Pilar Urbano es la biógrafa de la reina Dña. Sofía y de D. Juan
Carlos I, según ella Felipe VI es sin lugar a dudas el monarca más preparado y honorabledesde que Felipe V entrera en España a gobernar como rey iniciando la secuencia borbónica. Igualmente afirma que en su opinión está mostrando su tallaregia y humana en los momentos de crisis económica y crisis coronavirus, en un momento en que muchos atacan a la Corona y en un gobierno en el que juró ante él como presidente Pedro Sánchez. Dice al respecto la periodista:
“Está manteniendo el perfil que debe
tener un Rey cuando hay un Gobierno. De respeto constitucional.
Él, además, es un experto en separarse, en crear distancia. Lo hizo con
Urdangarin, con su heremana Cristina, con Marichalar, con su padre y,
ahora, con Pedro Sánchez. Lo que no puede hacer Felipe VI es nombrar
ministros, pero sí no recibirlos o negarse a firmar varios reales
decretos…”.“..es más como su abuelo el rey
Pablo, aunque menos bondadoso que su madre Sofía”, dice Pilar Urbano que considera Felipe VI es inteligente,
lector, intelectual, menos lúdico (que los borbones entendemos) y más mecánico; familiar, de pocas
palabras pero siempre intencionadas, “un buen Rey,
protegido, además, por la Constitución ante la complejidad de cambiar de
régimen, como sería suprimir la monarquía para establecer la
República”.
Somero estudio sobre la situación política presente y las previsiones de Futuro en España es un documento inédito, sin firma, que data de 1983 y que muy posiblemente fue redactado por el ex jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campos en el que éste advierte a Juan Carlos de que el PSOE de Felipe González, recién llegado al poder, le pondrá la manzana para que muerda de la fruta prohibida. Y le dejará hacer cuanto quiera para que se desprestigie. Esto sería lo que habría sucedido y con el desprestigio de Juan Carlos I, el de la Corona. El tema viene de lejos y ahora es otro gobierno, muy agresivo para con la Corona por los socios de gobierno que ha elegido principalmente, pero también está la ambición de Sánchez, que parece querer ser el jefe del Estado, ocupando todos los espacios a su
alcance, poniéndose ilegítimamente en el lugar que no le corresponde y ninguneando al rey siempre que puede, sin entender que un presidente no es un rey y que un rey no es un presidente. El rey es el jefe del Estado y el presidente es el jefe del Gobierno. Ha llovido mucho en 37 años, así que aunque no se hubiera cometido ningún fallo por parte de la Casa Real, el goteo constante ablanda un duro peñón, como diría el sabio Salomón.
Sabino Fernández Campo, ex jefe de la Casa Real
- Jaime Peñafiel ante la jubilación y abdicación en su hijo Felipe de D. Juan Carlos concluyó hablando sobre una conjura de los hasta entonces príncipes D. Felipe y Dña. Letizia.
- Pilar Eyre se decantó en pronunciarse que era la delicada salud del rey D. Juan Carlos el motivo de su retirada. Retirada a un segundo plano en principio, definitivo más adelante.
- Bárbara Rey también transmitió en exclusiva para Chance su opinión, muchos años estuvo la figura de la vedette relacionada con la Casa Real y con el Monarca hoy jubilado, nunca se confirmó ni desmintió nada al respecto pero ella se pronunción consciente de la expectación que causarían sus palabras: "Es un hombre que ha trabajado mucho, ha estado muchos años, ya le toca. La gente se jubila a los 60 y a mi me parece perfecto. Yo si hubiera sido él, me habría retirado antes a vivir la vida" y por consiguiente, retirada también de los actos a los que asistía en los últimos años de su reinado.
- Sin embargo Pilar Urbano se posicionó distintamente señalando el riesgo que corre D. Juan Carlo de ser imputado en el Supremo, sobre lo cual argumenta Urbano: "Cuando se tiene dinero fuera, recuperarlo no es fácil si la fortuna se encuentra paraísos fiscales. Si ha intentado movilizar sus fondos en cuentas en el extranjero en estos cinco años, una vez que no es inviolable, entran en escena delitos como la evasión, el blanqueo y el fraude fiscal". Y según lo cual ello habría sido el motivo por el cual habría renunciado a la asignación de 200.000 euros anuales de la Corona, según Urbano el Juan Carlos I habría hecho de comisionista en negocios de grandes empresas españolas, Iñaki Urdangarin lo imitó pero sus procedimientos no salieron bien, fue imputado y encarcelado; y su silencio en prisión sería su seguro de vida, afirma la periodista según se afirmaba en artículo de esdiario.com del 31 de Mayo de 2019. Según Urbano este silencio podría no durar para siempre y sostiene entonces que el mayor temor de la Corona es que se llegue a "Investigar por parte de partidos republicanos la procedencia de esos fondos que Corinna cantó. O por qué no, que el yerno encarcelado y desterrado por la Casa Real tire de la manta". Además "Juan Carlos no acepta ser peón de su hijo Felipe en actos marginales y de poca monta". Lógico.
