A los médicos chinos no los dejan hablar del principio de la pandemia en Wuhan, existe una especie de ley mordaza chinesca que mediante orden gubernamental impide a los médicos hablar de la fase inicial
en Wuhan de la pandemia, con todo ello el Gobierno chino quiere evitar que desde el extranjero se investigue sobre el origen del coronavirus. La investigación sería más que nada para concretar, porque científicos chinos directamente relacionados con las investigaciones del coronavirus hablaron y dejaron vídeos para que circulasen en las redes sociales y en las televisiones del mundo, su testimonio, de primera mano, sobre lo que pasó, pasa y advierten que pasará, según las intenciones que hay detrás de esta provocada artificialmente pandemia de covid 19. El Gobierno chino se defiende explicando que la infección vino de otros países.
Esta información ha sido proporcionada por la agencia japonesa de noticias Kyodo que hace unos días informaba que las autoridades de China habían publicado una orden de mordaza para hacer callar a los médicos de de Wuhan, la ciudad donde surgió todo. Según Kyodo “Les advirtieron que podrían ser castigados por espionaje si revelaban lo que sucedió durante la etapa inicial del brote"...
"Un médico en Wuhan contó que las autoridades sanitarias le dijeron que sería castigado por la ley si revelaba su experiencia y, si se le acusaba de espionaje, se le podría imponer la pena de muerte. Las instituciones académicas de la ciudad intentaron mantener registros del virus y el tratamiento de la infección, pero las autoridades obligaron a cancelar el plan".
Esta orden mordaza sería continuación del proceder gubernamental chino que impusieron al famoso oftalmólogo Li Wenliang, que falleció en Febrero por Covis 19 y a quien habían tratado de silenciar en Diciembre de 2019 por querer difundir su preocupación por el virus.
Dice la agencia Kyodo que "con la censura a Li Wenliang y a otros médicos, muchos descubrimos que los políticos de Wuhan habían ordenado que se nos ocultara la verdad para no crear pánico entre la gente. Seguramente todo sería distinto si desde el principio se hubiera informado a la población".
Este proceder no hace más que incitar a pensar que detrás de este forzado silencio existe una intención de control poblacional y de rentabilizar recursos haciendo desaparecer a una gran parte de la población, no ya china, sino a nivel mundial. Algo que algunos políticos de la UE han compartido diciendo que los mayores suponen una gran carga económica para los Estados. Esto tiene tintes criminales, ante lo que se han alzado voces culpando a personas que se mueven en la sombra y no tan en ella de querer crear un nuevo orden mundial. Si consideramos que el virus de coronavirus se liberó intencionadamente estaríamos ante un crimen de lesa humanidad.
Ante tal panorama, que podría avecinar una crisis internacional en lo político, las autoridades chinas tienen claro lo que deben difundir:
"No se quiso ocultar ninguna información. Lo que pasó es que avisamos tarde de lo que estaba ocurriendo en Wuhan". Esto es lo que expresa a la citada agencia Kyodo un funcionario de Salud de Wuhan, mientras que las autoridades eestarían defendiendo que el COVID-19 llegó del extranjero a China, culpando principalmente a USA. La prensa controlada por el Gobierno de Pekín expone que: "El coronavirus no empezó en
Wuhan, sino que pudo llegar del extranjero a través de alimentos
congelados”.
En nota de prensa del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China se expresa:
"Al menos 10 ciudades chinas han encontrado que los paquetes internos o externos de alimentos congelados importados están contaminados por el coronavirus, como carne de res de Brasil, nudillos de cerdo de Alemania y camarones de Brasil y Arabia Saudita, que muestran el virus podría permanecer vivo a bajas temperaturas durante mucho tiempo".En vez de canalizar todos los esfuerzos para erradicar la pandemia, las autoridades chinas se debaten en la búsqueda de razones para exculparse de ser el foco difusor del coronavirus. Tanto es así que el People's Daily, periódico oficial del Partido Comunista chino, en comunicado señala que: "Toda la evidencia disponible sugiere que el virus no comenzó en Wuhan".
Sin embargo no han podido acallar las voces que desde el principio han denunciado el proceder científico chino, siendo testigos como testigos implicados incluso en las investigaciones o también voces que toman el testigo de quienes "sorprendentemente" ya no están entre nosotros para poderlo contar en primera persona.