"Y vuelta Perico al torno". No termina de resolverse el tema del control del Poder Judicial. PSOE y Podemos se empeñan en tramitar a la carrera la reforma judicial, la idea que tienen en mente es impedir al Consejo realizar los nombramientos de los jueces estando caducado su mandato.
Los socialcomunistas en el Gobierno intentaron ya reducir el número de diputados precisos para designar vocales, algo que habría permitido a PSOE y U. Podemos dominar y nombrar los puestos relevantes de la judicatura asignándolos a magistrados de su cuerda. Este intento se frustra por la intervención de la Unión Europea y los socialcomunistas hubieron de renunciar a controlar los nombramientos pero, no conformes, insisten en impedir que el Consejo actual, cuyo mandato está caducado pero siguen ejerciendo interinamente, siga cubriendo vacantes.
Se defienden con ruido, los medios al servicio de los socialcomunistas del Gobierno lo que hacen es acusar al PP de bloquear la renovación del Poder Judicial con el fin de seguir dominando el Poder Judicial. Algo que no es ni lógico ni cierto.
Quien bloquea no es Génova sino Ferraz que insiste en que participe Podemos.
Los mismos medios sectarios aducen que es natural que, con Podemos en el Gobierno, participe también en la elección de vocales. Argumento que es falso.
No es el Gobierno quien tiene que negociar la elección con la oposición, sino los grupos parlamentarios con suficiente representación para sumar 3/5 del total de la Cámara. Son PSOE y PP, quienes sumando los dos diputados de Navarra Suma, tienen suficiente mayoría para proceder a esa renovación.
Podemos no son un grupo mayoritario y, aunque estén integrados en la coalición gubernamental, esto no le alcanza para otorgarles más derecho que el que pueda tener cualquier otro grupo político.
Pedro Sánchez, quizás viéndose comprometido por el pacto morado, es quien insiste en que lo hagan en virtud de estos pactos, pero Sánchez aquí no tiene nada que decir.
Sánchez podrá nombrar los ministros que le convenga, pero sin embargo entre sus competencias no está imponer la intervención de U. Podemos en el pacto de la renovación del Consejo.
De todo lo cual se infiere que el bloqueo viene por parte de Sánchez, que está exigiendo una participación que no se corresponde con la legalidad.
Si Sánchez actúa de esta forma será en virtud de los pactos con U. Podemos, pero si al pactar se obligó a algo semejante hizo algo que no estaba entre sus competencias.
Sánchez no puede cumplir lo que supuesta e indebidamente prometió y no se puede renovar el Consejo porque no puede cumplir lo que habría prometido, pero entonces quien bloquea en realidad el nombramiento de los nuevos vocales claramente no es Casado sino el propio Sánchez.
Esta verdad no es transmitida a la ciudadanía por los medios sectarios pero la verdad es la que es, por disfrazarla o amarillearla no va a cambiar.
Fuente: Libertad digital.