En estos días estamos viendo a la televisión en manos del partido antimonárquico Unidas Podemos, en tiempos muy especiales en que, en la gran
crisis covid 19, Felipe VI solamente se ha dirigido a la Nación en una intervención televisiva breve, de 7 minutos. Se dejan sentir los manejos del vicepresidente 2º, Pablo Iglesias, radical, para el que Felipe VI como cabeza del Estado es un anacronismo histórico, una
reliquia que ve en las vitrinas de palacio, el Palacio de la Zarzuela, que quiere abierto al público, sus 14 hectáreas, jardines y demás tal que lo es Versalles tras el paso de la guillotina por laCasa Real francesa. Pero, quizás lo soñará, pero NO LO VERÁ.
A pesar de los pesares e intentos republicanos por terminar con ella, la monarquía española está en pleno vigor.
La Corona es una
institución viva respetada y que cuenta con la adhesión de la
gran mayoría de los españoles, españoles de orden que no forman ruido para hacer valer su voz, estas voces valen por sí, como la forma de gobierno de España, la monarquía.España no es país para repúblicas, tenemos dos ejemplos muy lamentables.
Pero hay que conocerla más, se quiere lo que se conoce, pero esto no siempre fue así y tanto en la Edad Media como en
la Moderna con la Monarquía Universal Hispánica encarnada por los Austrias; y también en los primeros siglos de la Casa de
Borbón, los tratados y estudios monárquicos fueron
numerosos, suscitando gran interés en el estudio de las ideas
políticas e instituciones. Al respecto interesa ver Cuadernos de Ayala. Valores de la Monarquía.
Cabe citar los estudios y trabajos de
- Antonio de Villalpando
- Francisco de Vitoria (De Indis, 1539)
- Martín de Azpilicueta (en 1528)
- Diego de Covarrubias y Leyva (Opera Omnia, 1558)
- Domingo de Soto (De iustitiae et de iure, 1557)
- Alfonso de Castro
- Luis de Molina,
- P. Francisco Suárez (Tractatus de legibus ac Deo legislatore, 1612)
- Sebastián Fox Morcillo (De natura Philosophiae, 1554)
- Benito Arias Montano (1527-1598).
- Juan de Mariana, De Rege et regis institutione, 1599
Los teóricos españoles reconocían el origen divino del poder pero no justificaban el absolutismo, reconocían la
importancia política de la representación popular. Azpilicueta (1528): "el reino no es del Rey, sino de la comunidad".
La Monarquía española nunca fue considerada ni por los propios reyes ni por nadie, como un fin en sí misma, suponía el mejor medio para el gobierno temporal del pueblo cristiano. Esto se aprecia en los documentos auténticos que pueblan los archivos históricos de toda España e hispanoamérica. El lema que identificó a Carlos III: "El mejor alcalde, el rey" podría hacerse extensivo a los demás monarcas españoles, impregnados de gran paternalismo que los hacía defender a su pueblo de las injusticias y procurarles mejor futuro,pese a las guerras y epidemias que asolaron el país a lo largo de los siglos. Se legisla en ese sentido, aunque ne tema de beneficencia si no es por los poderes públicos y por la Iglesia sembrando conciencia y realizando obrasde caridad, España entre guerra y hambruna hubiera estado prácticamente desasistida, pero no por desidia sino por incapacidad. La monarquía española en nada se parece a la poderosamente cruel monarquía inglesa.
Es verdad que con los Borbones llegan las ideas galas y las tesis absolutistas de Jean Bodin (1530-1596), que defendía el origen divino de la realeza, principios arraigados por los siglos de los siglos en Francia y más en el reinado del "Rey Sol", de Luis XIV. La dialéctica entre ambos tipos de monarquía llenará el siglo XIX español.
Contemporáneamente están los estudios de:
- Carlos Puyuelo Salinas (La Monarquía y la República, 1967)
- Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón (El principio monárquico, Madrid, 1972).
- los artículos del grupo de constitucionalistas que encabeza el catedrático Torres del Moral en la UNED
- Manuel Fernández-Fontecha Torres (De nuevo sobre la posición constitucional del Rey, 1995).
- Julián Marías (El Reino de España al cabo de veinte años, 1995)
- Sabino Fernández-Campo, Conde de Latores, sobre La función real en España (Madrid, 1996)
- Luis María Anson
- Carlos María Texidor Nachón, etc.
La monarquía española tiene muy hondas raíces históricas, sin ella no seríamos lo que somos ni España como Estado tampoco lo que es.
"...las
interpretaciones coyunturalistas o personalistas de la Monarquía
española, desde 1978, ignoran el dato fundamental del papel histórico de
la Corona a lo largo de los siglos: el de hacer visible y representar
la constitución histórica de España.
Guillermo Gortázar en La Corona en la Historia de España, 1995.
La Constitución de 1978 no recogió más que las grandes líneas jurídicas que dictan la posición y la
acción política de la Corona, toda la demás significación de la monarquía queda oculta, sin poner sobre el papel, principios y usos quedan indefinidos, quizás a propósito pues de esta forma, tanto el rey como los políticos, tiene mayor libertad de
acción.
