Un grupo de ex dirigentes socialistas han firmado un manifiesto pidiendo la destitución de Pablo Iglesias, se trata de una carta que ha sido difundida por la plataforma "La España que reúne" que acusa al vicepresidente de "socavar la imagen de nuestro país". Iglesias cuestiona la calidad de la democracia española. Los ministros socialistas, ante la deriva de Pablo Iglesias, dicen que: "Se ha convertido en una caricatura." Y el Gobierno enmarca la censura de Pablo Iglesias en la calidad democrática en el 14-F
Pablo Iglesias en el Congreso
El citado manifiesto ha sido respaldado por varios ex dirigentes de distintos partidos, entre los que se encuentran destacadas figuras del PSOE y se hizo público el día 11 de Febrero de 2021 por medio de la plataforma constitucionalista La España que reúne. Exige el "inmediato cese" de Pablo Iglesias, por "no creer en la dignidad democrática" de España y por "socavar la imagen de nuestro país" fuera de nuestras fronteras.
Son 196 los firmantes, entre los que encontramos a ex dirigentes socialistas como Joaquín Leguina, que fue presidente de la Comunidad de Madrid; Nicolás Redondo Terreros, ex líder del PSOE en Vascongadas, ambos han sido los promotores de la asociación. Ycon ellos firman igualmente
José Luis Corcuera y César Antonio Molina, ex ministros; Eligio Hernández, ex diputado socialista;
Antonio Miguel Carmona, que fuera portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid o Tomás Gómez, ex secretario general del partido en la Comunidad de Madrid, entre otros entre los que encontramos también a destacados constitucionalistas como Manuel Valls, concejal por Cs en Barcelona y ex primer ministro francés; o el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, también de Ciudadanos; la que fue portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo; o el ex ministro popular José Manuel-García Margallo.
El manifiesto se expresan en estos términos:
"A lo largo de su historia, la democracia española ha tenido gobernantes buenos, malos y mediocres, idóneos y vulgares, ejemplares y corruptos. Gobernantes con sentido de estado y gobernantes que antepusieron sus intereses al bien común. Lo que no había tenido nunca hasta ahora es un gobernante que no creyera en la dignidad democrática de su país y así lo aventara al mundo para afrenta de la ciudadanía y desprestigio del nombre de España. Un gobernante que se pusiera del lado del crimen.
Nos referimos al actual vicepresidente de Gobierno y Ministro de Asuntos Sociales del Gobierno de España, Pablo Iglesias Turrión. Ya fue doloroso el ultraje de comparar la situación de Carles Puigdemont y su holgada estancia balnearia en Bruselas, fugado de la justicia española tras su fallida agresión al orden constitucional, con la de miles de compatriotas que dieron en el exilio, casi siempre miserable, a menudo atroz, tras la victoria franquista. La reacción de asco que sintió entonces la sociedad española, y en particular la parte que se le podía suponer ideológicamente más afín, hubiera debido propiciar un momento de reflexión para el Sr. Iglesias y para quienes le hicieron vicepresidente y le mantienen en el gobierno. Lejos de ello, el aún vicepresidente se permite, en plenas elecciones catalanas, declarar que en España «no hay una situación de normalidad democrática plena», socavando la imagen de nuestro país en un momento en que sus credenciales democráticas se ven oportunistamente puestas en duda por un ministro extranjero. A la injuria se suma así la deslealtad, con sus propios compañeros de gobierno, con todas las instituciones del Estado y con una inmensa mayoría de españoles, que seguimos apostando por la democracia nacida en 1978, dispuestos siempre a cambios y reformas que la mejoren, haciéndola más integradora y participativa.
