El oro que robaron los socialcomunistas del Banco de España y que pasó a la historia como "El Oro de Moscú"
El día 25 octubre de 1936 se produce en España el que fuera el mayor robo del siglo, lo protagonizan las manos del PSOE, el Partido Socialista Obrero Español.
Zarpaban cuatro buques soviéticos rumbo a Moscú partiendo desde el puerto de Cartagena, en Murcia, hacia el de Odessa, en Ucrania. Cargaban con casi 600.000 kilos de oro puro procedentes del saqueo del Banco de España por lo que se determinó en llamar “La banda de los Cuatro”, todos del PSOE:
- Largo Caballero, presidente del Gobierno,
- Juan Negrín, a la sazón ministro de Hacienda y en meses posteriores se convertiría en presidente de la República,
- Indalecio Prieto, que era el ministro de Marina y Aire
- y Luis Araquistain, el embajador de España en Francia.
Largo Caballero, "El Lenin español"
Juan Negrín
Indalecio Prieto
Luis Araquistáin Quevedo Calderón
Fue el mayor robo de la Historia y además realizado desde la misma capital de Espa, al pueblo entero, el colmo del vandalismo, en realidad se estaban robando a ellos mismos proque aunque no se comportasen como tales, ellos también eran ciudadanos españoles, tal era su inteligencia.
Aquel atraco supuso el latrocinio de la cuarta reserva de oro en importancia del Mundo. El "botín" fue extraído vilmente por medio de un decreto que no llegó nunca a las Cortes, siendo ocultado en su verdadero alcance a Manuel Azaña, jefe del Estado.
Se habla solamente del oro de Moscú, que no es de Moscú, sino de Madrid, de España, de los españoles, pero el cargamento fue en realidad mayor, ya que no sólo contenía los lingotes de oro, sino que muchas de las 7.800 cajas que enviaron y llegaron a Moscú contenían cientos de miles de monedas con valor numismático incalculable que casi duplicaban el valor total de lo que suponía el cargamento de oro en lingotes. Se estima un total de
- unos 12.000 millones de euros en lingotes
- 20.000 millones en monedas.
Se habla del oro de Moscú, como si hubiera sido un único suceso, pero no fue así, siguieron enviando meses después cargamentos menores, además de los ingentes envíos realizados a Francia semanas antes y el posterior atroz saqueo, esta vez de la Caja General de Reparaciones que mandaron a México en el yate Vita con todo el botín robado a los Montepíos y al tesoro de la Catedral de Toledo y otras muchas iglesias y museos de España.
Fue el PSOE, con la excusa de obstaculizar, a los que pudieran ganar la guerra, la reconstrucción de España, quien arrastró a tres generaciones de españoles a la ruina más absoluta condenándolos a la pobreza y hambre con su brutal latrocinio.
El día 20 de octubre, el director del NKVD en España, -aun no había nacido la KGB-, Alexander Orlov, recibe de Stalin un telegrama encriptado, ordenándole la organización del envío del oro a la URSS conforme con Negrín. Así decía el telegrama:
“Junto con el embajador Rosenberg, organice con el jefe del gobierno español, Caballero, el envío de las reservas de oro de España a la Unión Soviética… Esta operación debe llevarse a cabo en el más absoluto secreto. Si los españoles le exigen un recibo por el cargamento, niéguese. Repito, niéguese a firmar nada y diga que el Banco del Estado preparará un recibo formal en Moscú”.
Meses después de regresar a la URSS, Orlov temía por su vida, sus compañeros que participaron en el saqueo al Banco de España estaban siendo purgados y huye a EE.UU. Se propone llevar a cabo operaciones con los tanquistas soviéticos que recien acababan de llegar a España y en informe posterior al Subcomité del Senado de los EEUU declara que:
“Deseo subrayar que, en aquel tiempo, el gobierno español (…) no controlaba completamente la situación. Le dije francamente al ministro de Hacienda Negrín que si alguien se enteraba de ello, si los anarquistas interceptaban a mis hombres, rusos, con los camiones cargados de oro español, los matarían y sería un tremendo escándalo político en todo el mundo, que incluso podría provocar una revolución interna. Por ello (…) le pregunté si el gobierno español podría extenderme credenciales bajo algún nombre ficticio (…) como representante del Banco de Inglaterra o del Banco de América, porque entonces (…) podría decir que el oro se estaba transportando a América por razones de seguridad (…) Negrín no puso ninguna objeción. Pensó que era una buena idea. Yo hablaba un inglés relativamente bueno y podía pasar por extranjero. Por lo tanto, me extendió las credenciales de un hombre llamado Blackstone y me convertí en el representante del Banco de América”.
