Los investigadores dudan que la versión de la OMS sobre el origen del Covid sea la correcta, es por ello que los científicos piden una investigación realizada por un equipo verdaderamente independiente, donde no haya conflictos de interés no resueltos
Estas dudas han suscitado la unión de un grupo de investigadores internacionales e independientes para pedir el esclarecimiento del orígen del SARS-CoV-2. Esta cuestión es de "vital importancia" para poder abordar mejor la situación de pandemia, dado que la investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades chinas no demuestran un origen natural del virus.
Son 26 los investigadores que han firmado una carta, que fue publicada en el Wall Street Journal, señalando haber llegado a una conclusión: "el equipo conjunto no tenía el mandato, ni la independencia, ni los accesos necesarios para llevar a cabo una investigación completa y sin restricciones de todas las hipótesis pertinentes sobre el origen del SARS-CoV-2, ya sea que se trate de un derrame natural o de un incidente de laboratorio o relacionado con la investigación científica".
Ponen de manifiesto que la misión conjunta OMS-China no se trató de una "investigación", sino más bien fue un "estudio global".
Para la realización de una investigación creíble dicen los 26 investigadores que sería oportuno un mandato de la Asamblea General de la ONU al Secretario General de la ONU para llevar a cabo esa investigación. Lamentan que "desafortunadamente" y "más de un año después de la brote se desconocen los orígenes de la pandemia". Es decir no se le ha dado una versión oficial respaldada por estudios veraces.
Los científicos estiman que sería esencial que se examinen todas las hipótesis que existen sobre los orígenes de la pandemia "a fondo". La hipótesis de la zoonosis, que se basa en gran parte en los patrones de eventos de zoonosis pasados, sólo es uno de los posibles orígenes lo mismo que la hipótesis de un accidente durante una investigación científica.
El proceso "colaborativo" de investigación fue ordenado en mayo de 2020 por la Asamblea Mundial de la Salud y tenía como objeto permitir un completo examen de los orígenes de la pandemia, según creen los científicos, los límites estructurales del enfoque no permiten que la misión que convocó la OMS alcance sus objetivos.
Desean sensibilizar sobre la realidad de los hechos a la opinión pública. La mitad del equipo convocado estuvo formado por ciudadanos chinos, "cuya independencia científica puede ser limitada". Los miembros internacionales del equipo huvieron de basarse para el estudio en la información que las autoridades chinas quisieron compartir con ellos. Cualquier informe del equipo debía ser aprobado
- por los miembros chinos
- por los internacionales.
Los investigadores dicen en la carta que:
"Como firmes defensores de la OMS y de su misión", estiman que debe aclararse que las conclusiones del comité conjunto expuestas en rueda de prensa el día 9 de febrero de 2021 en Wuhan, "aunque pueden ser útiles hasta cierto punto, no representan ni la posición oficial de la OMS ni el resultado de una investigación independiente y sin restricciones".
Razón por la cual el grupo de investigadores ve "esencial" que se determine el marco de una investigación "completa y sin restricciones" para así poder establecer un
estándar contra el cual se puedan evaluar los esfuerzos actuales y
futuros.
Entre los miembros del comité científoco se encuentra Francisco A. de Ribera, investigador español de la Universidad Pontificia Comillas ICADE.
"Con más de dos millones de muertes, más de cien millones de infectados por la COVID-19, y una enorme disrupción global que afecta a algunas de las poblaciones más vulnerables del mundo, no podemos permitirnos una investigación sobre los orígenes de la pandemia que no sea absolutamente minuciosa y creíble".
Afirman igualmente que si no se examina de manera "exhaustiva y valiente" los orígenes de la pandemia, se estará en riesgo de no estar preparados para uaa pandemia que pueda ser potencialmente más grave en el futuro.
