Charles Feeney tiene 90 años y debería ser un ejemplo, al menos, para la clase política a nivel mundial. Aunque reconocemos algunos personajes en primera fila, como Merkel, que viven la política de forma diferente, de forma humilde y sencilla; en el plano empresarial en España tendríamos a Amancio Ortega que, con su imperio de la moda canaliza sus obras benéficas a donaciones en sanidad, sobre todo.
La historia de este altruista magnate que donó una fortuna de 8.000 millones de dólares viene a continuación. Se quedó sin nada para sí, viviendo actualmente, con su esposa, en San Francisco, en un pequeño y modesto apartamento sin lujo alguno. A Charles Feeney, a quien llaman Chuck sus amigos, le bastan sus dos habitaciones en San Francisco y dice que no necesita más porque es feliz así.
No tuvo nunca Charles Feeney una casa propia ni siquiera un coche y
el reloj que viste apenas le costó un poco más de 10 dólares. Su
austeridad pudiera hacer pensar que se trata de un hombre corriente,
pero es un multimillonario que llegó a tener una fortuna que sobrepasó
los 8.000 millones de dólares.
Nos preguntamos cómo consiguió
semejante fortuna, la respuesta está en que en el año 1960 se replanteó
su estrategia de negocio y le dio un cambio radical al decidir que sus
tiendas, en las que vendía productos a los militares norteamericanos que
viajaban hacia Europa se transformaran en tiendas libres de impuestos,
lo que hoy se llama tiendas free. Con este pensamiento creó, junto a
Robert Miller, su socio, el imperio empresarial Duty Free Shoppers
(DFS), al que todo aquel que se haya subido a un avión alguna vez, muy
posiblemente, si compró en ellas, habrán ayudado a properar. La empresa
de Charles Feeney emplea actualmente a más de 9.000 personas a nivel
mundial.
El altruismo ha estado siempre presente en la vida de
Charles Feeney, lo que de verdad le interesó fue ayudar al prójimo y,
con esta filosofía, empezó a donar dinero a diferentes asociaciones y
proyectos por todo el mundo. En los viajes de Feeney a lo largo y
ancho de este mundo, aprovechaba para conocer las necesidades de los
diferentes colectivos a los que, secretamente y de forma desinteresada,
entregaba grandes sumas de dinero.
Su biógrafo es Conor O'Clery, quien asegura que su vida cambió después de leer 'Riqueza', de Andrew Carnegie, la obra de este famoso filántropo norteamericano que el vulgo ha llamado 'El evangelio de la riqueza'. En esta obra, determinadas frases tales como "morir rico es morir en desgracia" cambiaron la mente de Feeney.
Al cumplir los 50 años decide crear una fundación que canalizara sus donaciones, de esta forma, en 1982 nace The Atlantic Philanthropies, ONG con el objeto de distribuir su fortuna por todo el mundo por medio de donaciones a causas diversas; y, en los 15 primeros años de la fundación, las donaciones seguían haciéndose de forma secreta e incluso le apodaron el James Bond de la filantropía.
El objetivo era repartir todo su capital, lo que se ha cumplido a la edad de 89 años de Charles Feeney, quien puede sentirse satisfecho con su vida. Según la BBC este sería el motivo de que dejara de existir la fundación pues ya ha cumplido su propósito: entregar su fortuna de forma altruista, un total de 8.000 millones de dólares, lo que al cambio vienen a ser más de 7.000 millones de euros.
La causa por la que se sintió más sensibilizado fue la educación y, en este concepto, han ido la mayoría de las donaicones. Su alma mater ha sido la Universidad de Cornell, esta institución recibió casi un billón de dólares para la realización de proyectos a lo largo de los años, tales como la construcción de un campus tecnológico.
A causas sociales enfocadas en los derechos humanos destinó 870 millones de dólares; y donó 62 millones en forma de subsidios a grupos de trabajo por la abolición de la pena de muerte en USA y 76 millones a campañas promoviendo el proyecto Obamacare.
Destinó más de700 millones a causas de salud, otra de sus grandes sensibilidades, incluyendo un subsidio para mejorar el sistema de salud público en Vietnam de 270 millones de dólares y una donación de 176 millones al Instituto de Salud Cerebral Global de la Universidad de California, San Francisco.
A su causa filantrópica Feney ha sumado a magnates como Warren
Buffet o como Bill Gates. Su
forma de ver la vida influyó en el matrimonio Gates que hicieron suyo el lema "donar mientras se vive".
Fuentes: El Confidencial / BBC