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Vicente Vallés, presentador de 'Antena 3 noticias', en el telediario, analizó el miniencuentro entre Pedro Sánchez y Joe Biden, dejando al primero al descubierto, en entredicho, etc. Las expectativas dictaron mucho de la realidad de lo acontedido.
“La pasada semana, Moncloa anunció con gran trompetería que Pedro Sánchez iba a mantener un encuentro con el presidente de Estados Unidos. Por fin terminaría ese periodo de casi cinco meses en los que Joe Biden ha hablado, aunque solo sea por teléfono, con líderes de medio mundo, pero no con el presidente del Gobierno español. Pues bien, el encuentro ha consistido en esto que van a ver".
Tengamos en cuenta que un minuto tiene 30 segundos, el encuentro por tanto no llegó ni al minuto. Se expresa Vicente Vallés en estos términos:
"Terminada esa tradicional foto de familia, Sánchez se ha acercado a Biden y juntos han caminado a lo largo de una sala durante unos 50 segundos, aproximadamente. El presidente español se ha dirigido al norteamericano, que ha mantenido la vista al frente durante buena parte del corto recorrido y que solo al final ha dirigido una mirada a Sánchez, justo antes de que cada uno siguiese su camino hacia la reunión de la cumbre".
El encuentro tenía más papeletas de parecer un desencuentro que un acercamiento. Esto realmente es reprochable a Biden porque sea quien sea Sánchez, sea como sea, es el presidente de España y aunque sea Sánchez quien la represente, España se merece un respeto, parece ser que Biden se olvida de las bases estratégicas que tiene en nuestro país.
Esto no es lo que se prometió desde Moncloa.
El aparato
propagandístico de La Moncloa no hizo otra cosa sino publicitar que Sánchez y Biden iban a mantener
una reunión en la primera sesión de la cumbre de la OTAN, celebrada en Bruselas. Según lo dicho por Moncloa la cita iba a ser algo así como un triunfo político de primer orden y acaparó portadas e
informativos al respecto. Pero lo que ocurrió en la capital europea fue
algo así como una situación grotesca y ridícula, al menos eso apreciaron los espectadores que presenciaron los distintos telediarios que cubrían la noticia del evento. No hubo encuentro, no lo hubo, de
ningún tipo, porque ni siquiera estaba Sánchez en la agenda oficial de
Biden, que ya es decir... Sánchez se limita a acompañar a Biden unos segundos, caminando,
sin que el presidente de USA siquiera pararse un momento a departir.
Al respecto decía Vallés: "Moncloa había calificado al acto como un 'encuentro' con Biden"... "Dos horas más tarde enviaban un segundo mensaje en el que ya se matizaba: no sería un 'encuentro' sino un 'breve encuentro'. Y una vez celebrado ese breve encuentro, Moncloa decía que ambos querían saludarse, conocerse personalmente y establecer un primer contacto. Y algo significativo: decía Moncloa que se había acordado que su saludo fuera captado por las cámaras como prueba de la excelente relación que existe entre ambos países. Es decir, Moncloa destacaba su deseo de que hubiese una foto de Sánchez con Biden, de ese encuentro que ha durado, como decimos, 50 segundos".
Sánchez, con posterioridad al encuentro, comparece enumerando una larga lista de temas que ambos habrían abordado en esos 50´´ que -dijo- compartieron a solas.
A lo que comentaba Vallés: "La respuesta de Pedro Sánchez en la rueda de prensa ha durado más que su propio encuentro con Joe Biden. De hecho, solo les hemos ofrecido una parte de esa respuesta, que ha sido más larga. Por cierto, este encuentro nunca figuró en la agenda oficial del presidente de los Estados Unidos”.
Los comentarios de Vicente Vallés se hicieron virales en redes donde se aplaudió la valentía y la actitud crítica de Vallés y la secuencia se premió con miles de 'me gusta'.
Entre los comentarios del diario ABC tenemos:
"...el paseo resultaba forzado, incómodo y muy mecánico, no había apariencia alguna de complicidad o simpatía mutua, y el lenguaje corporal de ambos denotaba una notable tensión. La secuencia delató cierto desdén de Biden y mucha prisa por sacudirse de encima a Sánchez. Y por parte española, al jefe del Ejecutivo era imposible no detectarle decepción. Desde que en enero Biden tomó posesión, nadie de la Casa Blanca ha telefoneado a Sánchez. Y ayer quedó demostrado que el ninguneo persiste y que probablemente será así durante toda la legislatura. En Bruselas no hubo ningún error de protocolo, ni tampoco confusión. Hubo un encuentro que Sánchez había planificado, pero su resultado solo se saldó con un desprecio patente del principal dirigente del planeta al líder de un partido, el PSOE, que en el pasado afeó visitas de mandatarios norteamericanos –del propio Biden, por ejemplo–, o que llegó a insultar al país cuando José Luis Rodríguez Zapatero no se levantó al paso de su bandera durante un desfile militar. En diplomacia, los códigos son tan relevantes como la memoria y no se olvidan los gestos ofensivos...
Sánchez se ha grangeado muchos enemigos, dentro y fuera de España, pero nadie puede alegrarse de que las relaciones Biden - Sánchez no existan porque:
- No es bueno para nuestras relaciones internacionales
- no es bueno para la reputación de ningún presidente de Gobierno lo que tuvo que vivir Sánchez
- Para Sánchez esta cita solo puede describirse como fracaso.
- Pero es que todavía es peror porque un fracaso de Sánchez, siendo presidente de España, es un fracaso para España, esas tenemos...
- En 50 segundos no da tiempo más que a un saludo frugal.
- Por supuesto, en este tiempo, no hubo lugar para adquirir ningún compromiso verbal que los convocara en un futuro inmediato en algún otro foro.
- Por supuesto tampoco daba tiempo a abordar cuestiones de tal calado como la crisis con Marruecos y eso que la cuestión da para mucho pues
- vincula directamente a Estados Unidos
- los aranceles a nuestros productos
- o la colaboración conjunta como miembros de la Alianza Atlántica
- ahora España se dispone a organizar la próxima cumbre de 2022
- pero aquí no está presente el mérito diplomático de Sánchez, simplemente en 2019 tuvo que ser aplazada porque se celebraron elecciones generales.
- Estados Unidos debería ser para España un socio preferente a todos los efectos, pero la realidad es otra muy distinta.
- Pero la pérdida de España de peso e influencia son notorias y esto va a costar repararlo.
- Sánchez no puede ni debe continuar -ni se lo deben permitir-, la legislatura como una aventura fotográfica y de golpes de efecto
- No se puede pretender nada en un pasillo, en 50´´, no, porque se arriesga a que España pierda el respeto de los demás paises.
En este enlace se puede ver lo que la oposición del Partido Popular dice al respecto del miniencuentro.
https://www.instagram.com/p/CQJVt_iKreU/?utm_medium=share_sheet
y este vídeo colgado en instagram de Teodoro García Egea.