El equipo de investigadores piensan que el proceso y los esfuerzos realizados por el equipo conjunto hasta el momento no son una investigación exhaustiva ni creíble ni transparente, por este motivo hacen una invitación a la comunidad internacional para establecer
- una estructura y
- un proceso capaces de hacerlo..
Piden que la investigación se realice por un equipo independiente verdaderamente, sin conflictos de interés y en ausencia de control, ni total ni parcial, que pueda ser ejercido por cualquier programa o por cualquier país.
Reclaman un equipo multidisciplinar, con
- epidemiólogos,
- virólogos,
- expertos en fauna salvaje,
- especialistas en salud pública,
- expertos en bioseguridad, etc.
- Incluir personas que dominen el idioma chino y que tengan comprensión de la cultura china;
- y comenzar el estudio considerando todos los escenarios posibles para cada vía.
Reclaman que los estudios deben hacerse en base a
- un evento de zoonosis pura con/sin huésped intermedio;
- infección en el lugar de muestreo de un empleado del laboratorio
- o de algún acompañante que no sea personal del laboratorio;
- infección durante el transporte de animales
- y/o muestras recolectados;
- infección adquirida en laboratorio (LAI) en uno de los laboratorios de Wuhan;
- fuga de laboratorio sin LAI (consecuencia de la manipulación de residuos o por escape de animales o que hubieran sido eliminados de forma inadecuada).
- Seguir un enfoque de investigación forense común
- y tener acceso pleno o significativo a
- todos los sitios,
- registros,
- muestras
- y personal de interés,
- incluyendo:
- los principales mercados de Wuhan
- y todos los laboratorios
- e instituciones.
Uno de los garrafales fallos consideran fue que se estipulara que la mayor parte del trabajo de campo habría ser realizado por China y los resultados se comunicarían solamente a los miembros internacionales del equipo conjunto
- para su revisión
- y discusión,
- en formato elegido por China.
Los informes resultantes del proceso son resultado de
un compromiso basado en limitaciones políticas y de
otro tipo. Los informes intermedios y finales del estudio realizado conjunto están basados en un consenso entre
- los 17 miembros chinos
- y los 17 miembros internacionales del equipo conjunto.
Los conocimientos representados por el equipo exclusivamente se centran
- en la salud pública
- y la zoonosis,
- en detrimento de los conocimientos forenses adecuados para investigar
- un accidente de laboratorio
- o relacionado con la investigación.
El equipo
- no tenía el mandato
- ni el acceso a los registros detallados del laboratorio,
- ni a los datos,
- ni al personal, de forma que pudieran evaluar con seguridad y confianza las diversas hipótesis.
El equipo operó bajo contexto de una fuerte orden de silencio emitida por el Consejo de Estado chino que
- impidió cualquier intercambio espontáneo de información
- y coordinó la difusión cuidadosa de cualquier información con el gobierno chino.
Los investigadores exigen que se revele urgentemente el origen del coronavirus a
- China
- y la OMS
De entre ellos, un equipo independiente, se ha atrevido a alertar que los informes del viaje a Wuhan de la OMS no tienen validez de ningún tipo.
Las dudas y críticas vienen desde la ciencia y desde la política.
Primeramente fue Donald Trump quien culpó a la OMS, Organización Mundial de la Salud, de
- estar encubriendo a China
- y retrasar la alerta de la pandemia durante unos dos meses.
La expedición investigadora de la OMS a China fue un rotundo fracaso que ha alarmado a los investigadores y no investigadores en la materia, a nivel internacional. Es por esto que se pide se esclarezca de forma inmediata y con urgencia el origen del virus que ha provocado la pandemia covid 19.
Ninguno de los 26 investigadores han respaldado el resultado del informe de los asesores de la OMS, seguían las pautas amrcadas por las autoridades chinas:
"El equipo no tenía el mandato, ni la independencia, ni los accesos necesarios para llevar a cabo una investigación completa y sin restricciones de todas las hipótesis pertinentes sobre el origen del SARS-CoV-2, ya sea que se trate de un derrame natural o de un incidente de laboratorio o relacionado con la investigación científica"...y lo que es peor:
"La investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades chinas no ha dado pruebas que demuestren un origen natural de este virus".
