Para asegurarnos de que al propósito nuevo acompañe vida nueva habrá que hacer una lista práctica. Diremos también que sería fundamental realizar una limpieza mental y tomar el nuevo período con una renovada vitalidad y claridad de mente.
Pero hay que ir decididamente hacia el éxito, ¿…y…., cómo? ¡¡. Pues la lista, para que sea útil, requiere algo más que ser escrita. La lista debe ir acompañada de un plan que nos conduzca a convertirla en realidad, que nos conduzca hacia el éxito.
Los propósitos no se hacen realidad de puro milagro, aunque hay que creer y confiar en los milagros nosotros vamos a darle un sentido más pragmático a esta tarea. Hay que planificar.
Lo que sea que sea, será sólo con desearlo vehementemente. Lo que hayas escrito en la lista sucederá.
Pero deberás comprometerte con el deseo, deberás demostrar que estás interesado de verdad y
deberás elaborar un plan bien estructurado. Esta es la manera que te llevará al éxito. Fe, planificación y praxis. Lo que parece imposible no será un sueño, ya está en tu mente solo hay que actualizarlo, es nuestro objetivo y este objetivo vamos a conseguirlo mediante un plan. Se necesitará buena dosis
de paciencia, cierto rigor para elaborar el plan y valentía acompañada de tenacidad para, paso a paso, conseguir el objetivo. Un objetivo sin un plan será sólo un deseo, pero un deseo al que se le aplica un plan se convierte en un objetivo; y del dicho al hecho sólo hay un trecho. ¡¡Planifícalo¡¡.