ADCUSPPYMA
REVISTA INFORMATIVA/EDUCATIVA DE CONSUMO,
SANIDAD Y MEDIO AMBIENTE DE ESPAÑA
Nº. –13- MAYO-JUNIO- 2016
La alimentación y la nutrición son dos procesos muy relacionados, pero es posible establecer diferencias entre ambos.
La salud y buen funcionamiento de nuestro organismo, depende de la nutrición y alimentación que tengamos durante la vida. Alimentación y Nutrición aun cuando parecieran significar lo mismo, son conceptos diferentes.
- Alimentación. Es un proceso voluntario, educable y consciente que consiste en la elección, preparación e ingestión de los alimentos.
- Nutrición. Es un proceso involuntario e inconsciente por el que el organismo transforma los alimentos a través de cuatro procesos: digestión, respiración, circulación y excreción, para que sus componentes puedan ser utilizados por las células.
Los alimentos son todos los productos naturales o industrializados que consumimos para cubrir una necesidad fisiológica (hambre).
Los nutrientes son sustancias que se encuentran dentro de los alimentos y que el cuerpo necesita para realizar diferentes funciones y mantener la salud. Existen cinco
tipos de nutrientes llamados: Proteínas o Prótidos, Grasas o Lípidos, Carbohidratos o Glúcidos, Vitaminas y Minerales.
- Proteínas:
Las proteínas aportan el material de construcción que nuestro organismo necesita para
formar células. Por tanto, son necesarias para formar nuevos tejidos y reparar la piel, los
músculos, la sangre, los huesos y, en general, todos los órganos.
Las principales fuentes de proteínas son los alimentos de origen animal, como todo tipo
de carnes (pescado, ave, res, cordero y cerdo), leche y sus derivados, y huevos.
Asimismo, abundan en las semillas de los vegetales, como lentejas, frejoles, quinua,
habas, garbanzos, soya, arvejas, etc., en cantidades casi similares a la carne.
- Carbohidratos:
Nos dan energía y calor para movernos y desarrollar todas las actividades diarias. Son
de origen vegetal y se encuentran en los cereales: maíz, trigo, arroz y sus productos
(harinas, pastas) tubérculos o verduras: papa, apio; plátano; azúcar (blanca o morena),
miel , granos como las arvejas, lentejas, garbanzos y frijoles,
- Grasas:
Son la fuente más concentrada de energía para nuestro cuerpo y cerebro. Participan en
diferentes funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo y de algunas
vitaminas y hormonas. Son fuente de calorías para los niños, pero los adultos deben
consumirla con moderación y se encuentran en las carnes rojas, piel del pollo, leche,
mantequilla y queso, aceites vegetales (de girasol, maíz, ajonjolí, algodón), margarina,
paltas, aceitunas, algunas semillas como el maní, pistacho, almendras y nueces.
- Vitaminas:
Ellas son las vitaminas A, D, E, K, C, complejo B y el ácido Fólico.
Cumplen funciones esenciales para el organismo. Ayudan en el proceso de
transformación de energía y favorecen el sistema de defensa del cuerpo contra las
enfermedades y se encuentran en casi todos los alimentos en especial en las frutas,
hortalizas y alimentos de origen animal.
- Minerales:
Entre los principales minerales se encuentran: calcio, hierro, yodo y el zinc. Ellos
participan en diversas funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo
(Ej.: el calcio forma y mantiene los huesos y dientes; el hierro forma parte de la sangre).
Los minerales intervienen en el crecimiento, reproducción del ser humano, la función
muscular, entre otros. Se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal.
- Fibra:
La fibra ayuda a expulsar las heces con facilidad, previene el cáncer de colon y reduce
el colesterol en la sangre. Se encuentra en los alimentos de origen vegetal como
hortalizas (zanahoria, tomates, lechugas, pepino), frutas (melón, patilla, naranja,
manzana), granos (arvejas, lentejas, frijoles), verduras (lechuga, apio, pimientos, papas)
y cereales integrales.
¿Cómo preparar alimentos para no perder los nutrientes?