El 22 de Octubre de 1936 Francisco Méndez Aspe se personó en Cartagena, era el jefe del Tesoro y también el hombre de confianza de Negrín, ordena la extracción nocturna de las cajas, en su mayoría las de oro, cada una de las cuales venía a pesar unos 75 kg, fueron transportadas en camiones y después cargadas en cuatro buques:
- KIM,
- Kursk,
- Nevá y
- Volgolés.
Según relato de Orlov unos años más tarde, testimonio que fue publicado hasta en la revista Reader’s Digest:
“Una brigada de tanques soviéticos había desembarcado en Cartagena dos semanas antes y ahora estaba estacionada en Archena, a 40 millas. La mandaba el coronel S. Krivoshéin, al que los españoles conocían como Melé. Krivoshéin me asignó veinte camiones militares y otros tantos de sus mejores tanquistas (…) Los sesenta marinos españoles habían sido enviados al polvorín con una hora o dos de anticipación (…) Y así, el 22 de octubre, al anochecer, me dirigí, seguido de una caravana de camiones, al depósito de municiones (…) La salud de Méndez Aspe era algo muy serio. Era un hombre muy nervioso. Nos dijo que debíamos interrumpir la carga o pereceríamos [a causa de un bombardeo alemán]. Le respondí que no podíamos hacerlo, porque los alemanes continuarían bombardeando el puerto y el barco se hundiría, así que debíamos seguir. Entonces huyó y dejó solo a un ayudante, un español muy agradable que se encargó de contar las cajas del oro”.
Tardaron tres noches en embarcar el oro y el 25 de Octubre se hicieron a la mar los cuatro barcos con rumbo a Odessa, que era el gran puerto de la URSS en el Mar Negro.
Acompañaban en la expedición cuatro claveros, considerados personas de confianza, del Banco de España, siendo uno de los claveros custodio de las llaves de las cajas fuertes del Banco de España, estos claveros eran:
- Arturo Candela,
- Abelardo Padín,
- José González y
- José María Velasco.
Orlov reseñó 7.900 cajas y Méndez Aspe 7.800 cajas, el recibo final fue por 7.800, así que no se sabe ciertamente si fue un error de cálculo o si Méndez Aspe huyó no por el bombardeo alemán que había alegado sino porque quizás había sustraido 100 cajas llenas de oro, las que faltaban en el cómputo de Orlov.
Alexander Orlov
El convoy se encaminó hacia la URSS y, en la noche del día 2 de Noviembre, día de los difuntos para la onomástica católica, Stalin recibió noticia de que tres barcos cargados con oro habían arribado a Odessa, porque el Kursk se averió y se retrasó algunos días, llevaba 5.779 cajas, de las 7.800 computadas.
Válter Krivitski, general del GPU, uno de los colaboradores, describió la escena de la recepción del oro en el puerto ruso:
“Toda la zona próxima al dique fue despejada y rodeada por cordones de tropas especiales. A través de ese espacio vacío entre el muelle y las vías del ferrocarril, los más altos jefes de la GPU transportaban las cajas de oro a sus espaldas. Durante varios días estuvieron transportando el oro, cargándolo en los camiones y llevándolo a Moscú en convoyes armados. Intentó darme una idea de la cantidad de oro que habían descargado en Odessa mientras caminábamos por la gran Plaza Roja. Señaló la extensión que nos rodeaba y dijo: «Si todas las cajas de oro que apilamos en los muelles de Odessa se colocaran aquí una al lado de otra, cubrirían completamente la Plaza Roja».
El oro fue custodiado por el 173 regimiento del NKVD. Fue trasladado de inmediato al Depósito del Estado de Metales Preciosos del Comisariado del Pueblo para las Finanzas, en Moscú. Allí, de acuerdo a un protocolo del día 5 de noviembre, fue recibido el oro en calidad de depósito.
