Podemos decir tranquilamente porque así lo dictamina la justicia que la rama violenta de los CDR no son más que terroristas.
La justicia acusa de terroristas a los trece detenidos por la Operación Judas por pertenencia, depósito y fabricación de explosivos. Ha sido el juez de la Audiencia Nacional D. Manuel García Castellón, quien ha puesto oficialmente fin a la investigación de la citada operación. Estos individuos son presuntos integrantes de un «comando autónomo» de los CDR, o sea, los Comités en Defensa de la República catalana que nació como «organización terrorista» y pretendía «subvertir el orden constitucional» imponiendo «su causa» que no es más que imponer por la fuerza la independencia.
Hablamos del que se autodenomina Equipo de Respuesta Táctica (ERT), constituido por un grupo formado por miembros de distintos comités en la escalada de protestas a partir del ilegal referendum del día 1 de octubre. Se radicalizan con el enjuiciamiento de los que lideraron el procés, que pasaron por celda y que, en opinión de estos radicales, requería de «un plus de compromiso y profesionalidad en la ejecución» de las acciones «más sensibles».
Según el auto de procesamiento que firma García Castellón: «Se constituyeron en una célula que elevaba la intensidad y la naturaleza de las acciones llevadas a cabo a un nivel superior».
Las conclusiones de la investigación fueron que de verter aceite en la carretera que llevaría a la carcel el convoy de presos del procés a fabricar explosivos en su casa y a determinar objetivos contra los que utilizar estos explosivos.
Esta "colección" es la que constituyen los ERT:
- Germinal Tomas Aubeso,
- Queralt Casoliva,
- Alexis Codina,
- Rafael Joaquín Delgado,
- Guillem Xavier Duch,
- Esther García,
- Eduardo Garzón,
- Sonia Pascual,
- Jordi Ros,
Estos elementos han sido procesados por distintos motivos:
- pertenencia a organización terrorista
- tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos e inflamables de carácter terrorista.
Junto a ellos, aunque solo se les ha impotado la pertenencia, fueron procesados :
- Clara Borrero,
- David Budria
- Xavier Buigas,
- Ferrán Jolis
Segun señala el magistrado, los investigados miembros del ERT, «habrían superado la actividad dentro del respectivo CDR y conformado una organización terrorista paralela, de carácter clandestino y estable, cuyo objetivo sería el de llevar a cabo acciones violentas o atentados contra objetivos previamente seleccionados utilizando para ello los explosivos y/o sustancias incendiarias fabricados en los dos laboratorios clandestinos que la propia organización tenía instalados en dos domicilios particulares».
La Guardia Civil a cargo de esta investigación detectó deflagraciones en uno de esos domicilios y allí fueron fotografiados manipulando las sustancias inflamables.
... «los investigados habrían llevado a cabo todos los pasos necesarios para la elaboración y fabricación de sustancias explosivas de forma efectiva».
Habrían adquirido «los conocimientos necesarios» recurriendo a expertos y fueron autores de las compras de sustancias y/o elementos necesarios para la producción de explosivos, tarea que habrían realizado falseando identidades o por medio de terceros. Todo lo cual lo habrían realizado autofinanciándose por medio de «personas del entorno de los CDR para que les consiguieran» lo que necesitasen.
El sumario incluye vídeos de uno de los acusados enseñando a fabricar un detonador.
Además se les intervino diferentes manuales y contenidos digitales instructivos sobre este asunto. Para la fecha en la que se produjeron las detenciones, Septiembre de 2019, contaban ya con «informaciones precisas» sobre sus posibles objetivos. Habían realizado labores de «reconocimiento, vigilancia y control» de distintas instalaciones, como
- las sedes de la Comandancia Naval de Barcelona,
- el Gobierno Militar,
- la Delegación de Gobierno,
- la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
- la Jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil,
- el propio Parlament de Cataluña.
También habían investigado a
- miembros,
- vehículos e
- instalaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,
- torres de alta tensión,
- instalaciones en autopistas,
- peajes.
Tenían planes de asaltar el Parlament siguiendo el encargo de lo que llaman «el CNI Catalán». Este asunto motiva en su momento la apertura de otra investigación que a día de hoy continúa bajo secreto de sumario en el Juzgado. Lo mismo sucede con lo relativo a las acciones de sabotaje que que habrían realizado contra el movimiento Tsunami Democrátic, en el contexto también de las protestas separatistas.
Los miembros del ERT eran como «un comando autónomo» y tenían los conocimientos y medios para perpetrar el citado asalto. Pensaban entrar por la puerta principal pensandose apoyados desde el interior, se pensaban atrincherar dentro hasta conseguir proclamar la república catalana. Su idea era sabotear la red de comunicaciones con lo que pretendían conseguir y garantizar el aislamiento. Al parecer poseían «la capacidad técnica y humana» para ello pues Jordi Ros, uno de los procesados, al parecer tiene avanzado conocimiento en telecomunicaciones.
El juez, en el auto, explica que los CDR se originan en los Comités de Defensa del Referéndum que fueron creados a mitad del 2017 dentro del entorno de la CUP. Según el juez «incluso se pueden vincular a la propuesta anterior, de Pobre Lliure, de creación de Grupos de Defensa de la República Catalana».
Al principio se vinculan «al objetivo concreto de asegurar la celebración del referéndum suspendido judicialmente», pero cuando el 1-O fracasa, en vez de desaparecer, «dichos grupos y estructuras fueron concebidos con una finalidad que pretendía una existencia más allá» de aquel suceso, «lo que suponía adopción de la idea original de Poble Lliure», dicha organización quedó integrada en la CUP y sería la sucesora del brazo político de Terra Lliur, el grupo terrorista.
«De este modo, nos encontramos ante grupos compuestos por una pluralidad de personas que tendrían como objetivo subvertir el orden constitucional de forma material, mediante una estrategia planificada y organizada».
Tanto para el Juez como para la Fiscalía, su intención «se manifiesta a través del rechazo a seguir los cauces legalmente establecidos» para sus reivindiaciones políticas y las acciones «tumultuarias» con el objeto de «imponer una realidad», por la fuerza, por medio de «la toma de control del territorio».
Los procesados buscaban la independencia yempleando incluso sin dudarlo «la violencia en su máxima expresión, forzando de modo coercitivo a las instituciones» del Estado para que cediesen en favor de la independencia Cataluña.
En la investigación de la Operación Judas se emplearon varios meses de seguimientos, fueron necesarias escuchas telefónicas y se interceptaron varios grupos de chat donde intercambiaban sus planes; así como también implicó lógicamente, la vigilancias de los trece ahora procesados, algunos de los cuales fueron ddescubiertos comprando sustancias que podrían entenderse compatibles con la fabricación de Termita; e igualmente se descubren dos laboratorios en sus domicilios en los que probaban los componentes que habían adquirido.
Fuente: ABC.