En un día de la despedida del tabaco disminuye el riesgo de sufrir un infarto, después mejora el gusto, con lo que se saborea mejor la comida; el olfato, con lo que si se sale al campo se distinguirán la lavanda del romero; la función pulmonar, poco a poco se podrá ascender más alto a la montaña… Parece que las ventajas son considerables y no debería verse como una prohibición, que lo es, pero sin duda es una invitación a la liberación. Pero todo tiene su punto positivo y su punto negativo, sepamos que se puede comprar tabaco porque en el Estado se permite su venta en estancos y otros establecimientos.
No
habiendo tabaco, nadie o compraría, no comprándolo, nadie o muy pocos
podrán hacer el uso tan abusivo que se acostumbra; si no se abusa del
tabaco o simplemente no se fuma, las enfermedades y los gastos a la Seguridad Social
se verán considerablemente reducidos. Pero es que es mucho más
sencillo que todo esto, basta con decir no, N O. Basta con una
educación previa. La educación previene la prohibición que tanto
fastidia a algunos… Hay que cortar vínculos con le tabaco, porque es
penoso ser un hombre a un cigarrillo pegado, o a tres cajas de ellos.
El hombre es por sí, sin cigarrillo, nació sin nada en las manos, así
que el cigarrillo es totalmente prescindible. Y no vale decir y la
sobremesa…, y la tertulia con los amigos…, y la quedada de mañana…;
¡¡Que NO!!. Que el hombre es por sí, sólo, sin cigarrillo. Habéis
pensado en lo que vais a ahorrar. Si la gente que quema el dinero lo
dedicara a alguna obra de caridad, por ejemplo, no habría pobres en las
calles, no habría perros abandonados, habría más fundaciones sin ánimo
de lucro, quizás las ONGs funcionaran con más holgura… PENSADLO. Además
lo que hace una persona, lo puede hacer cualquiera otra, en realidad
basta decir NO.