Ando ayendo algo de gravar a los vehículos con un impuesto
de vehículos, esto no me gusta y pienso que no es nada conveniente.
El vehículo ha pasado de ser un artículo de lujo
a ser un artículo de primera necesidad y una herramienta de trabajo, creo que
esta medida no se miraría con buenos ojos.
Tampoco es acertado obstinarse en la
peatonalización de las ciudades, es un error y un horror, por ejemplo Sevilla ya no es lo que
era, Monteseirín se empeñó en mangonear lo mismo que si estuviera en el salón
de su casa, poniendo y quitando a su antojo, edificando monumentos pastiches en pleno centro del casco antiguo de la ciudad. Y eso no es. La ciudad no es un salón de lujo, es una ciudad para que la vivan
los ciudadanos, no los turistas, sino principalmente los ciudadanos, los vecinos que la habitan todos los días de su vida.
Hay que volver a darle a Sevilla el sabor tradicional que
tenía, con las mejoras que aporta el progreso, naturalmente, pero teniendo en
cuenta que muchas personas válidas, autónomas todavía, no pueden andar mucho,
aunque no están impedidas, no pueden andar las distancias que impone el
ayuntamiento evitando el paso de vehículos. Precisamente lo más dañino, el
metro es lo que pasa por delante del centro neurálgico de Sevilla, hueco el
suelo por debajo y proximidades de la catedral, el metro pasa haciendo temblar
y vibrar las estructuras, el más el daño que el beneficio pretendido.