La torrencial chabacanería intelectual y moral que ha derrochado el Sr. Iglesias en su carrera política merecería un inventario detallado que no haremos aquí. Admitimos sin embargo que él nunca ha engañado a nadie. Se ha presentado siempre como lo que es: una persona socializada en el rencor e incapaz de comprender la importancia histórica y la altura moral del gesto de reconciliación entre españoles que, en una Transición que desprecia, fundó nuestro régimen de convivencia democrático. Deshacer aquel abrazo entre españoles ha sido siempre su objetivo declarado. Las bofetadas a las víctimas del terror y los halagos a los criminales forman parte sin sombras y ocultaciones de su escaso bagaje. Como en aquella ocasión en que, buscando el aplauso de los fanáticos, alabó la perspicacia de ETA, por habersido la primera en «darse cuenta» de que nuestra Constitución del 78, mero «papelito» a su decir, no había traído ninguna democracia digna del tal nombre, avalando así implícitamente la larga historia de terror de ETA. No, Pablo Iglesias no ha engañado a nadie, aunque cabe preguntarse por qué forma parte del gobierno de un Estado que él mismo no considera plenamente democrático y de una nación que cree artificial y opresora (cuyo nombre, «España», según confesión propia, le cuesta pronunciar). Si realmente cree que España no es una democracia su deber es combatir a su gobierno gallardamente desde la oposición, sacrificando su generosa nómina de vicepresidente en el altar de sus ideales.
Pero la impostura de quien aspira a gobernar un país que desprecia es una curiosidad que no debe importarnos. Lo que nos importa es su presencia en el Gobierno de España, a invitación del Partido Socialista Obrero Español, después de que durante la campaña electoral el entonces candidato Pedro Sánchez negara su intención de formar gobierno con Unidas Podemos, haciendo precisamente de la presencia de Iglesias en el gabinete el principal escollo. Bien, el experimento ha agotado su curso. Ningún logro, ningún esfuerzo loable se le conoce al Sr. Iglesias en el ejercicio de su cargo. Hacer declaraciones imperdonables y ver series de televisión mientras parecen ser los únicos contenidos de su cartera y de su "amplio propósito" para la legislatura.
Por todo ello, pedimos el inmediato cese del vicepresidente Iglesias. Los patéticos intentos de disculpar su conducta comprometen a todo el gobierno -un órgano, recordemos, colegiado-. Si su destitución no se produce, el coste electoral que pueda sufrir el Partido Socialista será lo de menos. Más debería preocuparnos el precedente de haber llevado al gobierno a una persona cuya única virtud conocida es la demagogia y cuya única vocación es el frentismo. Las palabras tienen consecuencias. La democracia española no se puede permitir la presencia de un pirómano en el Consejo de Ministros. Ante la historia quedará la responsabilidad de quien lo nombró."
Firman el manifiesto: Juan Carlos Alcaide, Fernando de Almansa, Miguel
