Hay verdaderas preciosidades y muchas marcas en estas bicicletas vintage que están dedicadas a la creación de colecciones inigualables, entre ellas por ejemplo Creme Cycles, que fabrica y comercializa bicicletas con diseños clásicos. En su colección 2011 nos ofrece gran gama de bicis vintage, con las que poder pedalear por el pueblo o por la ciudad y dejar aparcado el coche en estos tiempos de crisis tan agobiante en los que la gasolina está por la nubes y respirar un poco disfrutando del paisaje y de la salud que aporta un pedaleo diario.
Es un medio creativo de transporte que significa velocidad y comodidad. Existen muchísimos modelos, que como la Creme Caferacer son diseños de bici urbana con influencias de las bicicletas Porteur de los años 50 y 60. El ciclista adopta una posición semisentada que le da un equilibrio perfecto entre comodidad y velocidad, teniendo además un recurso en el frontal del bastidor ideal para transportar alimentos después de la compra, el ordenador portátil o cualquiera otra cosa que se tenga que transportar.
Estas bicis no sólo son prácticas sino que también son de una excepcional belleza y diseño. En estas máquinas parece cuidarse más al detalle el trabajo de pintura y el acabado de sus piezas.
En las bicis vintage se pueden encontrar características poco comunes ni frecuentes de encontrar en las bicicletas de hoy en día, más en serie. Cuentan, en la mayoría de los casos, con pulido a mano, marco de llantas con tacos y tenedor, que las hace una delicia para los conocedores del mundo de la bicicleta.
Además se agradece no ser un experto para tener que montar en bici, con la vintage se terminan las preocupaciones técnicas, no hay cambios de velocidades externos, ni botones de ajuste; cuentan con caferacers tendido de cables muy limpio.
Hay distintos precios como distintas velocidades entre una y tres velocidades; distintos marcos según el usuario sea mujer u hombre; y distintos tamaños.