- Pelar y cortar puede disminuir el aporte sobre todo de vitaminas hidrosolubles (C,
B1 y ácido fólico) y fibra (que se encuentra mayormente en la piel del alimento).Es
recomendable pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo o consumirlo.
- No es recomendable dejar los alimentos en remojo mucho tiempo, pues esto fomenta
la pérdida de nutrientes.
Si optas por hervir los alimentos, toma en cuenta estas recomendaciones para preservar
mejor sus nutrientes:
- Añade el alimento al agua cuando esté hirviendo, de los contrario se remojará durante
más tiempo sin cocinarse, perdiendo propiedades.
- Opta por cortar los alimentos en trozos grandes para mantener sus aportes.
- Hierve, siempre que sea posible, en poca cantidad de agua, así las vitaminas se diluirán
menos.
- Si es posible añade unas gotas de jugo de limón a la cocción, esto ayuda a mantener
los nutrientes.
- Es preferible que las verduras queden crujientes en vez de muy blandas, pues esto
querrá decir que las has hervido demasiado, disminuyendo sus aportes.
- Los métodos de cocción que mejor ayudan a preservar los nutrientes son al vapor, en
el horno o salteados debido a que el alimento está en contacto limitado con el agua y se
mantiene a temperaturas más estables.
- Además es recomendable que aquellas verduras que pueden consumirse crudas sean
ingeridas de este modo de vez en cuando, así recibes al máximo sus aportes.
ADITIVOS
Los aditivos son sustancias que sin constituir por sí mismas un alimento se agregan a los
alimentos o bebidas con el fin de que éstos mantengan sus cualidades o recuperen
algunas que se han perdido durante su elaboración. Por sí mismos, los aditivos no tienen
valor nutritivo alguno, pero su utilización ayuda a que los alimentos puedan conservarse
mejor sin perder sus características o bien mejora su color o sabor.
En España la autorización de aditivos se lleva a cabo a través de listas positivas, es
decir, sólo pueden ser utilizados en la industria alimentaria aquellos aditivos que
aparezcan aprobados en las normativas al respecto. Estas listas están contenidas en los
Reales Decretos 3177/1983, 2001/1995, 2002/1995 y 145/1997.
Los aditivos han de superar una completa evaluación científica antes de ser utilizados.
La autorización que se lleva a cabo de los aditivos es sólo para determinados productos
y en cantidades controladas. Sin embargo, a pesar de que se revisan constantemente por
parte de científicos, no se puede descartar que la ingestión de alguna de estas sustancias
tenga efectos acumulativos a largo plazo.
Clasificación de los aditivos
Los aditivos se clasifican en seis grupos, según la función que realizan en los alimentos:
Colorantes: devuelven al alimento su color original, perdido durante el procesado.
Conservantes: dificultan el desarrollo de microorganismos, alargando la duración de
los productos.
Antioxidantes: impiden la degradación de los alimentos por oxidación de las grasas o
tras el contacto con el aire una vez abierto el envase.
Acidulantes: acidifican el alimento, retrasando el desarrollo de hongos y bacterias.
Espesantes, gelificantes, emulsionantes y estabilizadores: Además de las funciones
inherentes a su nombre, favorecen la retención del agua y evitan la formación de
cristales.
Edulcorantes y potenciadores del sabor: realzan el sabor del alimento.
Los aditivos utilizados deben aparecer en la lista de ingredientes que figura en el
etiquetado del producto. Han de mencionarse con el nombre de la categoría a la que
pertenecen (colorante, conservante, acidulante …) seguido de la letra E (designa su
aprobación en los países de la Unión Europea) y un número de tres o cuatro cifras.
La primera de las cifras determina el tipo de aditivo de que se trata: 1 para los
colorantes, 2 para los conservantes, 3 para los antioxidantes, 4 para los estabilizadores y
los emulsionantes, 4 y 9 para los edulcorantes y 2,3,5,6 y 9 para el resto.
Ej: el E 124 es un colorante y el E 263 un conservante.