En el protocolo se nombraba a una comisión receptora integrada por
- los representantes del Comisariado de Finanzas,
- J.V. Margoulis, director del Servicio de Metales Preciosos,
- O.I. Kagán, director del Servicio de Divisas,
- el representante del Comisariado de Negocios Extranjeros
- y Marcelino Pascua, embajador español en la Unión Soviética.
El oro llegó a Moscú un día antes del 19º aniversario de la revolución de octubre.
Entre los días 6 - 7 tiene lugar la llegada y la aceptación de las cajas llenas de metales preciosos conforme a «la declaración verbal del embajador de la República Española en Moscú y de los empleados del Banco de España que acompañan el convoy… (puesto que) las cajas no están numeradas ni provistas de facturas de acompañamiento que hubieran indicado la cantidad, el peso y el contraste del metal».
Según dijo Orlov, Stalin celebró con un banquete la llegada del oro, asistieron miembros del Buró Político donde habría dicho que: «Los españoles no verán su oro nunca más, como tampoco ven sus orejas», expresión que tomó de un proverbio ruso.
Pocos días después, entre los días 9 y 10 de noviembre llegaron las últimas 2.021 cajas que llegaron en el Kursk.
Se procedió al recuento de una muestra de 372 cajas, que sirvieron para redactar el acta de recepción preliminar, con fecha del 20 de noviembre. Después se recontó el total del depósito, tarea para la cual los cuatro claveros españoles previeron un plazo de un año, trabajando ellos solos y en dos turnos diarios, turnos de siete horas; pero el recuento, comenzó el 5 de diciembre y terminó el día 24 de enero de 1937, aunque al parecer se efectuó con el máximo esmero.
Se abrieron 15.571 sacos que en su interior tenían 16 clases distintas de monedas áureas:
- libras esterlinas (el 70%),
- pesetas españolas,
- luises y francos franceses,
- marcos alemanes,
- francos belgas,
- liras italianas,
- escudos portugueses,
- rublos rusos,
- coronas austriacas,
- florines holandeses,
- francos suizos,
- pesos mexicanos,
- pesos argentinos,
- pesos chilenos y
- una extraordinaria cantidad en dólares USA.
El cómputo total del depósito ascendía a 509.287.183 kg de monedas y 792.346 kg de oro en lingotes y recortes. En total 460.568.245,59 gramos de oro fino.
Las moneddas poseían un valor mucho mayor numismático que el propio valor del oro en las que estaban confeccionadas, pero no fue ni calculado ni tenido en cuenta por los soviéticos.
Aunque sí pusieron cuidado extraordinario en enumerar las monedas falsas, defectuosas o que contenían menos oro del debido.
Nunca explicaron los soviéticos qué hicieron con las monedas que se consideras raras y antiguas, parece dudoso que las fundieran; y, algunos plantean la posibilidad de que las monedas de valor numismático se apartaran con la idea de venderlas progresivamente en el mercado internacional.
Una parte de la historiografía considera que el valor del oro de Moscú se calculó en un mínimo metálico de 12.200 millones €, según la cotización que tenía el oro en marzo de 2010, considerando posible que el valor numismático ascendiera y sobrepasara los 20.000 millones.
Cuando terminaron de contar, el 5 de febrero de 1937, tanto
- el embajador español
- y los responsables soviéticos
- G. F. Grinkó, comisario de Hacienda
- y N. N. Krestinsky, su adjunto para asuntos exteriores,
El documento estipulaba en su párrafo 2, sección 4, que el Gobierno español no reexportaría o dispondría del oro. En el último punto, una cláusula especificaba que los soviéticos se desentendían de responsabilidades sobre el depósito, según lo fuesen empleando las autoridades de la república. Esa cláusula decía: «en el caso que el Gobierno de la República ordenase la exportación del oro recibido en depósito por la URSS o bien en caso que dispusiera del mismo de otra manera, la responsabilidad asumida en el presente acta por el Comisariado del Pueblo para las Finanzas será reducida automáticamente, en todo o en parte en proporción a las disposiciones del Gobierno de la República española».
Se trataba pues de un depósito que la república española
- podía emplear libremente,
- exportándolo o enajenándolo,
- con lo que las autoridades soviéticas no asumían responsabilidad por el destino de dicho oro.
