Cada año, aproximadamente unos 250.000 toros mueren en las corridas de toros. Los apuñalan varias veces con lanzas de púas y las banderillas, que son palos preparados con un pincho en gancho para que al atravesar la carne del animal, se quede colgando. Todo esto en un ritual cruel, antes de sufrir una muerte lenta y agonizante frente a una audiencia, incluidos los niños, que aplaude y se divierte.
Ahora, varias ciudades, regiones y países han acogido la prohibición, abanderando la causa de la buena educación, de la paz y de la no violencia, que se ejerce contra el animal, pero revierte en el humano que se lo adoctrina en la barbarie y la crueldad contra seres inocentes. Con estos espectáculos se convierte a un ser vivo en un objeto de diversión para seres primarios a los que a veces se compra con entradas para estos sangrientos espectáculos.
Por el contrario, frente a la prohibición, Francia y España están tratando de proteger a este sangriento y cruel “festejo” intentando hacerse con todos los resortes folklóricos y de mentalidad posibles, apelan a la tradición, como si no hubiese sido tradicional quemar a las brujas en la hoguera. Pero ya no sucede tal tropelía, pues igual con este tema.
En nombre de la tradición se hacen infinitos desmanes con los animales y en el plano de las ideas incluso. Y habría que preguntarse ¿tradición de quién?, quien torea, un ser despiadado que no duda en forrarse los bolsillos con dinero ensangrentado; que nos conste a todos, sólo los toreros torean, por tanto no es una tradición.
Es una tradición reunirse en un coso de vez en cuando, pues con otro motivo estaría mucho mejor. Por ejemplo hay localidades que utilizan su plaza de toros para hacer exposiciones de coches antiguos. Eso sí es un fin loable. Eso sí es un fin cultural.
Es imposible que estos asesinatos puedan determinarse como integrantes del "patrimonio cultural" por muchos intereses que haya escondidos.
Las corridas de toros no son "peleas justas" entre un toro y un matatoros. La crueldad contra el animal está muy estudiada previamente a su salida al coso. Es una vergüenza que gobiernos que tanto criticaron el “pan y toros” de años atrás, sean ellos mismos los que con más virulencia ahora carguen tintas sobre el particular. Estos “espectáculos”dantescos son aprobados y subsidiados por los gobiernos; incluso ensucian ideas tales como la beneficencia, pretendiendo que algunas corridas son benéficas. Cuánto dinero habrá detrás, para que un espectáculo brutal como este se dedique a un fin benéfico. Eso no es más que chantaje social. Compra de votos, compra de voluntades, pago a adeptos que en algunas entidades son premiados con entradas de corridas de toros….
Con toda la osadía pretenden de la UNESCO una declaración de "patrimonio cultural", lo cual significaría barnizar de cierta respetabilidad a la tortura de animales para espectáculos públicos, además de la tortura que supone para el niño humano entrar en una escuela de tauromaquia, también subvencionadas por los gobiernos; se roba al niño su infancia, se lo condiciona psicológicamente, se lo educa en la barbarie y en el irrespeto a los seres inocentes.
Si estos niños son capaces de dar un trato tan cruento a un ser inocente, qué no será capaz de hacer, de niños o pasados unos años, cuando algún semejante se digne llevarle la contraria y se enfrente con él por algo…Se están criando y adoctrinando asesinos potenciales. Esa es la realidad. Si la humanidad depende de lo que hoy estemos sembrando, muy mala perspectiva tiene la “humanidad”.
Se procura por todos los medios y esto es imperioso que se evite, que las subvenciones puedan estar disponibles para garantizar financieramente el futuro de las corridas de toros.
Hay páginas que luchan contra esto. Por ejemplo en este enlace que se adjunta se puede decir a la UNESCO que las corridas de toros no son cultura, son crueldad. Por si alguien no tuviese claro los conceptos. http://www.thepetitionsite.com/takeaction/235/701/860/?z00m=20118354