La organización de una boda siempre trae preocupaciones porque los novios la ven como algo complejo, en tales casos lo mejor es relajarse y pensar que el proceso es menos complejo de lo que parece en principio.
La lista de prioridades puede quedar marcada en un calendario o agenda e ir marcando allí los temas que ya se vayan resolviendo, para después hacer seguimiento y posterior supervisión.
Lo primero de todo es fijar la fecha que ha de hacerse con un año de antelación o incluso algo más.
Hay que barajar varias fechas posibles y la fecha final dependerá de la disponibilidad de la institución en la que los contrayentes vayan a casarse; hay que hacer coincidir la institución en su fecha de la ceremonia de la boda con el establecimiento para la celebración de la misma. Todo lo cual debe preverse con tiempo pues tanto las instituciones como los lugares de celebración suelen tener fechas reservadas ya hasta con más del año de antelación.
Si la fecha de la boda se fija en un día entre semana, que no sea sábado, con seguridad se tendrán más opciones y también los contrayentes verán como baja el presupuesto del banquete pero hay que tener presente que precios y calidad suelen ir parejos, así que , en muchos lugares de celebración bajan los precios al igual calidad; y esto ciertamente puede dar problemas.
En los casos de celebración de bodas entre semana hay que tener en cuenta los trastornos que puede producir a los invitados, así que habrá que invitarlos con mayor antelación, las invitaciones deben estar preparadas con mayor anterioridad para que cuadren sus agendas.
Una vez fijada la fecha y la reserva correspondiente en la institución en la que se vaya a celebrar la boda comienza la cuenta atrás. Con una antelación de unos doce meses sa anuncia el compromiso a familiares y amigos íntimos. Hay que ponerse de acuerdo en el estilo de boda a celebrar ya sea formal o informal, íntima o temática.
Es necesario realizar un presupuesto inicial y también calcular las ayudas con las que se va a poder contar. Y si no se tiene lugar de residencia definido, es el momento de comenzar a establecer este punto.
Se debe buscar información sobre de las fechas de la celebración de las ferias de boda que se convocan en la ciudad, ya que vienen a ser de gran ayuda, porque en un corto espacio de tiempo y recinto ofrecen información especializada y profesional sobre multitud de aspectos, servicios y productos que aportarán ideas interesantes. La información a través de revistas especializadas será útil también.
Se deben concertar citas para visitar lugares de celebración posibles y pedirles presupuesto; y habrá que saber que este tipo de reservas suele hacerse con muchos meses de antelación.
También se va empezando a confeccionar la posible lista de invitados. Y entre doce y seis meses antes de la boda, si aún no está decidida la cuestión, se debe cerrar con un depósito el lugar de celebración.
Reuniones con los responsables del banquete y determinar el menú; decoración floral de mesas y el baile.
Se fijará fecha de pedida de mano y se eligen regalos y anillos, así como agencias de viajes si es que se quiere hacer viaje tras la celebración. Comunicar a la empresa la fecha del enlace, elegís padrinos, testigos y arras; hacerse el vestido y traje de novios; y preparar la documentación necesaria para el expediente matrimonial.
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