En eldebate.com aparece un artículo que suscribe Natalia Cristóbal, Madrid, 14/06/2024 y que nos desvela y comunica el congreso celebrado en Madrid, en el que han estado presentes 70 asociaciones en defensa de la Historia y de la labor honesta historiográfica de los profesionales investigadores; también, habla sobre el peligro de eliminación y constante violación de la libertad de cátedra. Resumimos aquí la sesión.
Congreso en Madrid
Ángel Mazo, del grupo de trabajo España Nación de NEOS, citó a Jaime Mayor Oreja afirmando que:
«una sociedad sin raíces es una sociedad sin futuro», y agregó que «si las tiene pero no las conoce, es como si no las tuviera». «¿A dónde va entonces? (...) Puesto que somos producto de nuestra historia, la historia sirve para comprendernos, para dar sentido a nuestras vidas y a las de los que nos han precedido y a las de los que nos seguirán».
Señaló ante el auditorio que NEOS reunió el viernes 14 de Junio en la Universidad CEU San Pablo de Madrid para clausurar el primer encuentro de asociaciones en defensa de la Historia de España, organizado por esta plataforma cultural en colaboración con el Instituto de Estudios Históricos del CEU.
En total, 70 asociaciones histórico-culturales se reunieron para firmar un manifiesto titulado "Unidos por España: una historia para unir, una historia para enseñar", leído por María San Gil, una de las impulsoras de NEOS.
En el manifiesto se afirma que la historia de España «debe constituir un elemento de unión, de suma de sentimientos, afectos y voluntades» y debe servir «para preservar la paz y la unidad» y nunca para la división o el enfrentamiento.
Además, se subraya que conocer esa historia es esencial para la formación de los españoles, y no hacerlo es una de las razones por las cuales hoy nos encontramos «en la tesitura de repetir errores que nos costaron muy caros en el pasado».
El manifiesto también alerta de que hoy están en peligro la libertad de expresión y la libertad de cátedra, y recalca que para conocer la verdad histórica debe haber un clima «de serenidad y libertad» a la hora de investigar, exponer y debatir: «Ese clima está hoy gravemente amenazado a causa de la intromisión de la política partidista y sus intereses ideológicos».
El texto proclama la necesidad de enseñar en todo el territorio nacional una historia de España veraz, pues conocer nuestra historia común «es la simiente más importante para hacer crecer el amor a la patria común e indivisible de todos los españoles», más allá de que al vivir en una sociedad plural haya lógicamente interpretaciones diferentes sobre varias cuestiones.
Jaime Mayor Oreja, presidente de NEOS, expresó su convicción de que estas 70 asociaciones tienen mucho que hacer «en este futuro difícil que nos espera a los españoles». Advirtió: «España va a empezar un recorrido hacia la España plurinacional, guiados por el derecho de la autodeterminación. Esto es una batalla a medio plazo. Pero va a ser la batalla de verdad de España. Tenemos que ganar esa batalla. No se puede perder», subrayó el exministro. Añadió que solo se puede contar con todas estas asociaciones que en diferentes rincones de España homenajean a un personaje o acontecimiento relevante de nuestra historia: «Les necesitamos».
Carmen Iglesias, directora de la Real Academia de la Historia, mostró su apoyo a «todo lo que sea en bien de que la historia de España sea objetiva» y no ideológica. Intervino también Diego Rodríguez Ponga, director de proyectos de la empresa Pontica, especializada en el desarrollo de videojuegos, que presentó el videojuego Plus Ultra: legado y defendió que estos, si están bien hechos, también pueden ayudar a acercarnos a la verdad histórica.
La “Demolición” de la España Constitucional
Pedro Corral, historiador, escritor y diputado del PP en la Asamblea de Madrid, denunció que «estamos asistiendo a la demolición de la España constitucional». Según él, esta empezó con la aprobación en 2007 de la Ley de Memoria Histórica del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, porque con esta norma se rompía por primera vez «el gran acuerdo de la Transición, sobre el que se sustentan los valores de la concordia y la reconciliación», cimientos de nuestra Carta Magna, que era el acuerdo de no emplear la Guerra Civil como arma política, señaló el político.
