Piratería y ensayos clínicos frente a la pandemia Covid 19

 

En El Correo y otros medios se ha difundido una noticia que no nos debe sorprender pues de los chinos ya nos lo podemos esperar todo. Se ha denunciado que hackers chinos han robado información de la vacuna española contra el covid 19, por su parte, responsables chinos han pedido que se dejen «de sacar conclusiones temerarias, sin ninguna prueba», mirad quien va a hablar, los mismos que experimentaron en sus laboratorios y crearon un virus asesino, orientado fundamentalmente a hacer desaparecer la población que representa menos interés económico: los ancianos y los más débiles de la sociedad humana. En realidad eso es un crímen contra la humanidad, pero no se sabe por qué estraña razón esto no se denuncia como tal. Quizás es que se tema una tercera Guerra Mundial.

Dicen los representantes chinos intentando proteger a sus piratas. La piratería de Estado es algo que se ha practicado a través de la Historia, Inglaterra fue una maestra en ello contra el imperio español.. Dicen éstos protegepiratas que: "Desde hace bastante tiempo estamos escuchando estas acusaciones contra China de usar a hackers para robar información de vacunas de otros países; hemos visto informaciones que son realmente rumores", son palabras del portavoz de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin en rueda de prensa diaria.

Al parecer este portavoz habría recalcado que China se opone a "cualquier forma de ataques y actividades criminales"...¡Mira que inocentes son...¡; y aseguró que el asunto "debe resolverse con diálogo y cooperación" entre los países y otras partes implicadas.¡...ay que ver...¡. "Sin ninguna prueba en absoluto, calumniar y expandir rumores no es constructivo. Los ciberataques los afrontan todos los países. Esperamos que las partes dejen de sacar esas temerarias conclusiones".

Habría subrayado que la posición china es "clara y consecuente", menos mal que todos hemos visto lo claros y consecuentes que son desde el principio de la pandemia e incluso antes. También aseguró que "el desarrollo de las vacunas en China en realidad está liderando el de otros países"... y no es de estrañar... . Asevera: "No vemos ninguna necesidad de robar de otros, no necesitamos hacerlo para tener acceso a las vacunas". Claro que no, quien hace la ley hace la trampa. Quien fabrica el veneno, necesariamente tiene su antídoto, lo que pasa es que no lo sacará ahsta que sus intereses no estén colmados u otro pais o potencia tenga el valor de enfrentarlos.

Wang aseveró que estos "graves robos" se producen en el ciberespacio siendo por ello "difícil seguirles el rastro", "sin ninguna prueba sólida" no se debe "saltar a extraer conclusiones". Solo que de todo su teje maneje sí que existen pruebas científicas y declaraciones de testigos incluso, algunos participantes en el proyecto inicial asesino, quien quiso denunciarlo murió de la propia enfermedad rápidadmente, qué casualidad; pero a este sujeto lo defienden sus compañeros amigos que han difundido vídeos en los que cuentan en persona a cámara, identificados, tal y como son las cosas.

El pasado 8 de septiembre de 2020 el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en tema de Seguridad de Datos, propuso una Iniciativa Global, su principal objetivo sería "asegurar la apertura de las cadenas de suministro globales y las cadenas de valor oponiéndose al uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) para evitar que unos países puedan robar importantes datos clave de otros". "Llamamos a todos los países y los gobiernos del mundo, a la comunidad de negocios y a todos los interesados a apoyar esta iniciativa global. Que juntos asumamos nuestra responsabilidad de asegurar la seguridad de los datos y construir un ciberespacio abierto, seguro y cooperativo", con lo que se blindarían más sus espantosas investigaciones que ponen en peligro a la humanidad entera.

El diario "El País" publicó citando fuentes conocedoras, que 'hackers' chinos han sustraído información a centros españoles que trabajan en la investigación de una vacuna para el COVID-19; y la noticia igualmente se ha recogido en otros medios.

Las estimaciones sobre las investigaciones y el éxito de llegar a producir una vacuna antes de 2021, dicen que los ensayos clínicos apuntaría esta realidad a finales de año. ...Pero... ¿sería China o EEUU?, es increible el desafío existente por la la producción masiva de dosis en una carrera contrareloj. Y, frente a todo esto, la propuesta española resultará al cabo, según los expertos, ser la más barata y más potente.

 

La Ciencia busca y pretende dar cuanto antes con una vacuna para inmunizar a la población mundial. En ello se empeñan consorcios internacionales, China, EEUU y España; y se están probando diferentes aproximaciones que quizás pronto puedan estar listas. Son varios modelos de vacunas las que se presentan: «Unas más sofisticadas con elementos purificados del virus y, otras, denominadas atenuadas, que sí contienen el virus en sí pero menos potente», según palabras del especialista en Microbiología y Parasitología de la Clínica Universidad de Navarra Gabriel Reina González.

