La Fiscalía pide otros 5 años y tres meses de prisión para el preso Pablo Hasel por los delictivos altercados tras la detención de Carles Puigdemont. Si vamos sumando este no sale de la cárcel en su vida.
La Fiscalía le acusa de
- participar en el asalto a la subdelegación del Gobierno en Lérida y
- de desórdenes públicos
- atentado a la autoridad
- lesiones y
- daños
Pablo Hasel comparece ante los medios en Lérida, el pasado día 1 de febrero. EUROPA PRESS
Los incidentes a los que ahora nos referimos tuvieron lugar en la noche del 25 de marzo del año 2018, fue el intento de asalto a la subdelegación del Gobierno en Lérida en protesta por la detención en Alemania de Carles Puigdemont horas antes. Ya vemos que no es solo el tema de la supuesta libertad de expresión que anda tiene que ver con los espumarajos que salen cuando dice cantar rap.
Consecuencias de los disturbios:
- Cuatro mossos fueron lesionados
- El edificio
- y varios vehículos policiales sufrieron daños
La Abogacía del Estado está personada en esta causa penal para reclamar indemnización por los daños materiales.
La Generalitat no se ha personado contra Hasel ni siquiera para acusarlo por agresiones a los agentes.
El escrito de acusación ha sido presentado en el juzgado de instrucción nº 1 de Lérida y mantiene que el rapero encarcelado con otros 10 acusados
- formaron parte del grupo de incitacuón a la muchedumbre
- y dirigió el ataque a los mossos d'Esquadra que custodiaban el edificio.
- Según el Ministerio Público su intención era desbaratar el operativo de protección
- y "acceder al edificio", que es el símbolo del gobierno central en la ciudad.
Afirma la fiscalía:
"Previo acuerdo con otras personas no identificadas, [los acusados] empujaron a las líneas policiales hacia el edificio, gritando e incitando al resto de los 3.000 manifestantes que al menos allí se encontraban a hacerlo".
"...Durante el transcurso de la acción todos los acusados, con evidente intención de alterar la paz pública, acorralaron a los agentes por medio de patadas y empujones que propinaban ayudándose del anonimato que ofrece la masa de gente que allí se congregaba, provocando que los agentes fueran retirando poco a poco hasta el umbral de la puerta de entrada del edificio de la Subdelegación del Gobierno".
Literalmente pusieron a los policías contra la pared, los policías ya tocaban con sus espaldas la puerta y estaban imposibilitados de retroceder más, "los acusados, junto con la masa de gente virulenta y envalentonada por la situación, siguieron arrinconando a los agentes, le sustrajeron las emisoras de radio, les lanzaron objetos (monedas, huevos, arroz...)".
De las furgonetas de los Mossos arrancaron los plásticos y
- se los arrojaron a los agentes
- y al edificio,
- donde también hicieron pintadas
- y rompieron la valla de seguridad de acceso al aparcamiento.
Los mossos sólo pudieron recuperar el control y ganar el espacio tras disparar "varias salvas", que acompañadas después de nuevas cargas provocaron que retrocediese el tumulto.
La Fiscalía atribuye a Pablo Rivadullo Duró, el llamado Hasel y a los otros diez acusados los delitos de:
- desórdenes públicos (tres años de prisión)
- atentado a la autoridad (un año y medio)
- cuatro delitos leves de lesiones (nueve meses de cárcel y 900 euros de multa)
- y un delito de daños (multa de 2.700 euros).
A un menor que ya fue juzgado por estos hechos se le impuso
- un año y medio de libertad vigilada
- con instrucción formativa
- y laboral.
El escrito reclama igualmente casi 7.000 euros en concepto de indemnización por daños en el edificio.
Por lo que se refiere a los desperfectos causados en los vehículos policiales, éstos se valorarán cuando la Conselleria de Interior informe sobre los mismos, si al final lo hace. Si resultan condenados su deber será indemnizar a los cuatro mossos con un total de 4.000 euros. Más de la mitad, a un mosso que estuvo casi dos meses impedido de servicio.
El escrito recuerda que Hasel ya fue condenado por un delito de resistencia a la autoridad.
Tiene varias condenas.
La condena por la que ahora está en prisión fue la segunda que le impuso la Audiencia Nacional cuya pena es
- nueve meses y un día de prisión por enaltecimiento del terrorismo.
- La ejecución de una condena anterior de 2 años por el mismo delito que fuera suspendida porque por entonces Hasel no tenía antecedentes.
El rapero ha recibido otras condenas:
- dos años y medio por amenazar a un testigo que había declarado en favor de unos policías.
- Otros seis meses por agredir a un periodista de TV3.
Todas estas condenas hacen que Hasel tenga difícil salir de prisión tras los nueve meses que ahora está cumpliendo.
Junto a las penas de cárcel se le han impuesto, en varias sentencias, multas que ya ha dicho que no va a apagar, lo que supone que se podría prolongar el tiempo de encarcelamiento, porque en las resoluciones se prevé sustituir multas por penas ni éstas no se pagan.
La sentencia que cumple ahora indica que de no pagar la multa por el enaltecimiento, deberá cumplir 84 días más de prisión.
Si no paga la multa por el delito de injurias y calumnias a la Corona, otros seis meses.
Si no paga la multa por injurias y calumnias a las instituciones del Estado, otros siete meses y medio.