de Almansa, Gabriel Albiac, Ignacio Amestoy, José Álvarez Junco, María Jesusa Álvarez, Cayetana Álvarez de Toledo, Inocencio Arias, Iñaki Arteta, Félix de Azúa, Enrique Baquedano, Jesús Ballesteros, Soledad Becerril, Pedro Bofill, Hernando F. Calleja, Ignacio Camuñas, Antonio Miguel Carmona, Francesc de Carreras, Benjamín Castro, Alejandro Cercas, Jesús Conill, José Luis Corcuera, José Nicolás Correa, Adela Cortina, Jesús Cuadrado, Luis Alberto de Cuenca, Guillermo de la Dehesa, Álvaro Delgado Gal, Gari Durán, Javier Elorrieta, Arcadi Espada, Carlos Fernández Casadavante, Salvador Fdez. Moreda, Teresa Freixes, Mercedes Fuertes, Calaza Regino García Badell, Miguel García Baró, Javier García de la Calera, José Manuel García Margallo, Rafael GarcíaValdecasas, Emilio Gil, Mariano Gomá, Felipe Gómez Pallete, Juan González Cebrián, Eligio Hernández, Francisco Igea, Antonio Jiménez, Joaquín Leguina, Santiago Leyra, Pilar Lladó Clara, Gorka Maneiro, Marta Marbán, Fernando Maura, Amando de Miguel, Ramón de Miguel, César Antonio Molina, Mercedes Monmany, Daniel Mugica, José María Múgica, Eugenio Nasarre, Fernando Navarro, Eugenia Núñez, Francisco Javier Oráa, Ignacia de Pano, Marcos Peña, Joaquín Pérez Azaústre, Félix Pérez Romera, Xavier Pericay, Ignacio Prendes, Antonio Puerta, Nicolás Redondo Terreros, Álvaro de la Rica, Antonio Robles, Juan José Rodríguez, Beatriz Rodríguez Salmones, Javier Rupérez, Petra Sánchez, Carlos Sánchez de Boado, Salvador Sánchez Terán, Manuel Sanchís, Fernando Savater, Francisco Sosa Wagner, Rafael Spottorno, Miriam Tey, Paz de Torres, Julio Touza, Gabriel Tortella, Andrés Trapiello, Teo Uriarte, Jorge Urrutia, Tomás van de Walle, Judith Vasarhelyi, Manuel Valls, Francisco Vázquez, Joaquín Villanueva, Federico Ysart, José Antonio Yturriaga, Pablo de Zaldívar.
Además de todos ellos:
José María Asensi |
Tomás Gómez |
Manuel Portela |
Roberto Luis Blanco |
Esperanza D'Ors |
Emilio García Gómez |
Antonio Vázquez |
María Antonia Avilés |
Miguel Cuenca |
Francisco Beneyto |
José Antonio Bordallo |
Fernando Mut |
Montserrat Díaz |
Divido Diaz Corcuera |
Antonio Atienza |
Rafael Jover Mora Figueroa |
Víctor Asensi |
Gonzalo Vidal |
José Luis Orella |
María P. Derqui Fenollera |
Manuel Fdez. González |
José Manuel Ramos Gascón |
Maria del Carmen Villanueva |
Carlos Atienza |
José María Esteve |
Juan Antonio García Amado |
Ernesto Leguina |
Víctor Andrés Maldonado |
José Carlos Herrero |
Natividad Fernández |
Ricardo Guerrero |
Daniel Donges |
Javier Nagore |
Gustavo de Andrés |
María Luisa del Caz |
Pablo Souto Ingrid Steinhoff |
Armando Fernández |
Eloy Ybáñez |
Joaquín Pérez Villanueva |
José Luis Tapia |
Fidel López |
Juan José Urtasun |
Jorge de Luis Alonso |
Óscar Bermejo |
Gonzalo Bou |
José García Bañón |
Cuca Bañeres |
Gastón Stroobants |
Alejandra Alloza |
José Manuel O'Shea |
María Delgado de Robles |
Santiago Oller |
José María Bellostas |
Luis Méndiz |
Pedro Sabando |
Javier Jiménez Ugarte |
Juan José Arbolí |
Eduardo O'Shea |
Asunción Gómez |
Antonio Núñez |
Pilar Fenollera |
Carmen González |
José María Plaza |
José María del Fraile |
Miguel Lizaso |
Elena Moreno |
Diego Ubis |
Mª del Carmen de la Plaza |
David Vigario |
Aina Aguiló |
Marta Garrote |
Maite Rico |
Rafael Álvarez Blanco |
María Jesús Casado |
Juan Claudio Ramón Mtnez. |
Abel Cádiz |
Asunción Almansa |
Javier Santacruz |
María Asunción Fiz |
Rafael Fdez. Pita |
Jesús Verdes |
Beatriz Guillermo |
Luís Andrés Ferreiro |
José Luis de la Peña |
César Fernando Bordallo |
Ana Gomá |
Jorge Fuentes |
Antonio Cosano |
Francisco Fernández Prida |
Verónica Matos |
Saúl Ramírez |
David Crespo |
Blanca Abreu |
Fernando Souto |
Agustín Gervás |
Antonio Cano Villajos |