde la prehistoria, la presencia del hombre en este terreno se
data en unos 10.000 años, Paleolítico Inferior; pero en el Musteriense,
Paleolítico Medio, sus presencia se hace más visible y se ha detectado
constancia de pequeños grupos nómadas sobre los valles fluviales del Mayor y
Borbotón. Se ha detectado abundante industria lítica en siles en útiles y
herramientas.
En la Edad del Bronce,
hace unos 4000 años, se constata el primero de los asentamientos estables que
se ubicaría en el cerro del Castillo, lugar defensivo muy útil y que persiste
poblado durante la protohistoria, la Edad Antigua, la Edad Media, continuando
sin descanso hasta nuestros días.
Durante los siglos IX y X se convierte en un foco
importante para el elemento bereber de varias tribus bajo el poder de los Banu
Di-l-Nun, que después tomarían el control del reino de taifas de Toledo, entre
1031y 1085.
Al-Qadir,
último rey moro toledano, se retiró a morir a Huete, tras dejar el poder
en las manos de Alfonso VI, pasando sus tierras a manos de Álvar Fáñez. La
localidad se repuebla con elementos de la Meseta Norte frente a la reacción de
los almorávides.
Como Castilla pierde en la Batalla de Uclés en
1108, Huete se va a convertir en un espacio muy cotizado, situado en la
vanguardia del reino frente al poder andalusí. El califa de Al-Andalus, el
almohade Abu Yaqub Yusuf, Yusuf I, en
julio de 1172, cerca Huete diez días, aunque los moros sólo entraron en los
arrabales, sin que llegaran a tomar el castillo; y, debilitados abandonarían el
asedio dirigiéndose a Cuenca capital.
En 1164 se produce la Batalla de Huete. Las tropas de la Casa de
Castro derrotaron a los partidarios de la Casa de Lara, a las órdenes de
"el Castellano", Fernando Rodríguez de Castro, y resultó muerto en la
batalla el Conde Manrique Pérez de Lara del bando contrario. Estamos en la
minoría de edad turbulenta Alfonso VIII de Castilla que vence en la Batalla de
las Navas de Tolosa.
Ya en el Renacimiento, Huete adquiere de manos de
Juan II en el siglo XV, el título de Ciudad, por intervención de gracias a la
intervención de, "El Halconero", Pedro Carrillo de Huete, cronista
del rey.
Por su parte los
Reyes Católicos, la
distinguirían el 28 de febrero de 1477, como
Noble y Leal.
Con los Austrias pasa a ser, dentro de la
provincia de Cuenca, la cabeza del Partido de Huete.