La Calle
Alfonso VIII de Cuenca tiene una situación privilegiada en
el casco Histórico de Cuenca, que comienza en el Puente de la Trinidad y sigue
por la calle Alfonso VIII llegando a la Plaza Mayor. Aquí encontrarás
alojamientos excelentes, típicos, cómodos, históricos y singulares; es una zona
de restaurantes, está bien comunicada y cuenta con la presencia de la Oficina
de Información Turística; si te desplazas algo más arriba, encontrarás el
Barrio del Castillo que no puedes dejar de conocer y en el que podrás aparcar
cómodamente.
Estamos en el barrio monumental, junto a
la Catedral y a las Casas Colgadas, el Parador Nacional y el Puente San Pablo;
otras atracciones turísticas son el Palacio Episcopal, la Casa Consistorial o
Ayuntamiento de la villa, la Torre Mangana. Podrás visitar Museos y Galerías de
Arte, Seminarios, Iglesias y Conventos.
En la calle de Alfonso VIII también hay
aparcamiento público, por si no tienes suerte y aparcas de camino, y tiene
salida peatonal a la altura de la séptima planta. Las líneas de bus son las 1 y
2, fáciles de reconocer pues están justo frentea la Catedral; y el 12 te lleva
a la Estación AVE Fernando Zóbel que conecta con el Casco Antiguo de Cuenca.
Pero la ubicación de la Calle Alfonso VIII de Cuenca es ideal para quienes
vienen a la villa a conocer patrimonio histórico sin que tengan que hacer
grandes desplazamientos.
En la calle
existen buenas opciones para alojarte, algunas casas han sido restauradas y
cuidadosamente restauradas, son en ocasiones casas señoriales que conservan
todo el sabor de antaño con sus fachadas de piedra, su mobiliario tradicional
rústico y artesonados de vigas de madera, gruesas paredes y sólidos muros,
suelos de barro, preciosas rejas, ventanales flaqueados por sillares de piedra,
que te van a transportar a otras épocas y que te alejarán del estrés y te
cautivarán y adentrarán en las leyendas conquenses y en su historia. Tradición
oral y verdad, espiritualidad y materialidad, la mano del hombre
estrechándosela a la naturaleza. Eso es Cuenca.