El Pazo de Meirás fue propiedad de la condesa y escritora católica Dª Emilia Pardo Bazán. A la muerte de éstas, en 1921, su primogénito Jaime, hereda el Pazo, pero en el año de 1936 fue asesinado junto con su hijo, nieto de Emilia Pardo Bazán, que también se llamaba Jaime, a manos de los milicianos de la FAI, estos "angelitos" tan enaltecidos ultimamente, como sabemos ersn/son "compañeros de viaje" de los también frentepopulistas de lo que hoy son las izquierdas en España, el frente popular hoy está en el poder en coalición PSOE-U.Podemos.
Tras el asesinato del primogénito de Dª Emilia, la propiedad del Pazo de Meirás queda en manos de Manuela Esteban, la nuera de la escritora, viuda de Jaime y de la hna. de éste Blanca Quiroga de Pardo Bazán. Ambas deciden donar la propiedad a la Compañía de Jesús, operación que se hace imposible debido a la Compañía de Jesús fue ilegalizada como consecuencia de la entrada en vigor de la Constitución de la Segunda República Española de 1931.
El día 23 de Enero de 1932 se ordenó su disolución en lo que fue un decreto redactado por el presidente del gobierno republicano, Manuel Azaña; y por el ministro de justicia que entonces era Fernando de los Ríos.
Ya en 1938, en plena Guerra Civil, las autoridades nacionales compran la propiedad y se la ofrecen a Franco como residencia de verano.
Ahora los herederos políticos de los mismos que asesinaron a sus legítimos dueños, pretenden recuperarla para entregársela al "pueblo", dicen. Pero sucede que nunca perteneció al pueblo, fue propiedad privada, que en 1938 fue adquirida por las autoridades nacionales, el triunfador bando nacional.
El frentepopulismo en su día asesinó a sus legítimos dueños en 1936 y 83 años después quieren devolvérsela al "pueblo", pero no la pueden devolver porque la posesión nunca fue del pueblo, fue propiedad privada. Al margen de que los asesinados familiares de Emilia Pardo Bazán eran tan pueblo como el resto de los ciudadanos, pero la propiedad era suya. No procede entregarla al pueblo y puesto que fue entregada al entonces jefe del estado como residencia de verano, si fue entregada como regalo, constituye propiedad privada del mismo y de sus herederos; si no hubiese sido así el bien sería patrimonio nacional de lo que habría que segregar las pertenencias familiares de los franco. Pero las reclamaciones en las herencias tienen su plazo, a qué viene ahora quitarles nada a los Franco después de más de 40 años muerto Francisco Franco Bahamonde.