Escudo de España en la Segunda República
Manuel Azaña votando
Las caras del Frente Popular
Como sabemos cuando se dice "la república", generalmente se está aludiendo a la 2ª República. Tuvimos la república de 1931 y la 2ª república de 16 de Febrero de 1936. El 18 de Julio fue el Alzamiento Nacional y España se dividió en dos gobiernos, la parte que seguía siendo fiel a la anti res-pública en que se había convertido la república; y la zona que abanderó los valores del orden, paz y progreso, aunque para conseguir la paz -a veces- hay que luchar.
Y digo luchar, que no provocar la guerra, como se ha querido dar a entender, sembrar en las mentes, convencer a costa de lo que fuese para que el bando perdedor legitimase sus argumentos y ganara a la fuerza una guerra que había perdido entre 1936 y 1939.
Ese sembrar mentiras en la mente de la población desde las propias instituciones no es más que lo que se llama "terrorismo intelectual", que se nutre del amarillismo periodístico y del amarillismo histórico, de la incultura de la población y del adoctrinamiento negacionista de la historia.
La segunda república es un tiempo de censura, nada que ver con la democracia de la que se presume. "Gana las elecciones" el Frente Popular, que era una coalición de hecho y se convierte en una coalición electoral, con una visión super-excluyente y super-patrimonialista de la política.
En los archivos está la documentación que declara que hubo muchos alcaldes que estaban totalmente al margen de la legalidad, haciendo cosas para las que no tenían ni facultad ni legitimidad alguna. Los cargos políticos se saltaban a piola la legislación, el caciquismo imperaba y campaba a sus anchas.
El ambiente en la segunda república era insoportable para quien creyese en la libertad, en la democracia verdadera, en el orden y en el ordenamiento jurídico; y desgraciadamente era insoportable para los no poderosos económicamente. Mis oídos oyeron testimonios de testigos que vieron caer de hambre a la gente por la calle.
Los radicales no eran mayoría, pero como pasa ahora, hacían mucho ruido, poco a poco fueron triunfando, mejor dico: imponiéndose.
Fueron consiguiendo el poder gubernamental, haciéndose con el poder, no les importaba cómo. El fin para ellos justificaba los medios, pero -en demasiadas ocasiones- el terror no justificaba ningún fin, simplemente se trataba de sembrar el terror porque los socialcomunistas dicen que ellos ganan con la revolución, con las revueltas, así que crearon un régimen de terror que a ellos mismos les era difícil controlar. Todo sin control, la crisis político social saltó por los aires.
Hay un dicho popular que los radicales practicaban "o me respetas o me temes", como su ideario no había quien se lo tragara, a no ser que estuvieran previamente adoctrinados por ellos o amenazados; lo que consiguieron fue sembrar el terror en la población.
Los archivos tienen la clave de la historia, en ellos nos encontramos que, a partir del triunfo del Frente Popular, con la paradoja de que tras unas elecciones donde Falange salió mal parada, se produjo una afiliación masiva a este partido, incluso después de haber sido ilegalizado, circunstancia que contribuyó al enrarecimiento del clima y de la situación político social, produciéndose una gran degradación de la convivencia.
Hay que tener en cuenta que existen en este momento, en Europa, corrientes de pensamiento que afirman que para volver a la normalidad había que tomar el camino de la violencia política, ahí tenemos a Lenin, a Trosky, a Stalin, los ídolos del Frente Popular que hizo estallar la guerra.
En Falange Española cada vez entraban más personas de extracción popular, se produce una gran afiliación de jornaleros. La Falange era interclasista. Las evidencias documentales no admiten duda. Al margen de esto, empezaron las interpretaciones gratuitas diciendo que entraron los nuevos y numerosos miembros para protegerse, para escapar del paredón... Pero muchos de estos nuevos afiliados de extracción popular se metían voluntariamente y en primera línea. Buscaban la paz frente al caos.
La explicación a este fenómeno lo tenemos en que toda acción tiene su reacción. La victoria del Frente Popular hizo que muchos jornaleros se afiliasen a la Falange Española, en la que comenzaron a afiliarse.
En la segunda república se produjeron peleas por el dominio de las bolsas de trabajo, la realidad siempre supera a la teoría, a lo que debe ser, entonces surge la reacción frente al abuso. También fue abusiva la Ley de Términos Municipales. La realidad era que muchos trabajadores, -como hoy-, quedaron fuera de un mercado laboral.
El mercado laborar había pasado a estar dominado por los sindicatos y los alcaldes de la izquierda.
Si no se estaba con la izquierda se estaba condenado a la pobreza.
Así que, cuando el ambiente se fue enrareciendo de forma progresiva, empezaron estos trabajadores en paro a afiliarse a Falange.
La incultura hacía presa en las masas, no así en las élites, pero la voluntad de arreglar la torcida situación movilizó a las clases trabajadoras, que no sabían escribir, pero eran capaces de dictar su voluntad y de firman con una cruz o con la huella dactilar.
