Está claro que todo lo que nos
parece atractivo o engorda o es pecado…¡¡. Pero no hay que dejarse arrastrar
fácilmente, aunque nos guste hacerle caso a aquel refrán según el cual “la
mejor forma de vencer la tentación es caer en ella”.
La publicidad intenta vender bollería
industrial con el engaño de que son fuente de energía para la musculación y que
están hecho en base a aceites vegetales. Con la bollería no haces más que
engrasar tus arterias, algo peligrosísimo para quienes realizan ejercicio, por
placer o por necesidad. Generalmente contienen ácidos grasos de poca
recomendación tales como los de palma y coco, que aunque sin duda son aceites
vegetales, son grasas saturadas y van a perjudicarte en tu salud.
Ya con lo que hemos visto sería
suficiente, pero aún hay más; a estos inconvenientes hay que sumar que esta
bollería está hecha con harinas refinadas y con azúcares sencillos; posee
colorantes artificiales, y debes pensar en todo esto cada vez que pienses en
engullir algún pastel de bollería industrial. Ya sabemos que a nadie le amarga
un dulce, pero hay algunas trampas por el camino chicos…
En cuanto a las chuches, estas están
cargadas de calorías vacías y vienen a producir en algunas personas cierta
adicción que no se lleva ni pizca de bien con el fitness. Las gominolas hay que
reconocer que son cautivadoras pero piensa que son como una especie de bomba en
base a tres principios: azúcar, glucosa y colorantes.
Mucho mejor será recurrir a los
zumos naturales que sí te van a aportar la energía que necesitas en tu dieta
fitness.
El caviar, qué maravilla…¡¡. Algo
tan caro no podía ser malo…., pero sí. La razón es que aporta unas calorías que
no te puedes ni imaginar. Nosotros te pondremos al corriente: hasta 244
calorías / 100 gramos. Eso supone que el colesterol se te va a disparar si te
gusta con delirio y abusas un poco de este sabroso alimento que, además tiene y
una gran cantidad de sodio. Un exceso de este tipo puede suponer después como
dedicarse a preparar una carrera de ultrafondo.