El arte contemporáneo se suele identificar con el siglo XX pero realmente abarca temporalmente un periodo mayor, tal que, ocupa la Edad Contemporánea que nace, con la Revolución Francesa, en 1789; y es el periodo que contiene los ismos del arte.
Los finales del siglo XVIII suponen la pervivencia de la historia del arte barroco, incidiendo en la decoración, ornamento y adopción de temas mundanos. La arquitectura busca espacios y ambientes de recogimiento.
El Rococó diseña jardines más simples, con mayores zonas de césped y parterre; destaca Palacio de Aranjuez. La escultura tiene la influencia de Bernini; en Italia destacar la Fontana de Trevi, de Pietro Bracci y Filippo della Valle; y en España destacan Juan Pascual de Mena y Luis Salvador Carmona. En pintura exaltación religiosa, paisajismo y escenas cortesanas.
Goya que progresa desde el Rococó hasta el prerromanticismo, con una obra personalísima que cultiva tanto pintura como grabado. Entre sus obras los Caprichos, la Familia de Carlos IV, las Pinturas Negras, y los Fusilamientos del 3 y 4 de mayo de 1808.
El Neoclasicismo es reflejo del auge de la burguesía, resurgimiento del clasicismo y perfección de formas; y la arquitectura se hace más racional y funcional. Destaca el Museo del Prado de Madrid, obra de Juan de Villanueva.
En escultura Antonio Cánova trabaja entre papas y corte napoleónica. En pintura austeridad y equilibrio destacando Jacques-Louis David, el pintor de la Revolución Francesa. El arte de la Restauración sustituye la sobriedad por la ostentación, Biedermeier aporta un diseño práctico y cómodo que influye en el estilo isabelino español y victoriano inglés.
La Revolución industrial, capitalismo, marxismo, la lucha del proletariado confluyen en una atomización de estilos que conviven en el arte moderno del XX. De 1889 es la Torre Eiffel, de Alexandre Gustave Eiffel, realizada para la Exposición Universal de París. Revolución del hierro, hormigón y acero; eclecticismo de formas que ampara a todo un conjunto de estilos: Historicismo, Neorrománico, Neogótico y otros neos e ismos, destacando figuras como Gaudí en España.
El Impresionismo , con Renoir o Monet, es una vuelta a la naturaleza, pincelada suelta, impresión visual, luminosidad. Suceden Neoimpresionismo y Postimpresionismo con Cézanne, Van Gogh, Sorolla; el Simbolismo , con Gustav Klimt; el Modernismo con Rusiñol.
Mas tarde el Dadaismo y el antiarte, la Fuente de Duchamp es representativa; y la sociedad como el arte se hace
materialista y consumista. El Vanguardismo triunfa con “Formas únicas de continuidad en el espacio”, obra de Umberto Boccioni; Fauvismo con Matisse; Expresionismo con Munch; Cubismo con Picasso y Braque; Futurismo con Balla; el Abstracto con Mondrian; Constructivismo, Surrealismo y un sin fin de ismos forman la Historia Mundial del Arte.