REVISTA INFORMATIVA/EDUCATIVA DE CONSUMO,
SANIDAD Y MEDIO AMBIENTE DE ESPAÑA
Nº. –13- MAYO-JUNIO- 2016
La alimentación y la nutrición son dos procesos muy relacionados, pero es posible establecer diferencias entre ambos.
La salud y buen funcionamiento de nuestro organismo, depende de la nutrición y alimentación que tengamos durante la vida. Alimentación y Nutrición aun cuando parecieran significar lo mismo, son conceptos diferentes.
- Alimentación. Es un proceso voluntario, educable y consciente que consiste en la elección, preparación e ingestión de los alimentos.
- Nutrición. Es un proceso involuntario e inconsciente por el que el organismo transforma los alimentos a través de cuatro procesos: digestión, respiración, circulación y excreción, para que sus componentes puedan ser utilizados por las células.
Los alimentos son todos los productos naturales o industrializados que consumimos para cubrir una necesidad fisiológica (hambre).
Los nutrientes son sustancias que se encuentran dentro de los alimentos y que el cuerpo necesita para realizar diferentes funciones y mantener la salud. Existen cinco
tipos de nutrientes llamados: Proteínas o Prótidos, Grasas o Lípidos, Carbohidratos o Glúcidos, Vitaminas y Minerales.
- Proteínas:
Las proteínas aportan el material de construcción que nuestro organismo necesita para
formar células. Por tanto, son necesarias para formar nuevos tejidos y reparar la piel, los
músculos, la sangre, los huesos y, en general, todos los órganos.
Las principales fuentes de proteínas son los alimentos de origen animal, como todo tipo
de carnes (pescado, ave, res, cordero y cerdo), leche y sus derivados, y huevos.
Asimismo, abundan en las semillas de los vegetales, como lentejas, frejoles, quinua,
habas, garbanzos, soya, arvejas, etc., en cantidades casi similares a la carne.
- Carbohidratos:
Nos dan energía y calor para movernos y desarrollar todas las actividades diarias. Son
de origen vegetal y se encuentran en los cereales: maíz, trigo, arroz y sus productos
(harinas, pastas) tubérculos o verduras: papa, apio; plátano; azúcar (blanca o morena),
miel , granos como las arvejas, lentejas, garbanzos y frijoles,
- Grasas:
Son la fuente más concentrada de energía para nuestro cuerpo y cerebro. Participan en
diferentes funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo y de algunas
vitaminas y hormonas. Son fuente de calorías para los niños, pero los adultos deben
consumirla con moderación y se encuentran en las carnes rojas, piel del pollo, leche,
mantequilla y queso, aceites vegetales (de girasol, maíz, ajonjolí, algodón), margarina,
paltas, aceitunas, algunas semillas como el maní, pistacho, almendras y nueces.
- Vitaminas:
Ellas son las vitaminas A, D, E, K, C, complejo B y el ácido Fólico.
Cumplen funciones esenciales para el organismo. Ayudan en el proceso de
transformación de energía y favorecen el sistema de defensa del cuerpo contra las
enfermedades y se encuentran en casi todos los alimentos en especial en las frutas,
hortalizas y alimentos de origen animal.
- Minerales:
Entre los principales minerales se encuentran: calcio, hierro, yodo y el zinc. Ellos
participan en diversas funciones específicas y forman parte de los tejidos del cuerpo
(Ej.: el calcio forma y mantiene los huesos y dientes; el hierro forma parte de la sangre).
Los minerales intervienen en el crecimiento, reproducción del ser humano, la función
muscular, entre otros. Se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal.
- Fibra:
La fibra ayuda a expulsar las heces con facilidad, previene el cáncer de colon y reduce
el colesterol en la sangre. Se encuentra en los alimentos de origen vegetal como
hortalizas (zanahoria, tomates, lechugas, pepino), frutas (melón, patilla, naranja,
manzana), granos (arvejas, lentejas, frijoles), verduras (lechuga, apio, pimientos, papas)
y cereales integrales.
¿Cómo preparar alimentos para no perder los nutrientes?