La URSS otorgaba la titularidad del depósito de aquel oro al Estado español republicano, no al Banco de España, entonces entidad privada, aunque era su verdadero propietario, de allí fue saqueado por lo que se llamó “La Banda de los Cuatro”.
El día 15 de enero de 1937 la CNT Solidaridad Obrera, en su periódico, denunció la «descabellada idea de enviar las reservas de oro al extranjero»; y, por su parte, la agencia gubernamental Cosmos publicó el 20 de enero, una nota trampa afirmando que la reserva de oro aún estaba en España.
Poco después, las querellas entre las organizaciones anarquistas y del POUM con el gobierno socialcomunista se manifestó en los enfrentamientos violentos de mayo de 1937, que terminaron con la derrota anarquista.
En los meses siguientes, varios de los soviéticos, que estaban implicados en el tema del oro español en Moscú, tuvieron un trágico final.
- Stashevski muere ejecutado por el NKVD EN 1937
- el embajador soviético Rosemberg es ejecutado en 1938;
- Orlov huyó en 1938 a USA temiendo ser ejecutado igualmente, al recibir un telegrama de Stalin ordenándole volver a la URSS.
- Fueron ejecutados el día 5 de marzo de 1938 o víctimas de desaparición forzada en diversas modalidades, tras ser acusados de pertenecer al «bloque trotskista-derechista» antisoviético, los Comisarios del Pueblo de la Hacienda Soviética
- Grinkó ( acusado de «esfuerzos por socavar el poder financiero de la URSS»),
- Krestinski,
- Margoulis y
- Kagán, .
- Los cuatro funcionarios españoles que fueron enviados para la supervisión de la operación fueron retenidos por Stalin hasta el mes de octubre de 1938, sólo entonces se les permite salir para lugares disversos del extranjero:
- Estocolmo,
- Buenos Aires,
- Washington y
- México, respectivamente.
- Marcelino Pascua, embajador español, fue trasladado a París.
Stalin borraba cualquier testimonio que permitiera la acreditación de la procedencia del llamado "oro de Moscú" y blindaba cualquier exigencia para el futuro en cuanto a su restitución a las autoridades españolas.
En el Archivo Histórico del Banco de España se conserva el «Dossier Negrín», entre estos documentos se encuentran los registros contables y las informaciones sobre las cuentas de esa operación, que fueron entregadas el hijo de Negrín, Rómulo Negrín, el 18 de diciembre de 1956 al gobierno del general Franco.
Esta documentación ha permitido la reconstrucción de lo ocurrido tras la recepción de las reservas de oro españolas en Moscú, los soviéticos fundieron las monedas, las transformaron en barras de baja aleación de oro, por lo que cobraron por hacerlo un precio descabellado y aprovisionaron, a cambio, las cuentas bancarias en el extranjero de la Hacienda de la República.
Con el oro español que fue depositado en Moscú se pretendía
- hacer frente a la compra de material bélico
- y otros pagos del Estado,
pero una vez allí el oro, los rusos
- cambiaron el carácter de su ayuda
- y reclamaron de inmediato al Gobierno republicano el pago de los envíos
- que habían llegado, aparentemente, como un regalo para combatir al fascismo internacional.
Stashevski reclamó a Negrín
- 51 millones de dólares de deuda acumulada
- y los gastos de transporte del oro desde Cartagena a Moscú.
Pudo pensarse que, en la zona nacional, las ayudas extranjeras de alemana e italiana fueron desinteresadas, pero no fue así, sino que hubieron de ser pagadas, aunque los alemanes y los italianos permitieron que España fuese satisfaciendo su deuda tras terminar la Guerra.
Con la exigencia del pago en efectivo se desploma la relación "idílica" entre españoles socialcomunistas y la Unión Soviética.
- Rusia puso sus ojos en las reservas de los sótanos del Banco de España
- Rusia realiza contrato mercantil en que una de las partes pone a la otra condiciones muy severas.
- Rusia, la URSS, enviaba material que se pagó a un muy alto precio; y que serviría a los rusos para probar su eficacia.
Todos los gastos se encuentran registrados, gastos y servicios fueron facturados al Gobierno.