Jaime Meltz, asesor de la OMS, reveló la corrupción de este organismo supranacional que, no obstante, está dirigiendo la salud mundial y comanda Tedros Adhanom, exministro marxista de Etiopía, que simpatiza con Xi Jinping y que está acusado por Human Rights de ocultar, en su país natal, las epidemias del cólera.
La hipótesis de que el virus saliera del laboratorio o del WIV, Instituto de Virología de Wuhan, de forma accidental es más que probable, por ser extremadamente prudentes y no decir que salió de allí intencionadamente, dada las últimas voces que cargan contra la densidad poblacional mundial y sobre todo el aumento de las clases pasivas porque son menos los nacidos que los que sobreviven superando los 80 años. En este sentido estaría cobrando fuerza el carácter de regulador ARTIFICIAL de la población de esta pandemia, que habría sido provocada, producto de la insensatez de la especie humana, la más cruel y devastadora de todas.
Los investigadores argumentan en su carta que no tienen validez los informes finales de la OMS porque ha sido un estudio consensuado la OMS y China, entre los 17 miembros chinos y los 17 miembros de la OMS, viéndose aquí carga política ajena a la ciencia y que habría impedido esclarecer la verdad de los hechos. Recordemos lo que dicen los investigadores independientes en su carta:
"El equipo no tenía el mandato ni el acceso a los registros detallados del laboratorio, ni a los datos, ni al personal, de modo que pudieran evaluar con confianza las diversas hipótesis. El equipo operó en el contexto de una amplia orden de silencio del Consejo de Estado chino que impidió cualquier intercambio espontáneo de información sobre la pandemia, y coordinó la difusión cuidadosa de cualquier información de este tipo con el gobierno chino".
Los investigadores independientes quieren aclarar a la opinión pública que el equipo internacional de la OMS tuvo que basarse en la información facilitada por las autoridades chinas y nada más. Añaden que cualquier detalle que los investigadores OMS-China quisieran agregar al estudioe informe debía ser aprobado primero por los miembros chinos.
Entre los firmantes de la carta están científicos de renombre como los virólogos moleculares del AFMB Lab, Etienne Decroly y Bruno Canard, de la Universidad de Aix-Marsella y del Centro Nacional Francés de Investigación Científica, agencia estatal de investigación francesa. El Dr. Decroly dijo haberse involucrado después de concluir que, sobre los datos disponibles era imposible determinar si efectivamente el SARS-CoV-2 "es el resultado de una zoonosis de una cepa viral salvaje o un escape accidental de cepas experimentales".
Si esto no es posible, habría que pensar seriamente en la segunda de las posibilidades porque de no ser así, los chinos no tendrían tanto interés en que no se aclarase el tema, dando información sesgada y prohibiendo cualquier información que previamente no haya sido por ellos aprobada.
Los firmantes de la carta al respecto especifican que existen muchas probabilidades, ya que el Instituto de Virología de Wuhan estaba experimentando y experimenta con coronavirus en murciélagos y sus efectos.
El grupo avisa sobre el grave riesgo que corre la sociedad si el PCCh, Partido Comunista Chino, se niega a exponer los verdaderos hechos.
Primero fue Donald Trump el que culpó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de estar encubriendo a China y retrasar la alerta de la pandemia durante casi dos meses. Posteriormente, un año después, un asesor de la OMS que trabaja para la Administración Biden, Jaime Meltz, vino a dar la razón al expresidente republicano. El analista norteamericano denunció que fue una farsa el viaje del equipo de la OMS a Wuhan, una farsa orquestada por los chinos del régimen comunista con el objeto de ocultar a la comunidad internacional el origen real del brote de SARS-CoV-2.