El expresidente Felipe González Márquez asegura que cambiar la Monarquía por la «republiqueta» que «pregona» Iglesias destruiría España y no se recorta nada para decir que «Con
lo que me quede de fuerzas, con la edad que tengo y el futuro, lo
combatiré», según EFE Buenos Aires.
Afirma con contundencia: «Estoy radicalmente en contra de eso y con lo que me quede de fuerzas, con la edad que tengo y el futuro, lo combatiré», aseveró en entrevista virtual que organizó el diario argentino Clarín intitulada «El mundo después de la pandemia», cuyo director general y editor es Ricardo Kirschbaum, quien le preguntó al expresidente por el futuro de la monarquía española.
González Márquez contesta que «de las 20 democracias con mejor calificación que existen en el mundo, 12 son monarquías parlamentarias y constitucionales». «Esta Monarquía, que yo califiqué de republicana y que tiene un comportamiento de presidencia que no gobierna y es representativa, la prefiero a una republiqueta como la que algunos pretenden, de estas que llaman plurinacionales y con derechos de autodeterminación».
Señaló además que «algunos» de los atacantes de la monarquía parlamentaria española no lo hacen solamente por estar en contra de esta forma de gobierno o por las «responsabilidades que se le atribuyen al rey emérito», sino porque la quieren sustituir, «cosa que está Pablo Iglesias pregonándolo», por esa «República plurinacional con derecho de autodeterminación». «Por tanto, con la semilla de la autodestrucción de España como Estado Nación y como historia».
Este sería el precio que debería pagar el "presidente" del Gobierno por los pactos que hizo con catalanes y vascos separatistas, etarras asesinos y demás gentuza de mal vivir.
A González Iglesias lo ha calificado como opositor al Gobierno.Claro está que cuando el Gobierno es el que es, tiene muchos oposictores, hasta los mismos que votaron tanto a socialistas como a los anarcocomunistas de U. Podemos.
En la entrevista fue preguntado al respecto de esta cuestión, a lo que el expresidente contestó que: «No. Yo siempre soy propositivo. Hago más propuestas que críticas. Otra cosa es que algunos entiendan las propuestas como críticas. Si yo creo que hay que pactar transversalmente un Presupuesto lo creo porque lo creo, pero España lo necesita, necesita tener un Presupuesto para 2021»... «es incomprensible para los socios europeos» que en España se siga gobernando con un Presupuesto preparado para 2018, «con la que está cayendo», en referencia a la crisis por la pandemia covid 19, que es mucho más que una crisis sanitaria, lo es también, laboral, económia, de valores...; continúa el expresidente: «... necesitamos tener planes de inversión suficientemente convergentes para recuperar 140.000 millones de euros (refiriéndose al fondo de recuperación europeo). Es mucho dinero».
González es socialista de los de siempre y afirma en la entrevista que: «Mi agobio en la vida política española hoy es que me cuesta un enorme esfuerzo sentirme representado. Mire hacia donde mire, eso se aproxima más a la verdad».
El gobierno que tenemos hoy, como se diría en Andalucía, "no es ni chicha ni limoná". Los socialistas no se ven representados, los comunistas tampoco, pero hay quien tiene en mente dejar sus antiguas siglas comunistas de IU, partido que fundara el respetado Julio Iglesias, para seguir en el poder, consentir ser fagocitado por U. Podemos, que se va a ir a la porra, en cualquier momento, lo que significa que la falta de valores que "reina" en los partidos asociados para gobernar socialcomunistoanarquistamente, es total y absoluta. No es de estrañar que socialistas de pro no se vean representados por estos individuos que se han apoltronado y que están destrozando este País.
Gonzñalez en aquella entrevista expresaba que sería necesario crear «una dinámica de acuerdos sucesivos» para poder conseguir aprobar los presupuestos nacionales.Pero todo tiene un límite, lñogicamente el Grupo Popular y demás grupos a la derecha del PSOE se niegan a hablar estando presentes en el diálogo los destructores de U. Podemos et ad lateres.
González no se sale de su moderación, sin embargo, por no utilizar palabras fuertes no deja de expresar la realidad con todas las letras:
«Estoy en contra de algunas de las propuestas que hacen.
Quieren hacer un presupuesto con socios que eran los socios de aquel
debate de la moción de censura (la trama urdida contra Mariano Rajoy para hacerse con el Gobierno Pedro Sánchez, en 2018). Es
peculiar que a mí me inquiete (...) pactar un proyecto de país; y los
presupuestos son el primer paso para eso, con la gente que no cree que
el país deba continuar como proyecto. Me parece una contradicción en sus
términos».Claro y transparente como el agua recien salida del manantial.
«Ahora.. ¿están dispuestos a pactar otros? pues tampoco lo veo. No veo al PP (Partido Popular) dispuesto a discutir un presupuesto para 2021, ¿pero saben lo que más me inquieta de todo? Que llevamos meses debatiendo quién está dispuesto a pactar o no los presupuestos y todavía no conocemos ni una sola cifra, ni una sola cifra».
González como cuatro expresidentes del Gobierno más recientemente remitieron su apoyo a Rodolfo Martín Villa que fue ministro entre 1975 y 1982, en la Transición a la democracia, en la causa que se sigue contra él desde Argentina por supuestos crímenes.Al respecto González afirmó: «Me parece radicalmente injusto que al final de su vida alguien le pida cuentas por algo que nunca hizo ni pretendió hacer», destacando a Martín Villa como uno de los que acompañaron a Adolfo Suárez entre 1976 y 1981 en todos los acuerdos que llevaron al pacto constitucional a España y «al reencuentro y reconciliación entre los españoles».
Este es el Espíritu del 78 que ahora se está pretendiendo destruir desde el mismo Gobierno de la Nación.
Al respecto del carácter y comportamiento de Martín Villa dijo que el suyo: «Siempre fue un comportamiento respetuoso a pesar de las dificultades del momento, por la presión de ETA con el terrorismo y por las amenazas de golpe militares. Siempre fue un comportamiento respetuoso con los derechos humanos y en defensa de los valores democráticos».