La situación económica española misma marca las posibles soluciones que debe el Gobierno dar para resolver la crisis financiera de la mejor forma. Nuestro país está siendo azotado desde varios frentes y estaría bien alejar muchos debates de tema económico del terreno político. Y esto, más que nada, porque ciertos temas no tienen colores políticos, hay que resolverlos todos a una, tales como:
- el mercado laboral
- la inversión en medioambiente en vez de hacerlo en destruir el medioambiente
- la mejora de la competitividad o mejor dicho, convertir la competitividad en excelencia, la superación del buen hacer trascendiendose sobre el propio esfuerzo, sin poner zancadillas a los demás
- inversión en Responsabilidad Social Corporativa en vez de gastarse en dinero en paliar los efectos de su carencia
- la sostenibilidad de las finanzas públicas y un lasgo etc.
Todo lo citado y más, va más allá de tendencias políticas porque son necesidades que tenemos y tenemos que abordar y, sobre todo, resolver.
El retraso de la resolución de estas temáticas problemáticas es tan nocivo como doloroso, no valen paños calientes, hay que aplicar una medicina contundente, eficaz, que realmente resuelva los problemas. Sólo así volveremos a ser la gran potencia que fuimos y que, a fuerza de sufrimiento, parece que hemos perdido confianza y estamos a merced de los vientos y tendencias socialcomunistas, por otra parte muy extemporáneas ya.
Es precisa una reforma fiscal que incentive la inversión y la creación de empleo, sobre todo de los sectores con mayores problemas para encontrar trabajo:
- parados de larga duración
- mujeres
- mayores de 55 años
- mayores de 45 años...
En vez de proteger a los colectivos menos vulnerables, hay que empeñarse en dar soluciones a los colectivos más vulnerables.
En vez de gastar dinero en favorecer al que entra en España, sin ser español, dándole toda clase de ayudas, subsidios, trabajo, vivienda y todo lo que se tercie, dejando olvidados a compatriotas que cuando trabajaban dejaban en Hacienda cantidades abusivas. Muchos de ellos hoy por hoy no tienen ni paro ni subsidios ni nada de nada.
Las actuaciones políticas deben corregir la presión fiscal, intensificándola en impuestos que no distorsionen la economía popular, que hagan mella en los bolsillos de los contribuyentes populares y gravar cosas que no sean imprescindibles.
Antes existía el impuesto de lujo, parece que nada más social que la mal llamada dictadura. Hay que tomar conciencia de que de donde no se mete nada tampoco se puede sacar.
Hay que reducir las cotizaciones sociales y abaratar la contratación.
Hay que dominar el vocabulario y no llamar cultura a lo que es primitivismo y crueldad, así, el dinero destinado a cultura se distrae para festejos cruentos que no aportan más que educación en crueldad a la sociedad desde la más tierna infancia. Estas cosas no se pueden hacer desde el propio gobierno con el pretexto de que estos expectáculos cruentos dejan mucho dinero. ¿A dónde está dispuesto a llegar el ser humano?, o más bien inhumano.
Hay que terminar con el gran teatro que generalmente constituye el sistema de oposiciones, que se ha convertido en una forma institucionalidada de extraer dinero de los más necesitados. Nada que lo justifique, no hay que pensar más porque no tiene sentido. ¿Realmente no se dan cuenta los políticos de la mafia que hay detrás del tema oposiciones?. Esta redacción no se lo puede creer.
No hay que subir el IVA para equilibrar cuentas, ya el propio nombre echa para atras: impuesto sobre valor añadido. Sinónimo de sacaliñas por la cara. ¿De verdad que a nadie se le ocurre una manera menos latrocínica de conseguir dinero para el común de Europa?. Tampoco esta redacción se lo puede creer, hay mentes muy valiosas, cuando los excesivos intereses dejen de mandar empezaremos a lograr equilibrio socio económico.
El colmo ya es el impuesto de patrimonio, sucesiones y donaciones. ¡¡Es que uno no puede hacer con sus propiedades lo que le de la gana¡¡, pues el derecho a la propiedad privada es un derecho constitucional que en ninguna forma debería violarse y el socialcomunismo en esto parece que le gusta usar hasta burundanga. Que lo de tu padre es tuyo, que no te lo puede quitar nadie porque tu padre sigues siendo tú y el esfuerzo es de la familia, célula del Estado, las sucesiones de derechos de padres a hijos y entre hermanos deberían estar libres de cualquier impuesto.
Hace años, cuando se esperaba el nacimiento de un niño se solía decir "a su casa viene". Pero esto cómo se entiende hoy, si a la muerte de sus padres tiene que comprarle literalmente al Gobierno la propiedad que por derecho natural le pertenece¡¡¡¡¡¡¡. Un poco de justicia social, un poco de respeto, un poco de honradez, un poco de caridad para con los demás que no son los que trincan sino los que entregan, por favor¡¡¡ QUE YA ESTÁ BIEN¡¡, o mejor dicho. ESTÁ MUY MAL.