La incultura del proletariado es signo de los tiempos. Franco no estaba aún en el poder y tampoco se le esperaba, a él mismo su misión le cayó por sorpresa. Así que la incultura no es propia del régimen personalista de Franco, ya estaba en la república, a partir de 1939 España empezó a progresar, pese a lo que se obstinen en decir los negacionistas del régimen que entre 1939 ( fin de la guerra) y 1975 (muerte de Franco), tuvo España.
El concepto de democracia que se tenía en la época republicana no era el que tenemos contemporáneamente. Hay que mirar la Historia con ojos de la época no con nuestros ojos contemporáneos del siglo XXI. Ese es el mayor fallo que se puede tener a la hora de interpretar la historia y el punto débil donde los amarillistas se ceban para tergiversarlo todo.
Cuando en sus discursos Largo Caballero hablaba de democracia, lo que en realidad hacía era hablar de la dictadura del proletariado, que tampoco es exactamente lo que predica Marx, sino la dictadura de las élites que se hicieron con el poder a base de engañar al proletariado que confió en ellos. Es lo que pasó en Rusia. España estaba llamada a ser un satélite más de Rusia, pero la Guerra Civil lo impidió.
En realidad la II República tenía un problema: había muchos a los que no les gustaba la política, hacer política, comunicar la ideología a los demás y luchar por un ideario. Los partidos revolucionarios radicales lo que querían realmente era acabar con la política, no se trataba de hablar sino de hacer, no de debatir sino de imponerse. Y la política es todo lo contrario. La política es la ciencia de la polis, de la ciudad, de la ciudadanía, de ella y para ella. Pero lo que las izquierdas llamaban la dictadura del proletariado, a la rusa, no era más que una dictadura que, en nombre del pueblo, alienaba al pueblo.
Así, son muchos los estudios que pusieron y ponen, a día de hoy, en duda la limpieza de las elecciones en las que "ganó" el Frente Popular, amigo del fraude y de la violencia, del terror.
Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, en su libro 1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular, publicado por Espasa, habla claramente, por lo que "lógicamente", también entre comillas, -claro-, ha tenido un gran impacto y una parte de la historiografía lo ha mirado torcido. No se entiende por qué decir la verdad, con documentos como testigo, siente tan mal.
Hay personas que no trabajan por la historia sino que pretenden sacar réditos políticos y manipulan, falsean y hasta son capaces de ocultar la verdad que no les interese. Así estamos en pleno siglo XXI.
Hacer historia no es copiar datos, hacer historia es trabajar con muchas fuentes primarias, con testigos si los hubiere, barajando muchos datos.
José Antonio Parejo, en entrevista para Diario de Sevilla dijo literalmente: "La presión del Frente Popular empezó en el momento en que se cerraron los colegios electorales. Nadie nos había contado que hubo organizaciones de izquierdas que asaltaron los colegios electorales, falló la custodia de la documentación... Empezaron a proclamar la victoria cuando aún no se habían contabilizado los votos". ... "Ser revisionista es revisar el pasado, hacerle nuevas preguntas continuamente".
Quienes quieren hacer de su capa un sayo con la historia, suelen esgrimir tesis como que la violencia de la retaguardia del bando republicano fue de los incontrolados, pero ajena a las instituciones republicanas. Eso no es cierto. Parejo, en la misma entrevista citada, declara:
"Eso no es cierto. Cuando estalló el golpe de estado y la República legítimamente empezó a defenderse, una de las cosas que hizo fue una profunda depuración de los cuerpos policiales. Se pusieron en marcha unas nuevas fuerzas del orden que estaban formadas por gentes que salieron de una lista elaborada por los partidos del Frente Popular. Ya no es una policía de Gobierno, sino de partido, algo que se va a notar en sus actuaciones. Cuando dicen que la violencia en la zona republicana era incontrolada, más allá de los primeros días, no es cierto. Todo va a depender de una estructura de gobierno. Esto se ve claramente con el personaje ... Agapito García Atadell, que era un radical del PSOE que durante la República se dedicó a estimular el drama y que fue nombrado policía. Se hizo cargo de una unidad que se dedicaba a detener, juzgar y fusilar. Atadell no es un incontrolado, sino que depende de una estructura orgánica que tiene por última instancia al ministro de Gobernación. La tragedia de la República es que es un régimen que se está defendiendo legítimamente de un golpe de Estado, pero al frente tiene políticos con una visión excluyente de la política, gente que divide a los ciudadanos en buenos y malos".
Hay que tener en cuenta que "república" es solo un sistema de gobierno y que un republicano puede ser de derechas o de izquierdas, solo que en este caso, en el caso de la segunda república y guerra civil, los republicanos estaban aunados con el socialcomunismo del Frente Popular, capitaneado por Largo Caballero y representado en el gobierno republicano de Azaña.