La Historia es cíclica o pendular, los sucesos parecen repetirse, con distintos personajes o con los mismos porque el hombre es el único animal que cae dos veces en la misma piedra; y, suele suceder, que al orto lo sucede el ocaso, esto pasa en realidad todos los días, pero en la Historia también pasa.
Si recordamos, los locos años veinte, del siglo XX, éstos fueron una explosión de prosperidad, se avanza en industria, en economía, en mentalidades, hasta en la moda, se acortan las faldas y todo adquiere un aire más informal y más práctico a la vez.
En Estados Unidos, el gran coloso, cuyas acciones afectan a nivel mundial, se vivió una de las etapas más prósperas durante los años 20. Aparecen la radio, el automóvil, los aviones, etc., todo ello es reflejo de una próspera industria.
La revolución industrial trajo consido el lumpemproletariado pero también progreso y, según en el estrato social en el que cada cual se situase, prosperidad o miseria, pero los 20 fueron brillantes, locos y brillantes. Aunque no todos estaban tan locos, solo que la realidad los aplastó.
La especulación en bolsa causó furor al fin de los años 20, la bolsa daba grandes beneficios, los ricos especulaban y pronto también lo hicieron los no tan ricos que veían una oportunidad para prosperar, pues estaban viendo multitud de casos en que un rico se hacía de la noche a la mañana, los bancos respaldaban estas acciones bursátiles con el dinero de sus clientes y a sus clientes, que ahora lo eran también pequeños empresarios, ahorradores, trabajadores.
Joe Kennedy, fundador del clan re Kennedy, recibió un buel día el consejo de su limpiabotas invitándolo a invertir en bolsa, él pensó que si su limpiabotas opinaba sobre bolsa es que el mercado de valores estaba recalentado.
La gran movilidad en la bolsa (como hoy) recalentó los precios, de tal forma que los títulos con valor de 100$ podían llegar a negociarse en 10.000$, pero los precios tienen un recorrido en el que alcanzando un tope solamente les queda caer. En Marzo de 1929 en la bolsa n se registró caídas bx peoyorkina se registraron masivas ventas, después se recuperaron con intervenciones ma artificiales.
Sobraba papel y dinero en efectivo, los tipos de interés subieron al 20%.Se llega a un equilibrio extraño, de pánico y de recuperaciones, que se derrumba el llamado Jueves Negro, día 24 de Octubre de 1929. La bolsa baja estrepitosamente y toca fondo la semana siguiente haciendo famoso al dichoso Martes Negro; y, los títulos que valían 100$ ahora se vendían ahora por 10.000$ pero ya no los compraba nadie, no tenían respaldo en efectivo, nadie los quería, pasaron a valer NADA.
El crack de la bolsa en el 29 motivó reacción en cadena en el sistema financiero, los bancos empezaron a tener le problemas, se acabó la solvencia y la liquidez; y, al acentuarse la desconfianza de la población, decrece al mismo tiempo la capacidad para rembolsar a los depositantes que habían prestado el dinero para la compra de acciones y ahora no valían nada, el dinero había desaparecido; y las plusvalias de las acciones se convirtieron en beneficios ficticios, nunca existieron realmente.
La gente que llegaba a los bancos a retirar su dinero no podían hacerlo, las puertas de la entidad estaban cerradas, habían perdido los ahorros de toda su vida entera, estaban en la miseria.
Se había producido una superproducción a la que había acompañado un subconsumo. En los años 20 incrementó notablemente la producción en Estados Unidos, sobre todo la producción industrial; en el campo se dieron consecutivamente varios años de buenas cosechas que generaron superproducción agrícola. Esto motivó el abaratamiento excesivo de los precios, el campesinado y las empresas agrícolas se arruinaron.
Nos suena esto ¡verdad!.
El resto de la sociedad no podía de ninguna forma levantar al sector agrícola, el paro hizo caer el consumo y esto había sido así desde 1925, a partir de entonces se empezaron a acumular productos que no tuvieron salida, esta situación indujo la caída de los precios, a lo que se sumó el desempleo y agudizó la pérdida de la capacidad adquisitiva en la ciudadanía.
El crack provoca una recesión en los Estados Unidos que se deja sentir en toda Europa y que duró una década.
Pequeños ahorradores y trabajadores también lo perdieron todo sin que hubiesen invertido nunca en bolsa. Se destruyó empleo a ritmo de 12.000 puestos laborales diariamente, se llegó a los 12.000.000 de parados, se arruinaron 20.000 empresas, 1.616 bancos; uno de cada 20 granjeros quedó desahuciado perdiendo hacienda, terreno, medio de vida.
La situación nos parece familiar, ¡verdad!.
Tras el Jueves Negro en la Bolsa de Wall Street, muchos de los millonarios e inversores nuevos, que habían hasta el momento prosperado y sus fortunas habían crecido como la espuma, sufrieron fuertes pérdidas y, como la espuma, también bajaron sus fortunas, en la mayoría de las ocasiones hasta la más absoluta ruina y endeudamientos, tanto fue así que muchos emrpesarios y accionistas, desesperados, optaron por el suicidio y diariamente se tiraban de balcones y ventanas o practicaban otros tipos de suicidio estos pobres que algún día fueron ricos.
Tras escribir esta nota que sigue, el vicepresidente de la Earl Radio Corporation decidió saltar al vacío desde la décimoprimera planta del hotel Sheraton, en Lexington Avenue, donde se alojaba. Dijo:
“Estamos en la quiebra. En Abril valía 100.000$ y hoy tengo 24.000$ en números rojos”.
