Yves Rocher nació en la Gacilly, en el corazón de la Bretaña, sobre los años 50, cuando una curandera  le revela a Yves la receta de una crema a base de ficaire, fabrica la receta artesanalmente y lo propone al uso en su entorno próximo. Los resultados fueron magníficos y en vista de su éxito Rocher  decide venderla por correspondencia.   Apasionado por la cosmética vegetal, la naturopatía y la tradición que revelaba leyendas que le hacían actualizar la historia, había quedado fascinado por una herboristería que tenía su abuelo. Estudia y profundiza en sus conocimientos hasta que llega a ser capaz de poner en uso distintos productos  en base a cosmética vegetal que  ensaya y festeja resultados.  El granero de su casa familiar pasa a convertirse en  su laboratorio y su centro de expedición, de estudios. Se hace famoso y la correspondencia y los paquetes de correo y los envíos y peticiones se multiplican. Realmente lo que está haciendo es inventar  un...