El impuesto de patrimonio es anticonstitucional y el ipuesto de sucesiones, además de anticonstitucional es ineficaz.
Estos impuestos deslocalizan el capital y arrastran con ellos otro tipo de ingresos fiscales que castigan más al ciudadano, que no tiene culpa de nada por otra parte. Aparece como consecuencia pago igualmente del IRPF y otros impuestos indirectos.
¡¡¿No será mejor premiar el ahorro y la inversión que robarle al que hereda o el que recibe una donación?¡¡.
Una mejor fiscalidad, una mejor política económica que premie ahorro e inversión reduciría evasión fiscal y la deslocalización de los capitales que se aplican en paraísos fiscales.
En los periodos en los que ha crecido España son en los que se ha valorado la austeridad, porque se obtienen beneficios del rigor no de la manga ancha que tira y jala por doquier en cosas innecesarias, por eso debería haber un tope de salarios, por arriba y por abajo, impuestos de lujo y control del gasto. El ser humano se estaría educando en valores más positivos y a la vez España progresaría como ni se imagina.
Entre 1939 y 1960-65 se produce un progreso sin precedentes en España, también es la época del Baby Boom, nacían niños, se formaban familias, había una estabilidad social añorada hoy por muchos, por muchos que no han podido formar su propia familia. Ya dijo Pío Baroja una vez que él no se había casado porque no podía mantener una familia, hay que ver cómo nos sorprendíamos de aquella circunstancia cuando estudiábamos a Pío Baroja. ¡¡Pero es que ahora pasa igual¡¡. Y pero. A nivel generalizado. La gente no se casa, no confía por pérdida de valores generales de la sociedad, nunca se han dado más casos de maltrato psicológico, violencia de género, muertes en el matrimonio..., pero quien es el valiente que se casa¡¡, quién el valiente que trae a este mundo hijos para darles qué vida¡¡. Qué valiente, quién?. Solo quienes tiene poder adquisitivo. Quienes creían tenerlo y se atreven, viven de por vida endeudados e incluso dejan sus deudas en herencia, que también se heredan las deudas...Si nos ponemos a estudiar la evolución del PIB veremos que solamente 3 en 30 años se han cerrado en España con superavir. Así poco se puede hacer...
Ha habido casos (2009) en los que nuestra Nación llegó a un récord en défici, el 11,28% del PIB; y eso significa que, en la columna del DEBE, habría gastado unos 120.000 millones de Euros más que lo que se supone aparece en la columna del HABER, de lo que ingresó. ¿Y esto cómo se supera?, desde luego los malos políticos se empeñan en freir a impuestos a los ciudadanos, pero eso no es ni honesto, ni justo ni dada que se parezca a ningún valor positivo porque es puro latrocinio. No se entiende por qué son tan criticadas en su momento las políticas de derecha que se basan en la austeridad y que terminan remontando al País de una forma sin precedentes, recuerdese el hoyo en el que nos dejó el gobierno de Zapatero y como hubo de solucionarlo con éxito el tan criticado Mariano Rajoy. La crisis no tuvo precedentes pero esta presente la supera porque a la crisis económica se añade la crisis sanitaria por pandemia y la crisis de valores que ha aportado el socialcomunismo a nuestro sufrido País.
Hay que reducir el déficit pero hay que tener cuidado con lo que se hace porque hasta el momento, crisis pandémica mediante, se han puesto todos los empeños en favorecer el turismo (y la inmigración), de forma que parece que los extraños en nuestro propio país somos nosotros, los españoles. Calles abarrotadas, gente que necesita consumir agua constantemente y nuestro país la necesita, contagios, vuelta a hacerse fuerte algunas enfermedades por nosotros superadas incluso desde hace siglos...
El déficit debe reducirse pero no en base a la destrucción de la calidad de vida del español, que es el que mantiene el País, así que el político tiene la obligación de responder; y, sobre todo, RESPONDER BIEN.
Reforzando la economía se daría pie a que se mirara a España como lugar idóneo para invertir. Hay que ser buen político, que el salario del político en el gobierno es más que suficiente y sin visos de reducirse, por lo que se ve, así que tendrán que RESPONDER, que hacer su trabajo
Hay que auditar el dinero público mucho más de lo que se hace, después vemos que pasan cosas raras, dinero en mariscadas y en señoras de distraida virtud, qué vergüenza, más cuando ese dinero iba destinado a los más débiles de la sociedad: los parados.
Los gastos con dinero público y privado han de hacerse sensatamente, honestamente e inteligentemente. Pero la mente no está presente, la buena conciencia, ni tampoco los actores de estos malos quehaceres parecen tener problemas de conciencia ni recuerdos que los atormenten, no sabemos su escala de valores cómo será.
El plan de choque que propone el Gobierno socialcomunista que lidera PSOE aliado con Podemos presume ser inefectivo e ineficiente, falto de estímulos, ambigüo, con limitaciones severas y de limitado alcance. Necesitamos una política que termine con la crisis por la aplicación de la política socialcomunista y por los nefastos efectos económicos de la pandemia y crisis covid 19.