La Iglesia del Salvador es uno de las
parroquias más antiguas de la ciudad de Cuenca, conserva restos constructivos
desde la Edad Media, tal es el caso de la portada medieval, descubierta en
junio del año 2006, que puso de relieve aún más el valor del histórico monumento
arquitectónico.
Los retos medievales incluyen capiteles
figurativos y, posteriores, los azulejos incrustados en la portada- El templo
del Salvador ha evolucionado arquitectónicamente desde el siglo XIII hasta la
actualidad.
San Salvador aparece en la vista trazada
por Anton van den Wyngaerde de la ciudad de Cuenca desde el oeste, que realizó el
pintor flamenco allá por el año 1565.
Desde antaño su campanario se situó a
los pies de la iglesia sin rebasar la cubierta de la nave, esto fue así y queda
constancia en documentos fotográficos anteriores a la reconstrucción del templo
de principios del siglo XX.
La iglesia toma el aspecto con el que
hoy la podemos contemplar a partir de fines del siglo XVI, cuando experimenta
una profunda remodelación.
De 1895 data la cubierta a cuatro aguas que
se realizó en hierro, pocos tiempo antes de la construcción de la pasarela
metálica de San Pablo. A esta época también pertenece el retablo mayor que ocupa
todo el testero de la nave, obra de Rafael Alfaro, que se sabe costó 82.619,16
pesetas y se hizo ente los años 1893 y 1895. En la factura del retablo también
intervendrían un dorador, un marmolista y un tallista de madera, en base a
estos recursos humanos será el producto, un retablo de madera dorada y
policromada con cuerpo principal de cinco calles, con columnas de orden
corintio; y en cada calle dos hornacinas con imágenes.
Entre 1903 y 1905 se construye una nueva
torre de campanas, destacando bien de la altura del templo y el coro actual que
había proyectado previamente Luis López de Arce.