- Pelar y cortar puede disminuir el aporte sobre todo de vitaminas hidrosolubles (C,
B1 y ácido fólico) y fibra (que se encuentra mayormente en la piel del alimento).Es
recomendable pelar y cortar el alimento justo antes de prepararlo o consumirlo.
- No es recomendable dejar los alimentos en remojo mucho tiempo, pues esto fomenta
la pérdida de nutrientes.
Si optas por hervir los alimentos, toma en cuenta estas recomendaciones para preservar
mejor sus nutrientes:
- Añade el alimento al agua cuando esté hirviendo, de los contrario se remojará durante
más tiempo sin cocinarse, perdiendo propiedades.
- Opta por cortar los alimentos en trozos grandes para mantener sus aportes.
- Hierve, siempre que sea posible, en poca cantidad de agua, así las vitaminas se diluirán
menos.
- Si es posible añade unas gotas de jugo de limón a la cocción, esto ayuda a mantener
los nutrientes.
- Es preferible que las verduras queden crujientes en vez de muy blandas, pues esto
querrá decir que las has hervido demasiado, disminuyendo sus aportes.
- Los métodos de cocción que mejor ayudan a preservar los nutrientes son al vapor, en
el horno o salteados debido a que el alimento está en contacto limitado con el agua y se
mantiene a temperaturas más estables.
- Además es recomendable que aquellas verduras que pueden consumirse crudas sean
ingeridas de este modo de vez en cuando, así recibes al máximo sus aportes.
ADITIVOS
Los aditivos son sustancias que sin constituir por sí mismas un alimento se agregan a los
alimentos o bebidas con el fin de que éstos mantengan sus cualidades o recuperen
algunas que se han perdido durante su elaboración. Por sí mismos, los aditivos no tienen
valor nutritivo alguno, pero su utilización ayuda a que los alimentos puedan conservarse
mejor sin perder sus características o bien mejora su color o sabor.
En España la autorización de aditivos se lleva a cabo a través de listas positivas, es
decir, sólo pueden ser utilizados en la industria alimentaria aquellos aditivos que
aparezcan aprobados en las normativas al respecto. Estas listas están contenidas en los
Reales Decretos 3177/1983, 2001/1995, 2002/1995 y 145/1997.
Los aditivos han de superar una completa evaluación científica antes de ser utilizados.
La autorización que se lleva a cabo de los aditivos es sólo para determinados productos
y en cantidades controladas. Sin embargo, a pesar de que se revisan constantemente por
parte de científicos, no se puede descartar que la ingestión de alguna de estas sustancias
tenga efectos acumulativos a largo plazo.
Clasificación de los aditivos
Los aditivos se clasifican en seis grupos, según la función que realizan en los alimentos:
Colorantes: devuelven al alimento su color original, perdido durante el procesado.
Conservantes: dificultan el desarrollo de microorganismos, alargando la duración de
los productos.
Antioxidantes: impiden la degradación de los alimentos por oxidación de las grasas o
tras el contacto con el aire una vez abierto el envase.
Acidulantes: acidifican el alimento, retrasando el desarrollo de hongos y bacterias.
Espesantes, gelificantes, emulsionantes y estabilizadores: Además de las funciones
inherentes a su nombre, favorecen la retención del agua y evitan la formación de
cristales.
Edulcorantes y potenciadores del sabor: realzan el sabor del alimento.
Los aditivos utilizados deben aparecer en la lista de ingredientes que figura en el
etiquetado del producto. Han de mencionarse con el nombre de la categoría a la que
pertenecen (colorante, conservante, acidulante …) seguido de la letra E (designa su
aprobación en los países de la Unión Europea) y un número de tres o cuatro cifras.
La primera de las cifras determina el tipo de aditivo de que se trata: 1 para los
colorantes, 2 para los conservantes, 3 para los antioxidantes, 4 para los estabilizadores y
los emulsionantes, 4 y 9 para los edulcorantes y 2,3,5,6 y 9 para el resto.
Ej: el E 124 es un colorante y el E 263 un conservante.