El Rey no es solo el Jefe del Estado sino que su figura contiene mucho más, él es España, su persona encarna a la Nación, su identidad, su idiosincracia, su historia, su alma.
Un gran valor es también la
relación afectiva del pueblo con sus reyes forma el sentimiento de pertenencia a una gran familia a la que se pertenece por derecho, por genética, por los siglos de los siglos, un pueblo que tiene como referencia la familia real y el propio rey, su líder, su guía, su amparo, su defensa. Por esto en estos momentos de crisis covod 19 selanzan voces reclamando que intervenga el rey poniendo las cartas sobre la mesa a un desgobierno artificial, no elegido por la ciudadanía, sino producto de pactos entre elementos vencidos y claramente anticonstitucionales que sacan partido de los pactos. También frecuentemente se dan casos en que los ciudadanos que no encuentran respuesta a sus problemas ni en la Administración ni en los Tribunales, recurran a rey buscando una tabla de salvación aunque en muchos casos poco puede hacerpor ellos, pero
al menos que conozca sus casos.
El Rey lo es de todos los españoles sin
que existan distinciones de clases, credos o partidos, sin embargo en las repúblicas el presidente electo lo es por un partido determinado, por tanto queda inherentemente condicionado al mismo porque nace de ese partido, que se beneficia sobre los demás y la posición no es de neutralidad, si acaso de ribalidad. Rey de todos los españoles, sin distinciones ni privilegios, imparcial, de todos y de
ninguno en particular.
Otro valor que los antisistemas atacan duramente es que la monarquía ofrece continuidad histórica y política que en
la Jefatura del Estado evita las soluciones de continuidad y conlleva conocimientose informaciónen
materia política que trascienden al gobierno de turno que siempre es coyuntural, hasta las próximas elecciones.La preparación del monarca facilita la estabilidad política, permite la anticipación a los problemas quesurgen de contínuo. Todo lo cual dota a la monarquía de estabilidad notable no dependiendo de
intereses coyunturales ni electorales. Tiene este valor en la práctica la consecuencia de que el ciudadano no percibe de forma que puede ser hasta traumática los cambios en las legislaturas del Gobierno, porque pase lo que pase el rey supone la continuidad de unmodelo que es útil política y socialmente, es como una garantía de
futuro frente a las actuaciones de los políticos de turno.
El Rey es el hombre de Estado orientador, a largo plazo, de la acción
pública, un garante de futuro y garante igualmente de la unidad de España y de todos los españoles.
La Monarquía ofrece un valor moral de gran importancia
mucho: el ejemplo
público. El ciudadano desea que quienes lo representen sean prohombres que lo superen en capacidades e incluso en virtudes para que su sola presencia sea ejemplo de vida y sea el espejo en el que se mire la sociedad, su modelo; y en el que residan la virtud, la justicia, la equidad. Estos valores explican el carácter espiritual,sacro, que antaño tuvo la monarquía, valores que se convierten en ejemplaridad y paternalismo que debe luchar por el bienes tar de su pueblo.
En la figura del rey reside la autoridad moral en contraste con las
conductas, ya sean éstas públicas o privadas que no la tengan.
Su
soberanía es total, efectiva, en los mensajes reales, sin que necesite en ello el refrendo
ministerial.
El garantizar los valores monárquicos es competencia
del Reygarante en las materias de su competencia, su excelsa formación como príncipe heredero, garantizan su buen hacer como reinante.
La Constitución Española en su artículo 62.g habla de que el rey ha de ser inmediata,
permanente y constantemente informado de todos los acontecimientos relevantes
que puedan afectar a España.
Esta formación e información son garantías de estabilidad y continuidad de la política española,
los gobiernos pasan, pero permanece la Corona.
La Corona es una institución de influenciadiscreta más que de poder. Su misión es triple:
- ser
- decir
- hacer
El Rey arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones. La Monarquía carece de programa político y no se sustenta en un ideario teórico político, pero el rey sí tiene lo que se llama "estilo real", siendo ésto las pautas de comportamiento a seguir pero que no son un modelo político en sentido estricto. Según el artículo 56 de la Constitución es el rey la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, lo que supone un muy notable valor
político, sobre todo en lo referente a Hispanoamérica
La monarquía española es una sólida institución instaurada en Española desde sus ancestros, con dos breves interrupciones, restaurada en 1975 con la dinastía borbónica vigente y al compas de los tiempos. Se ha mantenido a lo largo del tiempo en sus funciones políticas y sociales por haber cumplido sus funciones con rigor, aunque debe seguir adaptándose a los nuevos tiempos constantemente, superar los desgastes del paso del tiempo reformándose desde dentro porque desde fuera hay detractores agresivos que quieren imponer regímenes políticos muy legajos a los principios monárquicos amparados y reconocidos en la Constitución de 1978, aunque muy cierto es que la Monarquía española es flexible y adaptable precisamente por
su papel y desempeño que quedan indefinidos en gran medida dándole ésto notable ventaja política.
El
desempeño del rey debe ser, por lo que se ha mencionado, ejemplar, ya que cualquier error puede llegar a ser gravísimo para la propia monarquía.