Este podría ser considerado uno de los muchos casos de suicidios que produjo el crack de la Bolsa de Nueva York de 1929. Aunque hubo y hay quienes niegan esta cadena de suicidios, lo cierto es que en la Facultad de Geografía e Historia, en Historia Universal de América, es lo que se estudia. Y la situación concuerda con el comportamiento que la gente tiene cuando se ve totalmente perdida y sin futuro alguno, el único recurso, la única salida que ven a la situación es el suicidio independientemente de cómo éste se produzca.
En el caso del Presidente de la County Trust Company, J.J. Riordan, la forma de suicidio fue el disparo en la cabeza. No todos se tiran por precipicios, pero lúgubre factor común es el hecho de suicidarse.
En esta caótica crisis sanitaria, laboral, económica, etc. se están produciendo lamentablemente este tipo de nefastos sucesos porque la gente está empezando a desesperarse, desde antes de la crisis covid ya se cerraban todos los días muchos negocios pero ahora en plena pandemia es un verdadero horror porque la gente no tiene cómo pagar impuestos para mantenerse a sí misma, mucho menos cómo mantener un negocio, se producen quiebras, despidos en cascada, en el campo la crisis también se deja sentir de una forma paralela a como hemos mencionado en el 29, la política económica es un desastre total y absoluto, las relaciones con el exterior condicionan los precios y pudiendo vivir autarquicamente muy bien España está sometida a una serie de condicionantes que la hunden tal y como si le tiradan de los pies hacia abajo.
Una de las noticias de los diarios del Lunes 9 de Octubre de 2020 es que: El Íbex logra la mayor subida en 10 años y la sexta de su historia por los avances de la vacuna de Pfizer. Se dan circunstancias que hacen pensar en un respiro de la economía y posicionan a los inversores en situación especial para hacer inversiones más fuertes, confiando en que la compra en época de crisis son valores al alza cuando la economía despunte. La noticia del fármaco, Pfizer y BioNTech anuncian una eficacia del 90% en su vacuna contra el coronavirus; y noticia de la victoria de Biden como próximo presidente USA permiten un alza espectacular del 8,57% en el mercado de valores.
La Bolsa española logra la sexta mayor subida de su historia reciente, esta subida es la mayor en unos diez años, con un alza del 8,57% que le permite recuperar el nivel de 7.400 puntos, es el resultado de la victoria de Joe Biden en las elecciones USA y la confianza en la eficacia de la vacuna de Pfizer y BioNTech, en su tercera fase de ensayos clínicos.
El principal indicador del mercado nacional es el Íbex 35, que gana 589 puntos, un 8,57%, hasta 7.459,4 enteros, con ello regresa a los niveles del pasado julio, habiendo descendido las pérdidas acumuladas este año de 2020 al 21,88%.
Tras el comunicado de Pfizer y BionTech anunciando que la vacuna protege contra el Covid-19 al 90% en las personas que están participando en la tercera fase de su ensayo y el anuncio de que la semana próxima pedirían su autorización en Estados Unidos, la confianza vuelve a la Bolsa. La española repuntó más del 9% en media sesión, alcanzando el precio máximo del día en 7.535 puntos.El dueño de un popular bar de Sevilla, las Bodegas Díaz Salazar, se ahorcado en su local en la noche de este sábado. El negocio estuvo tres meses sin poder abrir por no contar con veladores, razón por la cual no cumplía con los requisitos de la normativa de prevención del covid 19. Este es el segundo suicidio de un hostelero hispalense. Unos cumplen a rajatabla con las normas y otros hacen malabarismos para saltárselas a piola, ponen veladores sin licencia, aglomeran a la clientela en la puerta, donde se junta un batallón, sin mascarilla, vociferando, etc. Nada de lo cual debaría consentirse, al menos, por respeto a los muertos por coronavirus y a los ciudadanos que se han suicidado por estas causas.
Bodegas Díaz Salazar es el típico bar sin mesas, se consume de pie, únicamente, chateo y tapeo, sin veladores, llevaba cerrado desde el comienzo de la crisis de covid 19. El fallecimiento de su dueño ha afectado a la vecindad, pues el establecimiento cuenta más de un siglo de historia, habiendo sido fundado en 1908 en la calle Garcia de Vinuesa, 20.
Es el segundo suicidio en Sevilla en un mes, la situación nos recuerda a aquella crisis de 1929 en la que la gente arruinada, sin salida, acababa con su vida porque no veía ninguna solución a sus problemas.
En Abril, el dueño de otro bar sevillano se quitaba la vida en el local de su negocio, en el barrio de Nervión. El hostelero, de 55 años, estaba afectado por una fuerte depresión producida por la crisis covid 19 y dejó mujer y tres hijos. Según publicó en su día OK Diario, un familiar habría encontrado el cuerpo sin vida dle hostelero en el interior del local, avisó a la Policía, personándose la misma junto a un equipo de bomberos y el servicio de emergencias. Solo pudieron ya certificar su muerte. El hombre, en la plenitud de su vida, se vio muy afectado por tener que cerrar el negocio, lo que ya se prolongaba durante unos dos meses. Habría realizado una importante inversión en su negocio y, no habiendo podido hacerle frente ya que hubo de cerrar por el confinamiento en la primera ola de del covid 19.