«La izquierda rompió este acuerdo con una voluntad totalitaria para tratar de imponer su supuesta supremacía y hegemonía moral y política utilizando un pasado terrible que produjo dolor y sufrimiento en todas las familias españolas como arma para deslegitimar al adversario político con el fin de excluirle del sistema de la alternancia democrática», denunció.
Jesús Sainz, técnico comercial, economista del Estado y vicepresidente del parque histórico Puy du Fou, intervino también en el coloquio, señalando: «Narramos historias, leyendas, mitos, usos, costumbres». «De alguna manera venimos a sustituir esa figura del abuelo que a la luz de la lumbre de la chimenea les narraba a sus nietos las historias del pasado, de sus tierras, de su país». Puy du Fou «viene a ser un himno de amor a España», explicó.
Las películas y documentales de José Luis López-Linares también acercan estas historias. Escritor, director y productor de cine, ha tenido éxito con su documental España, la primera globalización (2021), y este año con Hispanomárica, canto de vida y esperanza. Esta última trata sobre «la necesidad de reconocernos juntos, como lo que somos, como hispanoamericanos». Una comunidad formada por casi 600 millones de personas que compartimos lengua, fe, catolicismo, y «una manera de estar en el mundo que es distinta a los demás». «Solo tenemos que darnos cuenta de que existimos, de que existe esa civilización de la que somos parte. Está viva. No hay que reconstruirla. Ha aguantado independencias, narcoestados, leyendas negras... lo indecible. Sin embargo, seguimos existiendo, estamos ahí, nos reconocemos inmediatamente», expresó el cineasta.
El Encuentro 'Hispanoamérica, un Futuro Compartido'
El último en intervenir fue Francisco Vázquez, expolítico y exalcalde de La Coruña. Subrayó que en este momento «lo fundamental es que la sociedad asuma que hay que romper los silencios, porque al final se convierten en cobardías o en complicidades», tras lo que recibió un sonoro aplauso del auditorio. Vázquez denunció que «jamás en la historia de, por lo menos, los últimos siglos, España ha estado tan cerca de su descomposición cívica, pero sobre todo de su fragmentación territorial».
El exdirigente socialista criticó duramente la ley de memoria «nunca democrática», impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, señalando que «introduce una carga emocional en nuestro pasado inmediato, pone fin a la reconciliación nacional, la piedra angular de la Transición, imponiendo además un control autoritario del estudio y de la divulgación académica de la historia, propia de las ideologías radicales y populistas». Vázquez propuso derogarla y sustituirla por una ley de reconciliación nacional.
Según Vázquez, la ley de memoria, la política lingüística en varias comunidades autónomas y las políticas educativas en materia histórica son «tres factores que permiten implantar en nuestro país los objetivos políticos de las ideologías que son opuestas al proceso de transición política, son rupturistas con el modelo del Estado y son contrarias a la unidad nacional y a la vigente Constitución».
El expolítico también denunció la utilización de la educación por el nacionalismo en varias regiones, «uno de cuyos instrumentos, además de la manipulación en la enseñanza de la historia, ha sido la imposición lingüística», o, como también la llamó, «la dictadura lingüística». Enfatizó especialmente en la cuestión educativa, advirtiendo que es a través de las aulas donde desde hace años «se van fraguando los golpes de Estado separatistas», formando generaciones de nacionalistas e independentistas. «Son las leyes y normas de los gobiernos nacionalistas las que con sus manipulaciones históricas y sus inmersiones lingüísticas van imponiendo lo que podríamos hoy, en el presente de alguna comunidad autónoma, calificar como nuevas leyes de Núremberg discriminando a quienes no hablan o a quienes no piensan como ellos», expresó.