Resulta que, como sabíamos, todo, absolutamente todo se reduce a númeos. Pues bien, la libertad de expresión también, iden eadem idem.
Resulta pues que podemos estar escribiendo, hablando, pintando... y se nos está codificando con números que se pueden interpretar como ilegales. Veamos un vídeo que aporta una curiosa información al respecto, se intitula Número ilegales, pero sepamos que los números no son simples guarismos, son mucho más: