Si te gustan
las piedras, la geología, y decides pasarte por la Ciudad Encantada de Cuenca,
te encontrarás como pez en el agua, puesto que este paraje natural es de
formación rocosa calcárea y caliza que tiene miles de años; y siempre podrás
llevarte alguna piedrecilla que no pese mucho como recuerdo de Cuenca para tu
salón o estudio.
Si te gusta
el senderismo o las meriendas campestres también estás en el lugar adecuado.
Cerca de Valdecabras, arcaísmo que se ha conservado cuya etimología procede de
“Valle de Cabras”, ¡…lógico..¡. Está en el término municipal de Cuenca y se
configura como una zona amplia de pinares situados sobre la parte meridional en
la serranía conquense.
No olvides
que estamos a 1.500 metros, las vistas son impresionantes, la pureza del aire
es garantía de recuperación de cualquier mal.
Valdecabras es una localidad considera como "barrio pedáneo",
pedanía, de la capital de Cuenca y que en el censo de 2009, realizado por el
INE, Instituto Nacional de Estadística, se contaron 84 habitantes. Como te
imaginarás, se trata de una población envejecida, que se triplica en los meses
de verano cuando vuelven a su pueblo la gente que salió un día buscando mejorar
su nivel de vida.
La zona es ideal para aquellas familias o personas que quieran decir
adiós a la vorágine de las ciudades y cambiar crisis por productividad, en un
medio rural que ofrece tanto que no se puede ni contar con palabras. Hay que
ver para creer y para hacerse uno con la naturaleza hay que venir por aquí.
Las fiestas de San
Roque entre el 15 y el 18 son las vacaciones
ideales que los lugareños esperan para volver a su casa y los turistas esperan
conocer, por todo lo que encierra de religiosidad popular, ambiente,
celebraciones. La propia festividad de San Roque es el día 16 pero son cuatro
los días que se dedican en su honor.