El presidente del Gobierno socialcomunista tiene un oponente con solera. El expresidente socialista Felipe González Márquez critica que se reproche al rey la llamada a Lesmes para participarle que le hubiera gustado acompañar a los jueces en la toma de despachos celebrada en Barcelona recientemente. Felipe González alaba “prudencia exquisita” la neutralidad del Rey aunque otros socialistas como Poyato se obstinen en decir que todos deben estar en su sitio y cuando dice todos, es todos..., ahí queda eso.
Y es que los históricos llaman a la cordura porque quien tiene sentido de Estado no puede hacer menos. Así, el expresidente González defendió al soberano en el tema polémico de la ausencia y veto de Felipe VI por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez en la entrega de despachos a los nuevos jueces en la Escuela Judicial en Barcelona, frente a las críticas del vicepresidente Iglesias, antes "El de la Cola" ahora "El del Moño"; y Alberto Garzón, titular de Consumo, que exigían al monarca neutralidad, acusaciones que lógicamente provocaron las peticiones de los moderados de cese de los "ministros" en vehemente debate en el Congreso.
González ha cuestionado la “lealtad” al Gobierno del ministro Garzón, de quién dice que: “Garzón no se si es el mismo que juro la Constitución y que luego dijo lo que dijo”. Para González, Garzón “tiene un gran privilegio y es que tiene un ministerio que mucho trabajo no le da”..., por lo que “tiene mucho tiempo para pensar en otras cosas”... Pide tanto a Sánchez como a Garzón que “hagan lo mejor al servicio de todos los ciudadanos”, evitado juzgar si el presidente socialcomunista debe cesar a Garzón después de sus críticas ofensivas al rey. Puntualiza además que “cuando uno no tiene capacidad para enfrentar problemas reales, es una buena solución buscarse otro problema para distraer”, en clara alución a la mal gestionada crisis pandémica, razón por la cual el gobierno socialcomunista estaría buscando cortinas de humo para ocultar su incompetencia.
Felipe González criticó la gestión sanitaria de la pandemia lamentando que existe “mucha confusión” y la falta de “gobernanza”; y en cuanto al sistema autonómico, dice que en manos de este gobierno socialcomunista se ha confundido “descentralización con centrifugación”, España vive en una especie de “reinos de Taifas”, en el que cada uno va por su cuenta.
Felipe Gonález cargó contra Garzón por acusar al rey de falta de neutralidad y de "maniobrar contra el Gobierno" aunque prometió lealtad cuando asumió el cargo "sin creérselo desde el minuto uno".
El expresidente González defiende la monarquía parlamentaria frente a la idea de "republiqueta plurinacional" de Iglesias e insta a los políticos a buscar acuerdos por la pandemia y no culpables.
Puesto que el rey "no puede hablar", González ha querido hacerlo, a título personal, para defenderle pues está siendo atacado y en su desempeño al frente de la Corona, "no hay nada que reprochar" porque ha sido "impecable, completamente neutral, respetando los poderes del Estado y de una prudencia exquisita" que, "a veces, uno juzga excesiva", muy prudentemente González hace aquí alusión a las voces que se alzan para que el rey actúe ante semejantes atropellos. Pero advierte que: "Sé que al Rey lo que lo que le preocupa es lo que pasa con la pandemia y sus consecuencias".
Literalmente aludiendo a la llamada del rey a Lesmes dijo: "¿Eso es una interferencia de alguna naturaleza o de algún tipo? Da miedo pensar hasta qué punto se puede sectarizar la opinión", con lo que insiste en censurar a Garzón.
No ha querido juzgar si el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, debería cesar a Garzón tras sus críticas.
A ambos les ha pedido que "hagan lo mejor al servicio de todos los ciudadanos", si bien ha apostillado: "Cuando uno no tiene capacidad para enfrentar problemas reales, es una buena solución buscarse otro problema para distraer.
También el expresidente Rajoy intervino en el Foro La Toja en mesa redonda, saliendo igualmente en defensa del rey, la Constitución, instituciones y de la reconciliación entre los españoles. La Constitución y la Monarquía "han dado una estabilidad que ha sido fundamental para conseguir el mayor progreso económico y social de la historia de España". Criticó a los populistas que "pretenden poner en tela de juicio las normas y reglas de juego" y hacer ver que "no vale para nada" lo que se hizo en los últimos 40 años.