Una parte de la historiografía sostiene que se produjo una estafa soviética en cuanto a la gestión del depósito del oro en Moscú, Stalin habría hinchado el precio de los materiales de guerra vendidos manipulando la transferencia de rublos a dólares y de dólares a pesetas, habría cargado los tipos de cambio internacionales hasta en un 30% y hasta un 40%.
Negrín no estudió ni custodió los comprobantes de compra de material militar con lo que no pudo asegurarse que fuese el necesario y no el que consideraban oportuno los consejeros soviéticos, para
- asegurar su correcta distribución en el frente
- y para asegurar su calidad
- y precio.
José Giral precedió a Largo Caballero en la presidencia del gobierno y, a pesar de tener pagadas las compras de armamento, la URSS no enviaba material alguno si el gobierno español de la República «no accedía antes a que fueran entregados a
- los comunistas importantes
- puestos militares y
- policíacos».
Pronto desaparece el escaso crédito de la Hacienda de la República.
A pesar de la estafa, además de las reservas de oro del Banco de España, durante la Guerra Civil siguieron llegando a Moscú cantidades indeterminadas de metales preciosos, procedentes supuestamente de las incautaciones realizadas por la Caja General de Reparaciones de joyas incautadas a los ciudadanos, en varios envíos posteriores.
Están documentados
- el caso del Andutz Mendi, mercante español, con destino a Odessa, de 3.800 Tm. de desplazamiento, que atracó el 14 de febrero de 1937 en Estambul con un cargamento de cajas de oro.
- El caso del vapor Latymer, que declaró en noviembre de 1938 a las autoridades griegas carga de «plomo argentífero».
- Se sabe que Sigmund Rot, comunista austríaco, hizo diversos transportes de monedas de oro con destino Moscú entre España y Praga
- El barco Cap Pinede desembarca en Port Vendres cargamento de oro y joyas que en secreto fue agregado a un convoy ferroviario de armamento defectuoso que se devuelve a la URSS.
- El comunista Domingo Hungría se lleva del tesoro acumulado en el Castillo de Figueras, dos camiones cargados de oro y joyas.
- El comunista Villasantes, se lleva un camión cargado con maletas llenas de joyas
- y un comandante del Batallón Especial de Líster se lleva otros cuatro.
A finales de 1939, en la Banque Commerciale de l’Europe du Nord existían un total de 1.896 millones de francos a nombre de
- colegas,
- familiares y
- agentes del presidente Negrín.
Queda en la oscuridad y por aclarar el destino que siguieron numerosas partidas de bienes y productos como
- los 2.500 millones de francos entregados al PCF para la creación de France Navigation,
- la liquidación de compañías y cuentas bancarias, saldos pendientes del gobierno republicano, y deudas del soviético con diversas compañías españolas.
El gobierno soviético adeudaba a la Campsa-Gentibus
- 1,5 millones de dólares, 800.000 libras,
- 4 millones de francos
- y 41 millones de pesetas,
- además de los envíos no contabilizados.
La CEA y la Mid-Atlantic ingresaron en los bancos soviéticos de París y Londres un total aproximado de
- 75 millones de francos,
- 25,5 millones de libras
- y 36 millones de dólares de los que no se tuvo más ninguna noticia.
- A este conjunto en favor de los soviéticos habría que añadir el valor de la incautación por parte del gobierno de Stalin de 9 barcos españoles fletados por un valor aproximado de 8 millones de dólares.
En febrero de 1939, sale Indalecio Prieto en dirección a Chile como embajador plenipotenciario y, en abril, al terminar la guerra, aún seguía en México donde aprovechó para realizar una nueva fechoría monumental usurpando los tesoros de museos y catedrales que viajaban en el yate Vita, por orden de Negrín, ahora presidente de la República en el exilio.
Indalecio da un golpe de estado y esto lo deja fuera no sólo del cargo sino que también lo expulsó del PSOE.
A instancias no del PSOE, en 1981, Adolfo Suárez, acuerda indemnizar a los hijos del Dr. Negrín con unos terrenos en Canarias y que el franquismo había requisado tras la guerra por su infame actuación.
En 1995 el Estado le pagó a los hijos de Negrín 287 millones de pesetas.
En 2007, el PSOE de Rodríguez Zapatero le devuelve el carnet de militante a, título póstumo, a Juan Negrín.