-una caída notable en el empleo en los meses de marzo y abril
-en el mes de mayo se estabiliza en un 14,5%.
-La OCDE prevee que a finales de año se producirá el pico del desempleo
-para comenzar la recuperación a principios del 2021.
El organismo internacional dice que España es uno de los paises más afectados en 2020 por el paro y valora las medidas orientadas a apoyar a
- trabajadores,
- empresas y
- hogares en España.
1º que no se produce segunda oleada, el paro a final de año llegaría al 19,2%; y a principios de 2021 se daría una leve recuperación. - 2º el escenario más desfavorable, segunda oleada pandémica, el paro alcanza el 20,1%.
La crisis pandémica ha tenido fuerte impacto en sectores como es el turismo, razón por la cual zonas como el Sur de España, Baleares y Canarias serían las zonas más perjudicadas, con mayor desempleo.
Supuestamente y según lo previsto por la CEOE, el empleo globalmente empezaría a recuperarse en 2021. Se pasaría de una caída del empleo del 4,1% en 2020 a un incremento tímido del 1,6% en el 2022.
Para contrarrestar el desempleo los países de la OCDE han establecido medidas urgentes, medidas que se señalan en el informe relativas a nuestro país se pueden consultar en el enlace.
España ha reconocido la pandemia COVID-19, -siendo el único país del grupo-, como un accidente laboral, así que quienes trabajan y enferman o quienes deben permanecer en aislamiento preventivo, verán disminuidos sus ingresos en una cantidad menor, puesto que queda garantizado el cobro del 75% de la base reguladora mientras se está de baja por enfermedad.
España también ha propuesto como solución los ERTE, unos tres millones de trabajadores se han visto afectados, el 18% del total de los salarios. La medida persigue ayudar a empleados y a empresas, beneficiándose de la exención de una parte de las cotizaciones; y se refuerza la protección frente al desempleo al impidir el despido de trabajadores mientras dure esta situación especial de ERTE y hasta 6 meses después.
Además, los despidos que tuviesen como causa la disminución de la producción derivada de la pandemia COVID-19 se revisarán en los juzgados.
La aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) pretende garantizar el acceso a una vida digna , aunque al parecer no llega a tiempo y no se dispensa a todos los que lo necesitan, vendría a paliar situaciones de pobreza extrema motivadas por la pandemia.
Algunos sectores se verán afectados gravemente, tendrán dificultades para que sus trabajadores puedan reincorporarse, al respecto desde la OCDE se están estudiando las competencias para cubrir las vacantes en los perfiles más demandados, compara estos perfiles con las habilidades propias de puestos en los que la demanda habría caído con la finalidad de trazar un itinerario que haga posible la reubicación profesional.
Los estudios deberían centrarse en emplear el dinero para la creación de empleo, poner coto a los salarios por arriba y por abajo, de forma que no haya salarios excesivos ni salarios miserables, sino que retribuyan justamente el trabajo que se realiza en los diferentes puestos de trabajo.
Atender primero a los grupos poblacionales más necesitados, como serían los parados de larga duración, los mayores de 55 años, los mayores de 45 años y así sucesivamente. Primero los solteros, personas que no tengan familia, el tema del mérito y la capacidad constitucionales están más que en entredicho visto lo visto, vista las contrataciones arbitrarias que se realizan incluso con oposiciones mediante.
Se debería tender a la justicia social real, con el tema de las subvenciones hay quienes viven del cuento, incluso siendo extranjeros, que vienen muchos a eso, acaparando subvenciones en distintos conceptos, mientras que españoles naturales y contribuyentes de toda la vida, en paro, no ven un euro desde hace años.
Si alguna subvención es útil realmente es la que se diera para la contratación indefinida de personas desempleadas.