El conocido como Convento de San Pablo es hoy Parador Nacional, y fue
casa profesa de dominicos en la historia con una estupenda iglesia gótica
frente a las Casas Colgadas de Cuenca, aquí la cámara de fotos se hace
indispensable pues es espectacular la panorámica conquense que podrás disfrutar junto al Puente
de San Pablo sobre Hoz del Huécar.
Como se adivina, está
ubicado extramuros de la villa en un “hocino” o cerro o promontorio; y en un
paraje de singular belleza sobre el cauce del río a considerable altura del mismo.
Fama est que los autores de tal monumento fueron los
hermanos Alviz, Juan y Pedro, de acuerdo con las líneas y modas del momente, un
siglo XV en el que en España conviven los finales del gótico y los comienzos
del renacimiento. Realmente son arquitectos de transición que consiguen imbuir
su personalidad a tan maravillosa obra.
Su iglesia avanza sobre la Hoz del Huécar, el claustro
a la derecha, ambos del siglo XVI, así como una serie de edificaciones posteriores
que se han ido sumando en el tiempo para dar respuesta a las necesidades del
clero que habitó el lugar.
El monasterio se funda en tiempos del canónigo Juan
del Pozo, que fue su fundador, y por ello su enterramiento tuvo lugar en el crucero
de la iglesia. Posteriormente el cuerpo, que descansa bajo piedra blanca
adornada con bajorrelieve, fue adosado al muro de la derecha de la iglesia
cambiando de este modo su ubicación.
Como la misma imagen de Cuenca el Convento parador
tiene aspecto de fortaleza, no en vano, antaño, los monjes en pro de la defensa
del Cristianismo y para la lucha contra las ordas musulmanas que tanto tiempo
estuvieron dominando a los pobladores peninsulares, combinaban el “ora et
labora”, también con un sentido militar y defensivo de sus conventos que eran
plazas inexpugnables, tal que el que ahora nos ocupa. Cuando lo veas te
transportará a aquellas lejanas épocas.