La diferencia básica entre las vacunas estriba en que "la china y la estadounidense, debido a su desarrollo sofisticado, tienen unos costes de fabricación más elevados. Sin embargo, la que dan forma en el CSIC, en el laboratorio español de Luis Enjuanes e Isabel Solá, al ser el virus mismo, pero 'debilitado' será mucho más potente y por las características de la misma resultará más barata de producir", según afirmaciones de Cristian Smerdou, a la sazón investigador principal de Desarrollo de nuevos vectores de Terapia Génica del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA),

Fernando Simón, portavoz del Gobierno ante la crisis pandémica y director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, dice que "la vacuna exista, no significa que esté ya disponible", pues pese a que estas vacunas se encuentran «en sus primeras fases, algunas están siendo bastante prometedoras». Pero al parecer, según afirma, aún falta tiempo para su aplicación real porque "Una vacuna puede tener una eficacia buena, pero tiene que ser segura, y además una capacidad de producción suficiente para abastecer las necesidades globales, eso lleva un período mas largo".

China tiene, quizás es quien tiene la fórmula más adelantada, lógico, como antes se mencionó. Ha convertido su provocada crisis epidemiológica en una oportunidad auténtica donde al haber muchos infectados tienen a su merced grandes volúmenes de pacientes con los que ensayar. Ya tienen una vacuna en uso, que está en fase 1, lo que viene a significar que, de momento, se va a probar «sólo para verificar que sea segura y no provoque efectos secundarios en las personas sanas en la que se va a inyectar», según expresa Smerdo. Lo que pretenden los chinos, la administración china que ha acelerado el proyecto llamado de CanSino Biologics, que cuenta con el beneplácito y apoyo del gobierno, es «coger otro virus como vector, a modo de taxi, que lleva no el SARS-CoV-2 en sí, si no una parte del mismo», según Smerdo "que apunta de que se trata del uso de un virus híbrido cuya principal ventaja es que «se dan pocos efectos secundarios".

Lihua Hou, del Instituto de Biotecnología de la Academia de Ciencias Médicas Militares, comenta a EL MUNDO que espera que "podamos ver el buen perfil de seguridad e inmunogenicidad de esta vacuna en los 108 sujetos que hemos reclutado", no prueban en voluntarios sino en militares que tienen orden de recibir esa vacunación. Además además que "esta fórmula se basa en el vector adenoviral de replicación y vamos a observar la estimulación de respuesta inmune en los voluntarios en los 14 días después de la inyección".

Al parecer el ensayo será abierto y de escalado de dosis, se realizará en un solo centro; y la vacuna se  probará en adultos sanos de entre 18 y 60 años. Habrá tres dosis diferentes, con las que los expertos verán cuál produce mayor inmunogenicidad, esto es cómo fuerza la vacuna al organismo a construir un escudo contra el virus patógeno. ambién podrán ver los efectos secundarios que produce.

EEUU ha dado pasos con una molécula para inmunizarse contra el coronavirus fabricado en  Wuhan, a través del NIH-NIAID, la Agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU. Se trata de una fórmula sofisticada basada en ARNm, ARN mensajero que contendría material genético que procede del ADN y que se encarga de fabricar proteínas. La vacuna se llama mRNA-1273 y es obra conjunta de los científicos de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses y de la empresa de biotecnología Moderna Terapeutics, cuya sede está en Cambridge (Massachusetts). La fórmula consiste en emplear genes del propio virus inyectado en el organismo para que las células de los pacientes produzcan las proteínas del virus contra las que el cuerpo se defiende de forma natural. Pretenden tenerla lista para finales de 2020.

Por lo que respecta a las investigaciones españolas, para su desarrollo, ha anunciado el Gobierno que destinará una partida económica de 30 millones al equipo de investigación de Enjuanes y Solá que pretende poner en marcha los ensayos de la fórmula atenuada que tienen en su laboratorio. La estrategia es diferente, se trata de  inocular el virus atenuado, sin fuerza, con la finalidad de generar inmunidad al entrar en el paciente, entra en contacto con elsu sistema , quelo reconoce como un agresor y se defienda del mismo.Se trata de quitarle lo justo al virus patógeno para que no resulte peligroso pero que estimule al organismo a luchar contra él. Estaríamos ante "la fórmula más potente de todas, porque el sistema inmune lo va a reconocer como agresor desde su inyección", según Smerdo.

La UE actúa con 80 millones de euros y el laboratorio alemán CureVac; y lo hace después de hacerse público que USA intentaba hacerse con el derecho exclusivo de una vacuna potencial contra el coronavirus de esta empresa. Sin embargo la biofarmacéutica desmintió este presupuesto por medio de comunicado de Franz-Werner Haas, su máximo responsable. Al igual que en los casos chino y americano, el mecanismo de acción de inmunización frente al SARS-CoV-2 se basa en su modo de acción en el ARN mensajero (ARNm).